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| PLAYLIST ALMA | Arrival
At Netherfield – Dario Marianelli, Jean-Yves Thibaudet (Pride and Prejudice OST)
¡Feliz
lunes!
Conozco a Ale, Alita de Pollo (así la tengo
agendada en mis mails), Viola Violeta, desde tiempos del blog (su último posteo es de 2016 pero podría
haber sido de ayer). Siento un cariño entrañable por ella, y nuestros ríos,
cuando no era online, siempre se cruzaron en Tigre. En el viejo Boulevard
(linkeo su blog y no su IG porque su corazón quedó intacto ahí, ji), en Don Toto, en Cultura Retro. No es casual
este listado de lugares (que, btw, son amores y pasiones de Sole Benvenuto): la
celebración del pasado, de las raíces, de lo bien hecho, de los materiales
nobles, de lo que lleva su tiempo
y se respeta como tal, es algo que
resuena mucho en Ale también. También resuena fuerte la familia, el disfrute, el
gozo de la vida cotidiana, ¡y de
compartir esa alegría! Es algo que vive y late fuerte en Casa Ruchi, la casa familiar que además es un amorosísimo Bed & Breakfast.
AMOR
define a este lugar: amor como se abre, brinda, nutre,
cuida y comparte. Y de yapa, es una casa
histórica espectacular, es un legado abierto a todos los que nos queramos hospedar y/o vivir sus experiencias,
como los tés en el jardín que
propone Ale junto a su sobrino Matías de Pan Comido.
Bueno, hace un
puñado de días, crucé el río y fui a visitar
a Ale con Anita y
Carolll, ¡lindas las
tresssss! Ya entrar en esa casa fue un lujazo. Ahora, recorrerla, conocer su
historia, palpar su calidez de primera mano, ¡y también desayunar!, fue
demasiado, nivel we’re not worthy! Fue una mañana sumamente especial, de esas que alimentan el
alma y le dan sentido a todo. Vuelvo a esto: la familia unida, el disfrute por la vida misma, la dedicación genuina
por el otro, y el saber compartirlo todo, ES TODO. Ahí está la esencia de
Casa Ruchi. Lo que sigue en este post es un humilde homenaje a tanto amor…
Dorita y Jorge, mamá y papá de Ale, compraron esta casa hace muchísimos
años. Y hace un montón de años también se encontraron con una necesidad y con
su solución también. Un viaje a Europa les enseñó el concepto de Bed & Breakfast, de familias
abriendo su hogar a viajeros, ¿y qué mejor forma de ayudar a mantener a la
casona Ruchi, no? La primera en animarse a alquilar su cuarto fue Ale, ¡y el
primer huésped fue un excéntrico irlandés
de Cork, que había ganador la lotería! Tanto se enamoró de la casa y de la
familia que decidió afincarse en la Ruchi los 15 días de su estadía. Él llegó
recomendado por un amigo de la familia, y fue el primero de muchísimos más, que
llegan de la misma manera. El boca en
boca cuida este tesoro de Tigre, de la hostelería en general. Y toda la
familia cuida este hermoso lugar.
Vamos
de paseo…
Los primeros 10
minutos de la visita estuve en éxtasis, así que me avivé de encender la cámara
ya en el primer piso, en el primer cuarto, el que fue de Ale y se abrió al amigo
de la isla esmeralda hace 28 años (aprox.). HOLA entrar en la dimensión de Jane Austen…
Desde la
entrada se ve la mano de Ale, sus creaciones, su forma de dar abrir los brazos
a todas las visitas…
Esta es
la recepción de la casa. ¡Qué acogedora bienvenida! Y prepárense, que voy a
hacer abuso de las palabras acogedor
y calidez :D
La terraza
que da al frente, al río… enamorada de ese lugar, una pava que no saqué casi
fotos. En este reel
vean alguito más, con el mantel bailando con el viento.
¡El baño
de este lado de la casaaaa! Se alquilan habitaciones con baño compartido. Y este te lo
comparto con quien quieras, CERO DRAMA si le copa la comida especiada a tope y
visite al trono más de 3 veces por noche. Adelante, por este baño, ¡me banco todo!
