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| PLAYLIST ALMA | Bolsas en la Plaza - Bigolates de
Chocote
Aguante
la creatividad puesta a función de enseñar valores, derechos y responsabilidad
ciudadana :D
Reitero lo que
expresé para acompañar la canción de hoy: aguante la creatividad puesta a
función de enseñar valores, derechos y responsabilidad ciudadana. Aplica
perfectamente a nuestro tema de hoy, a un admirable emprendimiento que nació
del deseo de Laura Szmoisz, fundadora de Mawi, de hacer un mundo más justo. Literal. No encuentro
misión emprendedora más noble que esa, y para tener un objetivo tan
determinante (y necesario), tiene que haber una gran mujer detrás. Con una
hermosa historia. Y una agradable forma de contarla. Leamos a Lau, disfrutemos
su misión y mirada…
Cada
proyecto tiene su historia. La mía es una historia sencilla, con una idea que
fue tomando fuerza y quiere llegar muy lejos: mejorar el mundo. Crecí en un barrio tranquilo, jugaba en la vereda
y pasaba los veranos esperando escuchar al vendedor de helados desde el balcón.
Tuve una infancia feliz. Me recibí
de abogada (obtuve el diploma de
honor), trabajando durante toda la carrera, y luego realicé posgrados en
Argentina y en el exterior (como becaria de O.E.A.). Trabajé en organizaciones públicas y en empresas internacionales,
pero hoy lo hago en forma independiente, o libre
como prefiero decir. Estoy casada y
tengo la fortuna de ser mamá de dos nenas maravillosas.
Hoy
traigo los recuerdos de mi infancia
y no puedo evitar reconocer que cosas que daba por sentado, son en definitiva
aquellas bases sobre las que pude
construir mi propia familia y una vida digna.
Sin saberlo, viví
una infancia de derechos cumplidos. Siendo mamá, en un
mundo cada vez más complicado, muchas veces hostil, me esfuerzo en darle a mis
hijas lo mismo que recibí: el amor de
una familia contenedora y respetuosa, educación, asistencia, alimentación,
posibilidad de juego.
Escribir
cuentos empezó como un juego con ellas y fue creciendo en busca de un objetivo mayor. Me fui dando cuenta de la capacidad que
tienen los chicos de tomar conciencia de sus derechos a través de la lectura y
del juego. Estoy convencida que podemos darles más herramientas para hacer
valer sus derechos y generarles un futuro mejor. También para mirar el mundo de
una forma más empática y activa cuando vean que esos derechos, que aprendieron
y sienten propios, no se cumplen. Creo
que el conocimiento es, sin dudas, el motor del cambio y con este proyecto
busco generar herramientas para lograr una sociedad más justa y tolerante.
Muchos
me preguntan por qué emprender este proyecto ahora ¿justo ahora?. Y yo me
pregunto si acaso hay un momento ideal para emprender. Nací y creí en
Argentina. Este país recibió a mis abuelos, les dio trabajo y la posibilidad de
un futuro mejor. Con el esfuerzo de
ellos y las generaciones que siguieron fuimos progresando. Es en honor a
ellos y con la mirada puesta en el futuro que quiero emprender esta tarea. En
la vida de un país, 5 o 10 años no es nada. Sin embargo, es la infancia entera
de mis hijas. Toda la familia me
acompaña en este proyecto desde hace tiempo y estoy convencida que dejará una
huella: de esas que dicen que siempre vale la pena el esfuerzo, el intentar
ir detrás de los sueños, el de tratar de progresar día a día a pesar de las
dificultades. Si siembro esa semilla ya estoy feliz. Por eso emprendo ahora.
No me ven pero
estoy parada y aplaudiendo con entusiasmo. Hay tanto bien en esta historia,
tantas cosas que comparto de la forma que Lau tiene de ver la vida y tanto para
celebrar: que alguien emprenda con un fin superior sin dejar que gane el
contexto nacional es digno de ovación. ¿Y saben qué más sigo aplaudiendo? ¡Los
frutos materiales de este deseo de hacer un mundo más justo!
Tengo en mis manos
a “Torre de cerezas” / “¡Quiero mi nombre!”, uno de los tres libros dobles HERMOSÍSIMOS
que Lau ideó y escribió, y que Florencia Figueroa diseñó e ilustró. No sólo es
HERMOSÍSIMO en todo lo que puede ser HERMOSÍSIMO (historia, forma de contarla,
rima atinada con gran enseñanza, colores, ilustración – escenarios, personajes,
detalles visuales que alegran el corazón –, diagramación en la página e
impresión), ¡también es interactivo! Tiene
dos planchas de stickers HERMOSÍSIMAS para que los chicos aporten a cada
cuento, dónde y cómo quieran. Estas dos planchas vienen zafando de las manitos
dindinescas, que si no ¡madre mía!, tengo stickers reventadas en cualquier superficie
insólita de la casa y sí, ok, que sea libre y haga lo que quiera, ¡pero es que
son tan lindas! Sería una picardía usarlas en el piso flotante debajo del
sillón :p En fin. Tengo una HERMOSÍSIMA
publicación en mis manos y con todo mi corazón recomiendo que seamos muchos más
con estas HERMOSÍSIMAS ediciones en manos de nuestros hijos.
