Darlo vuelta: la puntada que dio vida a Tienda Rosaura / Alma Singer

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¡Hola a todos!

Hoy es el Día de la Mujer, una oportunidad hermosa para celebrarnos, ver todo lo que hemos recorrido juntas, y agradecer a aquellas que nos preceden por todo lo que hicieron por nosotras. Es una fecha en la que siempre humildemente convoco a apoyarnos, acompañarnos, respetarnos tal cual somos y potenciarnos; y desde el blog, festejo la fuerza femenina y la unión que tanto nos caracteriza compartiendo la historia de Agustina Giorgio y Francisca Hollmann, creadoras de Tienda Rosaura, una marca de juguetes y kits didácticos que nacen con el deseo de ayudar a desplegar la creatividad. Conocí sus Kits de Bordado gracias a Vero de Iberá Pop Up, la amigable tienda de diseño alucinante de Núñez (queda en Iberá 2017). Vero es un claro ejemplo de generosa mujer que alienta y da vidriera a muchísimos talentos artesanales de todo el país. ¡Qué suerte vivir a pocas cuadras de esta tienda mágica! :D

Tienda Rosaura nace del deseo de sanar. A partir de una situación personal de salud de Agustina, creamos un espacio en el que comenzamos a coser y diseñar como una actividad terapéutica. Venimos del ámbito académico y social y nuestro interés por la infancia, la pedagogía y el arte encuentra en el mundo textil un universo de posibilidades que nos permite vincularnos desde el hacer.

En la nota “Rosaura: vivir para crear”, escrita por María Eugenia Sidoti para Sophia, podemos conocer la historia ejemplar de Agus, que se vio frente al peor panorama posible y lo tomó como una oportunidad para renacer de la mano de Fran. Así comienza la nota de María Eugenia…

En 2012, Agustina Giorgio, una joven licenciada en Comunicación Comunitaria y mamá de Mora, en ese entonces bebé, recibió un duro revés: tenía un tumor cerebral. Su mundo dio un vuelco y, luego de la operación, decidió atravesar su recuperación desde otro lugar. Las prioridades cambiaron −cómo no−, pero no así los sueños. Con enorme entereza, enfocada en sus afectos y con la sonrisa amplia que la caracteriza intacta, sintió que era tiempo de renacer. Entonces, le pidió a Francisca Hollmann, su gran amiga desde la universidad, que le enseñara a coser mientras permanecía internada. Y con el alta médica, las dos se pusieron en marcha para celebrar la vida a pura creación. Así nació Rosaura, una muñeca que primero fue talismán y luego se volvió marca, despliegue de ideas y amor.

En la nota, Agustina dijo…

Rosaura nació de un deseo, el de curarme, y de poder empezar a coser. El momento exacto en el que todo comenzó fue a partir del encuentro entre amigas, Francisca y yo, juntas para acompañarnos. No fue algo comercial, sino terapéutico. Por lo tanto, el origen de Rosaura tiene un peso importante en nuestras vidas, porque ayudó a sanar una experiencia traumática y, a la vez, a crear. Esa vivencia nos fue dando tantas satisfacciones, que decidimos emprender un proyecto para compartir la experiencia Rosaura y creamos la tienda. En un mundo efímero, donde todo se desecha fácilmente, donde hay muchos objetos con poco sentimiento, pensamos en un proyecto donde cada una de las cosas que hiciéramos tuviera un valor. Para nosotras lo tuvo en su origen, desde su gestación lo vivimos así.

Sigan leyendo la nota escrita en junio 2017 por María Eugenia Sidoti para Sophia acá :)

Me emociona la semilla que dio vida a Rosaura, y cómo la fuerza de voluntad, la capacidad de pedir ayudar, y la ayuda que llega a raudales (en esta nota que Carola Birgin hizo de Agus para OHLALÁ pueden leer más sobre el camino que personalmente transitó) fueron los nutrientes esenciales de esta historia. He aquí sus creadoras…

Francisca Hollmann

Soy Lic. en Cs. de la Comunicación con orientación Comunitaria. Trabajo en el ámbito social desde el 2001 en proyectos artísticos culturales. Fundé junto a Gastón Pauls la Asociación Civil Casa de la Cultura de la Calle. Nuestra misión es promover la igualdad de oportunidades educativas y artísticas que mejoren la calidad de vida de niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad de derechos. Coordiné las muestras “En la búsqueda de un lugar” en el Centro Cultural Recoleta, “Umbrales”, “Cielos” y “Hacer visible” en el Centro Cultural Borges. Soy autora del capítulo: “Acotaciones sobre las representaciones de la pobreza” en el libro Resto del mundo. Aníbal Ford y Co autora del libro Casos Concretos. Comunicación y cultura en el siglo XXI. También formé parte del equipo de trabajo del Dr. Aníbal Ford, en donde desarrollamos diversos proyectos de investigación de Ubacyt.

