PLAY | PLAYLIST ALMA
|The Wind –
Yusuf / Cat Stevens
¡Muy
feliz comienzo de febrero!
Continuamos el
relato de nuestro viaje en Chapadmalal
haciendo zoom en una mañana maravillosa
de llovizna, realmente feliz, que disfrutamos con Dindina. Me gusta la idea
de imprimir mi deseo de un febrero en
paz inmortalizando este momento, este recuerdo que me llena de felicidad
cuando se me aparece de la nada. Desear es gratis, y compartir lo bueno siempre
fue lo que mejor me salió, así que deseo
que disfruten este momento y que siempre puedan recurrir a él cuando necesiten
calma y volver a las bases…
Vamos
a caminar por las calles de Chapadmalal una mañana de llovizna y calma, en
octubre 2024 :)
Contextualizo: Mr. P tenía que tomar un curso online
de seguros para hacer su revalidación anual de matrícula como Productor Asesor
de Seguros. Me pareció de lo más atinado salir a pasear, dejándole full WiFi y
un ambiente en calma para poder concentrarse. Nos pusimos campera, le presté a
Dindu mi celular de back up así tenía su propia cámara de fotos, yo agarré mi
vieja y querida réflex. Con sólo eso,
salimos a la aventura…
Allá a lo lejos, Chapa Blanca,
la cálida casa granero eco que llamamos hogar por una semana :) No me canso de
recomendarla, acá tienen el post en Alma ;) Una de las cosas que más me gusta es que está
rodeada de naturaleza autóctona de la zona…
¡Y
tiene dos tiernos vecinos! Los ponis Flikiti y Macarron, apodados por Dindu of course :D
Ahora bien: salimos
de la casa, situada sobre la calle Rumenco,
hacia el norte (en dirección a Mar del Plata). Caminamos a paso de caracol observador: no teníamos apuro, al
contrario, contábamos con una hora y media para nosotras, nuestras lentes y
sensibilidad. Vimos muchísimas flores, plantas, árboles, tramas en la tierra, caballos,
y variadas obras del hombre. Llegamos al río Lobería y lo cruzamos. Encontramos
una plaza y Dindu disfrutó sus juegos. Y volvimos sobre nuestros pasos, para
reencontrarnos con P y seguir el día los tres. Eso es básicamente lo que
hicimos, y en la simpleza de este paseo estuvo su grandeza:
Poder detener el tiempo para observar, apreciar y agradecer la magia de la naturaleza (sin dudas la diseñadora más
talentosa del Planeta Tierra) es un regalo sin igual. Y poder disfrutar este tiempo de calidad, charla y juego con mi hija, vale más que mil tesoros.
Este
post es sobre esto, simplemente esto.
Y
para que sea más entretenido de ilustrar, organicé las fotos por temáticas :)
Espero les divierta e inspire a vivir una mañana así, con sol o llovizna, solos
o con quien amen, estén donde estén. Apuesto que donde sea que estén, hay verde
y naturaleza :)