He aquí el quid de
la cuestión Mawi…
Se
trata de una colección de libros infantiles inspirados en derechos de la
Convención de los Derechos del Niño de la ONU, reconocida por todos los estados
latinoamericanos y que cumple 30 años en 2019. Están pensados para chicos de
entre 4 y 8 años, y pueden personalizarse para que incorporen, a través de
stickers, sus propios personajes, sus nombres y todo lo que quieran para
hacerlos propios. La colección de Mawi Cuentos incluye tres libros con dos textos cada uno: en seis cuentos, los
chicos pueden identificar y aprender sus derechos.
Para
armar la colección, su autora Laura Szmoisz escribió durante un año seis
cuentos inspirada en cómo responder a
los chicos cuáles son sus derechos y cómo reconocerlos. Así, ideó textos
vinculados con el derecho a tener una
familia, a la privacidad de la
correspondencia, al juego, a crecer en un medioambiente sano y al
derecho al desarrollo de la personalidad.
El diseño y las ilustraciones estuvieron a cargo de la diseñadora e ilustradora
Florencia Figueroa.
El
objetivo es acercar una actividad lúdica, a través de la cual el pequeño lector
pueda internalizar conocimientos en materia de derechos. Los textos incluyen
una explicación del derecho con el que se vinculan a modo de guía para el
adulto que acompañe la lectura.
Les juro que la
emoción ganó terreno en mis ojos cuando leí por primera vez la explicación del
derecho impreso en la introducción de cada cuento. Además de ser cultora de los
derechos humanos para todos, soy dueña de ojos de mamá. Pienso en Jazmín y en
mi deseo profundo de que viva siempre rodeada de amor, con plena libertad para
que sea quien quiera ser, y que sea libre en un mundo realmente justo. ¡Gracias
Lau por tanta emoción, gracias por hacer lo que hacés!
Como buena fan de
este emprendimiento personal hecho a todo corazón y pulmón, dejo la síntesis de
los cuentos de esta colección:
La torre de cerezas:
se vincula con el derecho que todos los
niños tienen de crecer en el marco de una familia en un ambiente de felicidad,
amor y comprensión. El cuento relata la expectativa de una reunión familiar. La
preparación de una sorpresa que de pronto se arruina y, luego, la forma amorosa
de superar esa frustración a través de una idea divertida que surge en el seno
de la familia.
La gotita viajera: nos lleva a explorar las emociones y al
derecho de los niños al desarrollo de su personalidad, acompañándolos desde los
vínculos basados en el amor, la contención y el respeto. En esta historia, una
gotita de tristeza quiere explorar nuevas emociones y se va de viaje. En esa
aventura conoce la alegría, la diversión y el amor.
El otoño tiene que parar:
resalta la importancia de inculcar al
niño el respeto por el medio ambiente natural y el derecho de todos de gozar de
un ambiente sano. Este relato habla de la sabiduría de la naturaleza, basándose
en el respeto y la comprensión. La frustración de ver cómo caen las hojas en el
otoño se transforma en un “tiempo de espera” divertido en el que también se
puede disfrutar.
Ebelu Parata: destaca el poder del juego infantil, como
una necesidad y como un derecho, pues los niños construyen su mundo a través
del juego. En este cuento hay una feria de juguetes muy esperada, pero no
resulta tan espectacular como los niños se imaginaban. Aquí los niños
redescubren la felicidad del juego simple y entre amigos.
¡Quiero mi nombre!: nos invita a reflexionar sobre el derecho al
nombre, a tener una identidad desde el mismo momento del nacimiento. Los niños
deben ser inscriptos inmediatamente después de su nacimiento y tendrán derecho
a un nombre y a adquirir una nacionalidad. La historia nos lleva a una clínica
donde nacen los animalitos del bosque. Atendida por Margarita, todo funciona a
la perfección. Sin embargo, un buen día las cosas se complican y Margarita,
agotada, quiere esperar un tiempo para anotar los nombres de los recién
nacidos… ¿qué pasará?
Un pueblo llamado Lejano:
en esta época en que la mayoría de los
mensajes se envían en forma digital, no debe pasarse por alto el derecho a la
inviolabilidad de la correspondencia. Ese derecho incluye por su puesto a los
niños y los protege frente a injerencias arbitrarias o ilegales en su vida
privada, su familia, su domicilio o su correspondencia. En esta historia que
transcurre en un tranquilo pueblo cordillerano, nos encontramos con la paloma
Ramona. Ella debe transmitir muchos mensajes, pero aburrida, decide hacer la
broma más atrevida de su vida.
Los
libros tienen un formado apaisado de 20x24 y aproximadamente 36 páginas. Tienen
encuadernación cocida para facilitar su apertura y poder intervenirlos
escribiendo nombres y personajes, así como pegando los stickers.
¿Y saben dónde se
venden sus libros? ¡Fácil! En su sitio web / tienda online. Lau hace envíos a todo
el país (utiliza Correo Argentino, Glovo, Rappi y otros servicios de
mensajería), también tiene un acuerdo con Cheeky y otros puntos de retiro sin cargo,
y en este link responde otras preguntas frecuentes, aunque claro, la pueden contactar por
mail: mawicuentos@gmail.com :D ¡Ah,
una más! En junio hará una presentación de Mawi, así que estén atentos
siguiendo sus redes (Facebook e Instagram), para enterarse cuándo y dónde ;)
Gracias totales Lau por regalarle a Jazmín uno de
tus HERMOSÍSIMOS libros, y muchísimas gracias más por emprender esta noble
misión de hacer un mundo más justo y consciente de los derechos de los niños :)
¡Muy
buen miércoles a todos!
Mawi
Florencia
Figueroa
Todas las fotos de
este post pertenecen a Mawi.
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