PLAY | PLAYLIST ALMA | Love Too Much – Keane
¡Qué lindo
díaaaaaa, qué bueno comenzar la semana corta de Alma con éste post! Tenemos
familia, tenemos complicidad y diversión, tenemos historias, tenemos pasiones y
POR EL AMOR DE YISUSSSSS, tenemos vajilla vintage que es una locura de linda.
Y acá voy a hacer
una aclaración: no toda la vajilla vintage es linda. He visto puestos en
mercados donde pasás los ojos, sangran un poquito, y te vas corriendo. No es
taaaan común que todos tengan TODA VAJILLA LINDA, pero sí es de esperar cuando
visitás A la bartola, tanto en redes sociales (Facebook e Instagram), como de
forma presencial, en su showroom (donde todavía no tuve el gusto de ir) o
cuando te encontrás a la marca en, por ejemplo, Cultura Retro,
el mercadito de antigüedades bajo el sol más lindo del mundo (paso chivo: ¡próxima
fecha sábado 5 de octubreeeee!). Y lo más lindo es que A la bartola no es solo
una cara bonita, detrás tiene una familia copadísima muy buena onda y muy
apasionada por la búsqueda (y conquista) de objetos con historia. Hoy cuenta la
propia Dulce, socia fundadora de A la bartola (comparte el cargo junto a su
madre, La Socia).
Fotos
por Vero Mariani en Cultura Retro.
“A
la Bartola” es sinónimo de “a la que te criaste” o “a la san fasón” (del
francés, sans façon, sin un por qué). Para nosotras, así sucedió este hermoso
emprendimiento, de manera inesperada, y como todo lo que recién arranca, atolondradamente.
Allá
por el 2016 mi madre – La socia
- y yo, revistas de decoración de por
medio, charlábamos acerca de la cantidad de vajilla que acumulamos en nuestras
casas y de cuánto nos gusta armar mesas felices, recibir invitados o simplemente agasajar.
Esto es, inevitablemente, lo que transmitimos día a día a nuestros
clientes/amigos/seguidores. ¡¡Con mucho confetti!!
¡Sí, tal cuaaaaal!
La mesa de A la bartola en Cultura Retro (que es donde yo siempre los
encuentro) es una eterna fiesta de confetti, color y detalles deco que
potencian la belleza de la vajilla que Dul y La socia generosamente traen
(siempre pienso lo mismo: ¡¡¡esta gente podría quedarse con todo lo que
encuentran y no, la ponen a disposición del público!!! ¡Eso es generosidad y
solidaridad con colegas fanáticos de la vajilla vintageeeeeeeee!).
Rápidamente
sumamos a nuestro equipo al famosísimo empaquetador, cadete, “multitask” – Papá – o El Vasco para los conocidos,
ganador de elogios por su excelente paquetería, paciencia (¡¡que está rodeado
siempre de mujeres!!) y rapidez.
Como
somos una gran gran familia, afortunadamente, mis hermanas (sí, ¡nos han
confundido seguro!) siempre ayudan en lo que haga falta: ya sea acompañar,
vender, hacer mate durante las ferias, posar para fotos o prestar sobrinos para
ello.
Paréntesis rápido:
¡¡¡¡Ro de Coquinaria Argentina es hermana de Dulceeeeee!!! (Se acuerdan, ¿no?)
¡¡¡Y recién até estos dos cabos creativos hace un par de semanas, jaaaa!!! Me
alegró tanto la coincidencia, y para rematarla, Dul me contó que las cinco
hermanas son emprendedoras. ¡Ahora quiero conocer las marcas de las tres que me
faltan! :D
Desde que tengo
memoria mi papá colecciona cosas. Podemos afirmar
que, con el paso de los años, se transformó en un experto. Creo que esto nos pasa a todos los apasionados por lo
vintage: nuestra búsqueda nunca acaba.
Su lema sería algo parecido a “los objetos no deben ser restaurados”. Lo vemos
cada día buscar incluso el mismo objeto pero con el mejor estado original.
De
chica, recuerdo perfectamente que impulsaba a mis hermanas y a mí a tener una
colección de algo, yo coleccionaba
tarjetas telefónicas… (¡sí! las que se usaban en los teléfonos públicos).
Al mismo tiempo, disfrutaba; y aún lo hago, escuchar la historia de cada cosa que guarda un lugar especial en casa.