En este
cuarto me imagino a Lizzy y a Jane a pura risitas cómplices. ¡No puedo dejar de
verlas, y a sus hermanas, en toda la casa!
Una sala
de estar, común, acogedora, con un mueblecito donde los huéspedes pueden
encontrar té, tazas, y galletitas caseras, para comer a la hora que sea. En este ambiente pasan cosas así y eso me emociona, como me emociona que a Ale la conmueva :)
Hay
cuadros de Ale, cuadros de otros, ilustraciones de los menús a bordo de Air
France enmarcados, textiles acogedodores y texturas en cada rincón…
¡Y el
otro baño del primer piso por favor!
La
terraza que da al contra frente, ¡al glorioso jardín!
Cuando
bajamos, fuimos a la tienda de Casa Ruchi: hay mermeladas caseras, miel, gloriosas
horneadas hechas ahí mismo por Ale, y objetos hechos a mano por amigos de la
casa.
Otro
ambiente, antesala de la cocina…
¡El desayuno!
Ale
advirtió que no desayunáramos antes, sabe muy bien todo lo que hay siempre en
su mesa, para su familia y sus huéspedes. Sus panes caseros (el de brioche
ruega que lo comamos con manteca), sus huevos a la plancha, jamón y queso como
los hubiera puesto mi abuela Aña, frutas frescas, pepitas y scons caseros (POR FAVOR TUS HORNEADAS ALEJANDRAAAAA, ENLOQUEZCOOOOOOOO DE RICAS), limonada hecha
especialmente para servir en el momento, café y té… todo este festín fue para
nosotras, fiel al espíritu de todos los desayunos del lugar. Siempre hay
variedad, abundancia y amor en la puesta: Ale enciende una vela, pone los manteles
y usa vajilla antigua sin ninguna presunción. Todo tiene ese amor de madre, que
sabe muy bien como mimar a cada miembro de su familia.
Después
de la panzada seguimos…
¡El jardín!
Gran
gloria de la casa y de la familia. Ahí conocí a Dorita, trabajando en una
maceta :) Acá se brindan los tés en el
jardín, a los que todos podemos asistir. Sólo hay que estar atentos a las
fechas y a llegar temprano, que no se reservan mesas ;) Acá también se celebran eventos privados.
El arco
del amor, el horno de barro, la playita para sentarse en buena compañía, el
quincho que se usa para familia y huéspedes también, ¡las gallinas custodiadas
por un noble caballero! ¡Y mala mía! Me faltó sacarle foto a Picasso, el hermoso
miembro de la familia de cuatro patas.
La
chochera de estas dos habilidosas artesanales con este locker del Club Rowing
que Jorge recibió como regalo, ¡otra que Disney! :p
La mañana se pasó
volando, ¡pero se disfrutó tanto! ¡Tanto tanto tanto! Gracias totales Ale y
familia por abrirnos la puerta con tanta calidez y generosidad, gracias por
demostrar que compartir es el camino,
que todos podemos encontrar un lugar amable donde sentirnos como en casa, ¡y
que para lograrlo sólo hay que HACERLO! Se siente el amor en cada ambiente, en
cada detalle, en cada gesto. Se siente una buena familia, unida, que busca dar
lo mejor, siempre. Gracias por ser ejemplo de valores y cosas buenas. Grazias
grazias por todo :) ¡Y gracias Anita y Carolll por coparse con mis
autoinvitaciones random! :D
Espero
que sientan todo el amor que siento yo en este momento, ¡que se les pegue y que
les regale una semana amorosaaaaaa, claro que sí! :D
¡Gracias
a todos por su visita al blog!
https://www.instagram.com/casaruchi1893/
Google Maps.
Fotos por Vero Mariani.
Ay ay que belleza todo me recuerda a mi Maisonnette , voy a ir ❤️
ResponderEliminarQué bueno que te recuerde a algo querido para vos, andá y después contame :D
EliminarAy Vero qué emoción leerte, es maravillosa tu descripción de todo Ale!
ResponderEliminarÑaaa, honrada con tu comentario querida Carollll y compi de aventura :) ¡Te quierooo!
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