PLAY que parece chivo pero NO es chivo
(cargo nafta de la conchita de mar jajaja). Me encanta la canción y re pega con
este post KM “0” :D
Hace algo más de un
mes me encontré con esta foto de Angie Ferrazzini, creadora de Sabe la Tierra, y el mensaje me dio tanta alegría como admiración. Angie es una mujer increíble,
que tiene pilas para energizar a todo el que la rodea y ha logrado crear algo
más que un mercado sustentable de proporciones épicas (y varias locaciones):
Angie enraizó una cultura respetuosa con el planeta y todos los seres vivos que
la habitan. Su último gran hit, desarrollado junto a los arquitectos Willie
Zorzi y Troels Lerfeldt, y Gullan Lerfeldt (tres amigos de su infancia), es la
Tienda Sabe la Tierra, almacén sustentable y el primer restaurante “Km 0” de la
Argentina. ¿Dónde queda? En Necochea, provincia de Buenos Aires. ¿Dónde vamos a
ir hoy? Yeah, ahí…
Desde
Necochea, la Tienda Sustentable Sabe la Tierra se propone promover la creación de una nueva cultura de
consumo, basada en la confianza de las cadenas cortas, el bien común, el
medio ambiente, el desarrollo local, la vida saludable y la producción
sustentable.
Nace
bajo el concepto de “Km 0”:
que los alimentos recorran la menor distancia posible desde su lugar de origen
hasta llegar a la mesa, fomentando el consumo de proximidad y de estación,
priorizando ingredientes frescos vinculados al territorio y reduciendo la
huella de carbono.
Como les comenté
antes, Angie Ferrazzini (periodista y emprendedora) fundó Sabe la Tierra hace
ocho años, y desde entonces se dedicó a sostenerlos y multiplicarlos
(desplieguen el menú MERCADOS haciendo click acá para ver cuántos hay y dónde están).
Luego hizo volantazo de vida con su familia y se volvió a vivir a su Necochea
de la infancia. Ahí es donde los planetas se alinearon para que ella y tres
amigos abrieran un espacio muuuuuy canchero, muy lindo, donde se siga
promoviendo los grandes valores que sostienen Sabe la Tierra y su imensa
comunidad: cultura sustentable, el
desarrollo local, la alimentación saludable, el consumo de proximidad y el
comercio justo.
Presentamos
un formato que estaba faltando en la Argentina: una tienda donde se le da
prioridad a los productos territoriales y de estación, generando conciencia de
la importancia de apoyar el trabajo de productores de la propia ciudad. Un
círculo virtuoso que estoy segura que impactará en la forma de producir y
consumir.
La
Tienda Sabe la Tierra tiene la característica de contar con góndolas de productos locales y una carta
pensada en función de la estacionalidad y los insumos disponibles en el radio
de los 250km (un mapa de productores predomina en el salón de la tienda con
una leyenda explicativa para que la gente pueda saber de dónde vienen los
alimentos que se ofrecen y cuánta distancia recorrieron).
Entre
los productos zonales identificados
y seleccionados hay más de 200: aceite de oliva orgánico, lácteos, frambuesas,
alcaparras, miel, nueces, verduras de un colectivo de productores hortícolas
locales, limones y naranjas, carne pastoril, pollos y huevos de campo, salmón
blanco, besugo y brótola de pesca artesanal local, cereales, panificados,
frutas disecadas, chocolates, licores,
chutneys, mostazas, dulces, conservas, aromáticas, hongos de pino y cerveza
artesanal, entre otros.
Además de alimentos hay un sector de diseño con cuadernos cosidos a mano, bolsas y manteles
estampados con tintes naturales, almohadones tejidos, individuales, canastas y
cestos de papel reciclado, muñecos y caballitos de tela, velas artesanales,
cuadros, jabones y vajilla de cerámica.
La Tienda Sabe la
Tierra también es un restó, y su carta fue lógicamente diseñada - con la
colaboración de Gullan Lerfeldt - en función de los productos disponible en la
zona y de acuerdo a la estacionalidad de los mismos (cambia según la
temporada).