Agustina Giorgio

Soy Lic. en Cs de la Comunicación, me especialicé en Comunicación Comunitaria y estudié en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Mi trabajo profesional tuvo tres aspectos claves: lo social, el arte y la comunicación. Trabajé en Canal Encuentro en proyectos audiovisuales con una mirada educativa e integradora. También en una productora de contenidos audiovisuales, coordiné el Área Desarrollo Social, entre otras actividades. Desarrollé un proyecto vinculado a la lectoescritura infantil en Argentina, Chile y Uruguay, que tuvo como resultado la edición del libro Dar la palabra I y II, de Editorial Planeta. Coordiné la exposición Hacer visible en el Centro Cultural Borges, cuyo objetivo era dar a conocer de un modo artístico problemáticas sociales y el Proyecto El Puente del Programa Humanos en el camino, que buscaba acercar ayuda a grupos vulnerables.

Estas dos nobles mujeres proponen con Tienda Rosaura un espacio de experimentación, reflexión y producción de propuestas textiles que tiene como eje el desarrollo de la creatividad, la revalorización de los trabajos manuales, la reutilización de materiales de descarte y la creación de propuestas para niños y adultos que los ayuden a vincularse con sus posibilidades creativas.

El juego es la actividad más importante en la vida de un chico: es placer, entretenimiento y aprendizaje. Cuando un chico juega reduce el estrés, mejora la concentración, transmite felicidad y estimula la imaginación. A partir de esa premisa diseñamos juguetes y talleres didácticos para cada etapa del crecimiento. En una sociedad que tiende al individualismo, la inmediatez, lo efímero, al uso excesivo de la tecnología en los niños, buscamos revalorizar el juego, respetando sus tiempos, con propuestas complementarias a las nuevas tecnologías.

Agus y Fran no sólo proponen productos hermosísimos destinados a materializar esa visión de marca, también brindan talleres de bordado para niños, adultos, familias, escuelas, centros culturales y donde sea las convoquen para conectarse con este maravilloso oficio…

¿Por qué bordamos? Porque bordar es recuperar el tiempo. El tiempo del hacer, el tiempo para nosotros, el tiempo del disfrute. Bordamos para hacernos presentes en nuestro tiempo.

Bordar nos conecta con algo mágico que sucede y quedamos cautivadas por ese hacer. No se trata de aprender puntos o técnicas sino de explorar una nueva manera de expresión, un decir sin palabras, un trazo que se construye con apenas un pequeño movimiento de la mano, que se reitera una y otra vez, pero que en cada puntada se transforma y da origen a algo nuevo.

Yo siempre fui una enamorada del bordado, lo admiro muchísimo y es la técnica artesanal que más me gusta, al punto que este año con Dindu compramos aguja e hilo para bordar: ella lo que sea, yo su nombre en su ropa del cole :) El paquetito sigue cerrado, no hicimos nada todavía (apestoooo, bue, basta de látigo Verónica: estamos teniendo fines de semana muy activos y en la semana no llegamos y ya), pero es una promesa a cumplir feliz, cuando sea podamos, de forma autodidacta y bien casera :D Yo me acerco al bordado desde un lugar de fan total y con mi hija porque nos encanta explorar cosas juntas, pero Agus y Fran saben que el bordado es mucho más que un juego…

Los niños necesitan desplegar su creatividad más allá de la virtualidad. Crear sus propios juegos es desafiante y pocas veces atraviesan un proceso de construcción de principio a fin. Es en ese proceso que sucede el aprendizaje. Para ellos la costura y el bordado no cargan con ningún prejuicio de género. El acto repetitivo de bordar un punto, hace que el tiempo vuele. Nuestra propuesta es inclusiva, todos puedan participar sin conocimiento previo. Quieren saber sobre temáticas ambientales y rápidamente esa información circula entre sus pares.

Que cada uno a su ritmo y dentro de sus posibilidades se anime a indagar en el lenguaje del bordado. El trabajo con las manos tiene un gran valor pedagógico en el desarrollo de un niño y refuerza sus habilidades. Lo ayuda a explorar y mejorar su motricidad fina, su coordinación, la orientación espacial y la lateralidad. Estimula su imaginación y pensamiento. La naturaleza rítmica y repetitiva de bordar favorece la atención plena y la consciencia del aquí y el ahora, con todos los beneficios que puede proporcionar para los chicos en la actualidad. Se trata de atravesar por el proceso creativo juntos y que cada uno haga su propia experiencia.

¡Me parece hermoso chicas! Si a ustedes también, pueden contactarlas para charlar más por mail tiendarosaura@gmail.com o celular: Fran 11 6856-7454 / Agus 11 5470-0703 ;)

Para ir cerrando, vamos a celebrar los grandes logros de las chicas…

Diseñamos y producimos para el Museo Nacional de Bellas Artes; expusimos en el Centro Cultural Borges; ganamos la Beca Creación del Fondo Nacional de las Artes, uno de los organismos más importantes relacionados con el respaldo y desarrollo cultural a nivel nacional. Obtuvimos el Fondo Semilla. Participamos en MICA. Recibimos el diploma al Emprendedor de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

Y claro, vamos a celebrar al mayor logro: que hayan niños, adultos y familias que se sientan acompañados en el proceso de crecer y descubrir sus propias capacidades y creatividades, con muñecos que se puedan abrazar, agujas que puedan dar buenas puntadas, talleres que los hagan conectar con ellos mismos y en comunidad…