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Pequeño Paraíso – Ely Guerra (OST Vacas Vaqueras)
Sí, mi
hija comanda mis recientes elecciones musicales, pero esta canción tiene
calorcito de hogar, como el que estamos por conocer ahora ;)
Como la Comunidad Cacharrera es una bendición, gracias a ella (y a su fundadora, mi querida Fer
de ROSACHINA DECO Mercadito Vintage) conocí a Flavia y a Julio de María Pulgas.
Corría el año 1820… ¡ahre! (pará, ¿lo escribí bien?). Naaah, fue hace un mes y
monedas seguro, días felices en los Rosachinos estaban de festejo cumpleañero y
poseídos por el espíritu de Papá Noel, haciendo sorteos de un montón de regalos
hermosos aportados por marcas amigas. Sentí un flechazo de amor cuando vi el botiquín
que Flavia había intervenido y puesto en amor (sí, en valor, pero se sentía más
la puesta en amor, jiiii) para regalar. Eso me llevó adonde estamos hoy:
celebrando un gran hallazgo de reciclado, de vida agradecida y de rincones
llenos de encanto…
Flavia y Juli nos
dan la bienvenida en su muy amada María Pulgas anunciando que son recicladores seriales, que hay venta de muebles y objetos recuperados del
aburrimiento (¡amo amo amo eso!) y que realizan trabajos a pedido, dato casi obligado para todo aquel que ama reciclar
y se muere por nuevos desafíos determinados por el destino ;)
Cuando entré por
primera vez en su feed sentí que toda esa descripción saltaba a la vista y
además, como mencioné antes, hay una fuerte impronta de la puesta en amor de
cada materia, cosa y mueble que llega a sus manos. ¡Quería saber mááááááás! Y
acá estamos todos juntos, conociendo la
historia detrás de muchas bellas cosas…
Flavia y Juli se
conocieron porque el destino quiso que se conocieran (y que se conocieran en la
empresa donde ambos trabajaban). El famoso “destinado el uno para el otro”
aplica con aplausos para ellos, y lo más lindo es que es una historia de amor
que surge de, bueno, de lo opuesto. Digamos que el comienzo sombrío encontró un
final feliz que de final no tiene nada: cada día se renueva, así como se
renuevan las cosas que entran en el taller de Flavia ;)
Él
alquilaba en Santos Lugares y yo en viva en Merlo, pero desde ahí no nos separamos
más. A mí me despiden y con esa plata decidimos arrancar a construir esta casita del amor, casi todo está hecho con nuestras manos. Juli miró mil videos de
YouTube (cómo hacer una escalera ajjajja), empezamos a comprar herramientas y,
como no teníamos un mango, cirujeamos a full. Arreglamos todo lo se podía: ventanas encontradas en la calle,
ventanales de hierro corrido… todo en condiciones tremendas pero baratos jajaja
Fue
capacitación pura hacer esta casa: aprendí
cómo restaurar, usar todas las herramientas, pintar, tapizar, etc. etc. etc. Juli
hace electricidad, plomería, carpintería y lo que no sabe, ¡lo busca y aprende jajaja!
Hay amor en el
compromiso de construirla, en el tiempo dedicado a aprender (con mucha prueba y
error seguro), en los detalles que la hacen única y muy amada. Eso me lleva a
compartir un post de Flavia de enero de este año, cuando todavía podíamos salir
de casa sin tapabocas…
Volviendo a casita, después de
varios días de intenso trabajo de asistente-
Acá estoy en mi mundo, mi hogar,
mis plantas, la sombra del tilo...unos mates
Agradezco haber aceptado este
desafío que me encanta y además hace que valore más estos momentos.
Me crucé con gente maravillosa,
me reí muchísimo, transpiré un montón.
Trabajé contra reloj.
Así que ahora modo
slow
Que tengan un hermoso finde...
Lo mejor de la vida
son cosas que no se compran, son totalmente gratis
Volviendo a su
historia, nos enteramos que hace seis años nació Macarena, la primera nieta,
ñaaaaaaaaaaaaa…
Abuela
babosa trabajando en comercio no tenía mucho tiempo así que dejé de trabajar
para poder cuidarla (después vinieron dos más: hijo del medio y otra vez hija
mayor). Empecé mostrando mi cocina en IG y acá estamos, los @mariapulgas…
¡El destino sabe
lo que hace! :D Y Fla y Juli también :D Sus días pasan llenos de color,
creatividad y amor en su casa amada, que siguen construyendo juntos (cuyos
avances comparten en Instagram y Facebook), y Flavia (a quien pueden conocer más y más en este post),
continúa su hermoso reciclado y rescate del aburrimiento de objetos, muebles y
materiales que ojos poco despiertos podrían pasar desapercibidos.
¡Hasta hace
sueños en miniatura!
Si quieren
contactarse con ellos, están detrás del mail de Flavia: flaviademerlo@hotmail.com. Sugiero
que lo tengan a mano porque, cuando quieran reservar alguno de sus tesoros
reciclados, ¡van a tener que apurarse, que vuelan! :D
¡Muchísimas
gracias chicos por compartir lo que aman y su amado hogar! Y gracias totales
Fer por presentarme a este dúo que vive feliz en su pequeño paraíso :D
María
Pulgas
Todas las fotos de
este post pertenecen a María Pulgas.
Hermosa nota.Lindisima la casa jipi de los mariapulgas.Exitos!
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