PLAY | PLAYLIST ALMA
| Unconditional –
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¡¡¡Muy
feliz miércoles!!!
¡Qué hermoso
volver a escribir para el blooog! Y qué lujazo lo que voy a compartir hoy. ¿Es
un lugar? ¿Es diseño, es algo hecho a mano, es un sabor irresistible que quiero
que vayan corriendo a probar…? Bueno. No. No es todo esto; y al mismo tiempo
sí. Tiene algo de todo esto. Y esencialmente tiene corazón.
Unos días antes de
viajar, tuve el lujo de recibir un mensaje de Georgina Vitullo,
la dulce Georgi que conocí hace ya casi
un año gracias a su inspiradora hermana Vero: juntas dan vida a Tienda Estacional,
un lugar feliz que ya han visto desfilar varias veces en el blog (y si no, empiecen por acá). Georgi
compartió con total generosidad un texto personal que escribió con todo su
corazón y con el alma un poco estrujada. Fue emocionante leerla, y descubrir también que su
alma estaba sólo juntando fuerzas para volver a expandirse y llenarse de luz…
Estamos al final del invierno, lo que me demuestra
que todo tiene un porqué de ser, y al mismo tiempo, nada dura para siempre. Me
pareció hermoso celebrar este cambio con aura de evolución, de que todo pasa
por un motivo aunque, al principio, nos cueste entender cuál es…
Muchísimas gracias
querida Georgi por compartir con todos nosotros esta carta de amor al (valga la
redundancia) amado hogar que tuvieron que dejar…
Allá vamos…
El texto a continuación fue escrito por Georgina
Vitullo. No lo pongo en itálica
porque es medio molesto para leer :)
Llegamos
en junio 2004,
con muchas ilusiones, esas que albergan aromas, amores, deseos, inicios,
descubrimientos y proyectos. ¡Fue amor a
primera vista, no exagero!
Refugio y cobijo de muchos. Nido de ideas, de noches
de amor, y promesa de nuevos seres.
Fuiste suelo firme que aseguró
pequeños pasitos certeros, anfitrión y testigo de estudio, fiestas, música,
risas y llantos, noches de desvelo amamantando, consolando y acunando sueños. Poco
a poco tus paredes fueron tomando nuestros colores y rutinas, se fueron
nutriendo y creciendo con nosotros, se fueron cargando de historia, nuestra
historia.
Acá
algunas mezclas, como van apareciendo en mis recuerdos:
Cumpleaños
con familia y amigos, tardes de juegos,
torres de ponys y mamushkas, ciudad de playmobiles, castillos y princesas,
guarida de pokemones y superhéroes. Niños correteando por los pasillos, juntadas adolescentes, debates
políticos, reflexiones y conclusiones, discusiones y reconciliaciones, evaluación
de crecimiento a lo largo de los años en el marco de la puerta de la cocina,
colchones en los pisos, showroom
de ferias, amasada de pizzas, tacos y pastas de domingo,
noches de verano en el balcón
mirando las estrellas desde tu
ventajosa altura, mañanas de desayunos
con nuestras deliciosas medialunas de La
Vicente López y tardes de siesta al
solcito en el piso del living. Escenario de apasionados recitales cantando canciones de las películas que
tantas y tantas veces vimos, rotación en
los ambientes según necesidad por las edades, mirador vigilante a la parada de Lavalle hasta que mis
pichones subieran al colectivo, paredes
blancas, bermellón y anaranjadas, terreno de búsquedas del tesoro, y juego de pistas.
Mesa de maquetas, prototipos, diseño, corte y pintura.
El tiempo pasó y
se fue llevando pañales, cunas, delantales cuadrillé, y guardapolvos blancos. Atrás
quedaron mañanas apuradas trenzando cabellos, tardes de dibujitos animados,
noches de cuentos y vocecitas agudas.