El
70% de los insumos de la carta es de origen local: “KM 0”. Incluye sopas y
pesca del día y el producto es uno de los grandes protagonistas. Cada tarde el
cocinero tiene como misión visitar a los agricultores locales, recorren juntos
las quintas y cosechan especialmente para su pedido. Los panes son elaborados
artesanalmente y se utiliza harina orgánica de la Reserva Natural Paititi
(Sierra de los Padres, KM 127 de Necochea). Los dulces y la miel que se ofrecen
en postres, waffles y tortas son de producción necochense. Los tostados salen
en pan integral de masa madre. Hay hamburguesas de quínoa y de carne pastoril (Lobería,
KM 49,7 de Necochea).
Otra
de las características distintivas del lugar es que sólo se ofrecen bebidas
preparadas en el momento: limonadas con menta y jengibre, limonada de
frambuesas, jugos y licuados. Los vinos son orgánicos y de pequeños viñedos.
Todo este impecable
contenido se sirve y disfruta en un espacio que se ve divioooooooooooooooo, con
grandes ventanales que reflejan el contexto natural del Parque Miguel Lillo
(único en la Argentina con 640 hectáreas y más de 1.000.000 de pinos), donde
queda la tienda. La puesta estuvo a cargo de los arquitectos Willie Zorzi y
Troels Lerfeldt, del Estudio Willie Zorzi & Asociados, y respeta el mismo
concepto de darle preponderancia a lo local…
Todos
los materiales y tonos elegidos son calmos a la vista y suaves al tacto. Fue
primordial usar maderas como pino proveniente de bosques sustentables para parte del mobiliario, conglomerado de madera
reciclada para los pisos y pallets reciclados para mobiliario y revestimiento.
Las góndolas y luminarias de hierro negro diseñadas especialmente para el lugar
funcionan en perfecta armonía con las carpinterías negras de los ventanales. La
utilización de chapa tradicional ondulada como revestimiento de algunas paredes
ayuda al reflejo de la luz y nos recuerdan a viejos galpones. La iluminación de
led, estilo vintage, dan a la ambientación un tono cálido y acogedor. Tres
luminarias en forma de nido, hechos de palitos de madera, dan un carácter único
y especial al mostrador del lugar. Las sillas, las góndolas y los cajones
fueron diseñados en equipo junto a carpinteros y herreros de la ciudad y
también se eligieron muebles usados para darle una nueva oportunidad a los
objetos. Y como no podía ser de otra manera, el verde también predomina en el
interior: un hall frío con plantas, plantines, crasas y kokedamas dan la
bienvenida al lugar.
¿Qué les parece?
¿Nos vamos ya para allá? :D Eeeen fin, para todos los afortunados que viven en
Necochea o alrededores (seguramente ya conozcan la existencia de este
maravilloso lugar) y para todos los que planean hacer temporada de verano (o un
viaje cuando sea), agenden bien: la tienda abre sus puertas a 8 de la mañana
hasta las 20hs (de martes a domingo), por si quieren ir a disfrutar un
exquisito desayuno, almuerzo y té. También pueden cenar los viernes y los sábados
;) Vayan a disfrutar la frescura de un espacio con una misión muy noble:
brindar un gran momento de la forma más saludable y respetuosa posible…
¡Felicitaciones
chicos por lo logrado y muchos éxitos!
Tienda
Sabe la Tierra
D: Calle 89 N 360
(esquina 8), Necochea, Buenos Aires.
T: 02262-645224
H: Martes a domingo
de 8 a 20hs. Viernes y sábados también de noche. Lunes cerrado.
Todas las fotos de
este post fueron tomadas por Andrea Molina para Tienda Sabe la Tierra.
Hola Vero!! te paso la data de un lugar hermoso para descansar, con mucho verde y paisajes, aire puro, cerca de Capital, baby friendly y para todo tipo de presupuestos :) TANDIL!!! sin lugar a dudas es ideal para lo que estás buscando. Es más, te paso el dato de un apart hermoso, a pasos del dique a donde podes llevar a Dindina a hacer un lindo pic nic. El Apart se llama Azar, sobre la Av. Alvear, es de mi amiga-hermana Vanina Chavez, te dejo el link para que lo visites http://www.apartazartandil.com.ar/ Espero te sirva Vero!!! Besoss
ResponderEliminarMuchas gracias por la sugerencia :) Me re copa Tandil, agendaré el dato de tu amiga-hermana :D <3 Besos y gracias por la buena onda!
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