De dónde viene, cuándo se usó, cómo llego a nuestras manos, y el más
importante, para qué se usaba. Hoy, quienes han tenido la oportunidad de
acercarse al Showroom, saben que nosotras hacemos
algo parecido.
Mamá no se quedaba
atrás. Desde chiquita que escucho
siempre la historia: desarmaba el vajillero completo de la abuela y armaba
mesas de té, las decoraba, para luego vender cada utensilio, a sus hermanas,
claro. Cabe decir que, este escenario era posible hasta que escuchara el grito
de mi abuela de “¡no rompas nada!”. Imagínense, en las épocas donde para el casamiento se regalaban juegos de té,
café, ¡y quien sabe qué más!
Como
resultado: el eterno “tire y afloje”
entre papá y mamá; donde ella diría “Eso se vende”, “¿Para qué querés comprar
eso?”. Pero cuando se trata de vajilla, ahí es cuando ella encuentra su punto
débil y diría algo como “Eso quizás se
quede en casa”. En otras palabras, yo
los veo como dos verdaderos apasionados. Más allá de sus gustos, hoy visitan remates, viajan, recorren pueblos
y van siempre atentos a lo que puedan encontrar. Aunque la socia admite que
lo que más le gusta es la “mise en scene”: organizar
y ubicar cada objeto antes de ser puesto a la venta.
Fotos
por Vero Mariani en Cultura Retro.
Nuestro
objetivo es acercar a la mesa de todos los días objetos únicos del pasado; proveer exquisitas colecciones de
loza, porcelana, blanquería.
Para
lograrlo, seleccionamos cuidadosamente cada unidad que ingresará a nuestra
tienda. Cada cosa que vendemos es única, por eso sabemos que cuando se vende,
no va a volver algo parecido. Despedimos
cada hallazgo con sensaciones de alegría y nostalgia.
¡Gracias chicas
por desprenderse de tantas tantas tantas piezas TAAAAAAAN divinas! Apreciamos
su esfuerzo :D
Nos
sumergimos en este nuevo emprendimiento donde trabajamos todos los días para conocer la historia de los bártulos,
enseres, para saber qué adquirir y así poder venderlo bien. Como consecuencia
de esto, nuestros distintos canales de venta (online, presencial) se convierten
en un lugar donde la gente charla, se toma su tiempo, mira. Amamos compartir lo que nos gusta.
¡Y nosotros amamos que lo compartan,
son lo más de lo más! ¡Gracias familaaaa! :D
Vamos al grano,
que sé que se están impacientando por estos datos: pueden seguir A la bartola
en Facebook y en Instagram, contactarlas por mail alabartolaweb@gmail.com y por dos
vías más, WhatsApp: 11 5744-6393 y Teléfono: 11 5411-4362 (¡sostengamos este
hábito retro!). El showroom se encuentra en Martínez, provincia de Buenos Aires,
y si les queda un poquito a trasmano, no pasa one: Dul, La Socia y Papá hacen
envíos amorosamente envueltos a todo el país :D Disfruten este datazo, elijan
vajilla que fue apasionadamente elegida por ustedes y celebren que pondrán en
su mesa muchísima buena onda :)
¡¡¡Muchas
gracias chicos por compartir su historia y muy bienvenida A la bartola a Alma
Singer!!!
A
la bartola
WhatsApp: 11 5744-6393
Teléfono: 11 5411-4362
Showroom con cita
previa (Martínez, Buenos Aires).
Hacemos envíos a
todo el país
Todas las fotos de
este post pertenecen A la bartola, menos las cuatro fotos que saqué yo en
Cultura Retro (están acreditadas).
Vero! Gracias a ese "don de soltar" que mencionás, en casa viven algunos bellísimos hallazgos de A la bartola.
ResponderEliminarDesde que los descubrimos en Cultura Retro (movida que amamos con el alma), siempre pasamos a visitarlos y algo se nos pega. Doy fe de la buenísima onda de esta familia y del mimo que pone el "empaquetador" en cada uno de sus packagings.
Buen miércoles!!!
jajajjaa hola Andreeeee, ¡te imagino con las manos llenas de bellezas de A la bartola! jajajaja! Qué buena onda, gracias por ampliar lo buena onda que son, ¡sos comentarista clienta autorizada jaajaj!
EliminarBeso enorme linda y gracias por comentar, ¡qué mimo retro! jajaja!