Cuando lo pienso
una sensación rara me invade, parece que
todo aquello sucedió hace tanto tiempo, lo veo lejano... sin embargo también
siento que fue ayer que caminaba por la cocina con alguno de mis bebés a upa o
que los levantaba para que pudieran tocar el botón del número 7 en el ascensor.
Entonces
me estremezco al pensar que el tiempo es
voraz y quisiera poder rebobinarlo aunque sea un ratito.
Muchas personas que pasaron por acá, ya no forman
parte de mi vida, pero la formaron y contribuyeron con los recuerdos vividos,
cada uno habrá dejado huella seguramente.
Festejamos
más de 89 cumpleaños, 20 navidades y 10 egresos. Tuvimos amados animales que ya
no están. Vecinos amorosos y una pandemia.
Dicen que todos tenemos rincones preferidos, me
costaría elegir uno, tengo sí, imágenes
guardadas en mis ojos y mente, hechos concretos en determinados lugares, algunos divertidos y hermosos y otros
desgarradoramente tristes.
Pienso
que la casa de uno, es un poco como la vida, por momentos nueva, entusiasta,
reluciente, organizada, luminosa y optimista, y por momentos agobiante, oscura,
densa... Entonces
activamos, decidimos correr muebles de lugar, dar una lavada de cara,
pintura nueva, algún toque de color,
abrimos bien las ventanas y dejamos que el aire se renueve, descartamos cosas
que ya no utilizamos y hacemos lugar para las nuevas, entendiendo que aquello
de lo que nos costó desprender, formó parte de tu pasado y te fue llevando
al presente.
Cerrar ciclos no es malo, tampoco fácil, cuando
damos por terminada una etapa, pasa a ser del pasado, comenzamos a hablar de
ella en pretérito, es algo que ya quedó atrás, implica balances y muchas
sensaciones encontradas. Cerrar un ciclo
implica salir de él, ¿entonces salir implica avanzar? En este caso sí,
aunque genera miedos e incertidumbre, pero también trae consigo lo que
mencionaba al comienzo, nuevas ilusiones y proyectos, nuevos aires y nuevos
rumbos...
Llegué con 30 años, casada, una niña de 4 años y una
bebé. Me voy con 50 años, divorciada, tres hijas y un hijo, 24, 21, 16 y 13
años. ¡La pucha que pasamos cosas y pasó el tiempo!
Deseo con el alma, que las personas que te ocupen
sean buena gente y puedan vivirte como nosotros lo hicimos.
Por acá nos vamos
con lágrimas en los ojos y un nudo que estruja el pecho, mirándote desde la
puerta por última vez con tus ambientes
vacíos como cuando recién llegamos. Te
dejo la infancia de mis hijos, gran parte de mi juventud y mil recuerdos.
Partimos renovando ilusiones y esperanzas, a llenar
de vida un nuevo lugar al que pronto seguramente llamaremos hogar.
Gracias
y hasta siempre querido departamento de José Mármol 1525, Florida Vicente López
Georgina,
31 de julio 2024
Grazias
grazias grazias grazias Georgi por compartir con nosotros. Escribís hermoso,
tenés el don de transportar y hacer sentir en la piel todo lo vivido, y se
agradece tu regalo de esperanza: hogar es donde están todos:)
Antes de despedirme dejo una última reflexión… ¿alguna partecita de este texto
maravilloso, no sería un sublime episodio de Relatos Ilustrados de Carolll?
Jijij :D
Que
tengan un gran miércoles y siempre siempre siempre tengan un hogar donde volver
al final del día :)
https://www.instagram.com/georgina.vitullo/
Muchas gracias querida Vero por compartir mi sentir! Un honor para mí estar en tu blog 💞💞💞
ResponderEliminarHermosa Georgiiii, sos muy especial y todo el amor que das se siente, se nota, se agradece. GRACIAS A VOS :)
EliminarAy si me siento tan identificada con algunas partes de este texto. Ya la contacto a Georgi. Gracias Vero
ResponderEliminarÑaaaa hermosa, eso, contactalaaaa :)
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