Mi
odio secreto
Por
Natalia Iscaro
La vida de madre
está hecho de un sinfín de momentos concatenados… De un lado, la siesta
abrazadita a tu bebé, los momentos de juegos en que hacen algo fantástico y
pensamos que son el futuro Einstein, esa frase inteligente que nos tiran de vez
en cuando y que nos dejan desencajados, o ese abrazo y beso espontáneos que nos
hacen sentir que no estamos haciendo todo TAN mal.
Foto por Wilvia.
Fuente foto.
Pero también hay
momentos de los otros… En que no hacen caso, tiran todo, contestan mal, nos
hacen pasar papelones y nos sentimos las peores madres del universo.
Cada una tiene su odio
secreto, y les confieso el mío.
De todo lo que
implica ser madre, lo que más me molesta es que me manchen. De verdad, no
entiendo por qué no puedo pasar una dosis razonable de tiempo con la remera
limpia. ¿Tan difícil es? Salgo con toallitas húmedas y alcohol y todo lo
necesario pero no, el chocolate sale volando a mi pantalón, me tiran tierra,
arena, mocos en la remera, es insoportableeeeeee. Me siento tan poca mujer
cuando estoy roñosa. Cuando me quiero hacer la Valeria Mazza y salgo a caminar
con mis niños y se tiran al piso y lloran y los arrastro y convenzo de ir a
tomar un cafecito y se ríen un ratito y me subo al menor en las piernas y
estamos en ese barcito lindo, en la vereda, y me siento Dios y no, me tira
encima todo el jugo de naranja y desearía que Mi Bella Genio me haga
desaparecer.
Otras amigas también se
confesaron:
“Los gritos. Odio
que griten todo el tiempo, no puedo escuchar mis pensamientos, a veces de
verdad me tengo que encerrar en el baño para poder pensar en lo que iba a ser.
Es algo que de verdad me bloquea. A veces siento que no nací para esto de
verdad. No podría tener otro hijo porque sería enloquecer.”
Victoria, 37, mamá
de Tomás (8) y Sofía (6) gerenta de sucursal en un banco.
“Uffff, la comida.
Odio que dé vuelta el plato apenas servido. Odio darle el vaso con agua y que
lo tire. Odio que golpee el vidrio, entiendo la inconsciencia que tiene por su
edad, pero me estreso de verlo hacer esas cosas y vivir gritando ¡Benja NO!”
Valeria, 36, mamá de
Benja (1) diseñadora gráfica.
“Odio que escupa la
comida de la boca. No lo puedo tolerar. Entiendo que pueda ser normal, pero me
provoca una impotencia enorme porque no lo puedo obligar a tragar. Y odio que
me interrumpan el sueño, ¿vale? Porque no es que me molesta. Lo odio de verdad.
No quiero más hijos por eso.”
Victoria, 37, mamá
de Isidro (6) y Antonio (4 meses), periodista, docente y productora
“Sufro de dolor de
espalda desde siempre. Y no entiendo el tema del upa. El mayor ya tiene 6. Upa,
upa y upa, aun cuando estoy con el cochecito, en el súper, en la calla, en un
cumpleaños, siempre. Es algo que me duele físicamente y me cuesta mucho
hacerles razonar. Además no sé por qué tengo hijos gigantes. Lo odio.”
Sol, 35, mamá de
Benicio (6) y Mateo (5 meses), fotógrafa.
¿Y cuál es su odio
secreto? ¡Compartan!
¡Jajaja! Jazmín
todavía es muy chiquita como para generar alguna situación que a mí me de odio,
pero admito que los patos que lanza cuando está recién vestida toda linda con
ropa planchadita me saca un poco mucho. El odio es conmigo por no haberle hecho
bien el provechito: ¡el karma del vómito y del regurgito siempre me acecha!
Cuenten
qué les pasa a ustedes así entre todos le ponemos risas a nuestros peores
fantasmas. ¡Y los padres son muy bienvenidos a aportar también! :p
¡Muy
buen día chicoooooooooooos!
jajaja me encanta este post, por obvias razones... mi sugerencia es odien felices, es un sentimiento muy liberador!!!
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJAJ carcajadas volvisteeeee, vos y toda tu maldad jajajja! Te quiero tantoooooooooooooooooooo!
EliminarLo del provecho y el vómito es un mito. Poneme mano a mano con cuánta abuela lo quiera venir a explicar. Mito
ResponderEliminarA mí me pasaba siempre, si no hacía su provechito Laura me vomitaba toda la leche.
EliminarOdio no poder dormir bien desde hace cuatro años. Si no descanso bien el resto del día tooodo se me hace cuesta arriba. Romina (38) mamá de Laura (4)
ResponderEliminarLo que yo odio es que no me deje desayunar antes de salir al jardín. Ni aunque me levante una hora antes. Jajaj es como si detectara el olor a café y tostadas, y zas! se despierta!
ResponderEliminarOdio las constantes interrupciones cuando intentas entablar una conversación con alguien más que no sea el niño. ¡Ni hablar si se trata de hablar con tu pareja! Celeste (29), mamá de Julieta (6).
ResponderEliminarOdio tener sueño desde hace 14 años. Embarazada no encontraba posición, después llegó la etapa de amamantar. Más tarde, terrores nocturnos, pesadillas y todas sus variantes. Madrugar para ir al colegio. Ahora empieza la época de ir a buscar a la mayor a fiestas.
ResponderEliminarNo se cuanto tiempo más voy a resistir sin dormir lo suficienteeeeeeee!
PD: también odio no haber podido modificar mis hábitos noctámbulos. Pero bue... después de comer y con la casa en silencio es el momento para la pareja, una serie o un libro. Y eso no se negocia.
Yo odio dos cosas, el desorden, casi que no quiero que jueguen a nada para que no empiecen a desordenar.... Me trasformo en el increíble hulk cuando veo que dan vuelta un canasto de juguetes entero en el piso y las cosas empiezan a rodar para todos lados. Las piso y me lastiman los pies, no las quiero romper, no quiero que se les pierda nada. Ando culo para arriba juntando juguetes todo el día o termino arrodillada tratando de alcanzar los juguetes abajo del algún mueble. Eso me da mucho odio.
ResponderEliminarY por otro lado debo confesar que después una seguidilla de casi 5 años de pañales (porque tengo una nena de 4 y medio y un nene de dos recién cumpliditos y hubo un tiempo que los dos usaron pañales a la vez), en el momento en el que huelo a pañal cagado me agarra un minuto de pico depresivo. Ese pensamiento de "Otra vez? Cuánto puede cagar este pibe en un día?". Y viene el pajarito come cocos y me dice, "mala madre, mala madre, vaya a cambiar ese pañal antes que se paspe", entonces me resigno a cambiar el pañal mientras llora porque no quiere estar acostado en el cambiador, se mueve para todos lados porque se quiere ir, mete la mano, se le embadurna una media, o toda la ropa, tira al piso todo lo que tiene a mano, etc etc....
Comprendo todo, menos lo de dormir. Mis cuatro hijos durmieron siempre toda la noche despues del mes de edad.
ResponderEliminarUff cómo te entiendo!! Escribí una nota sobre el tema hace un tiempo: http://blog.micucumber.com.ar/2017/06/09/reconciliada-con-la-mugre/
ResponderEliminarLo que más odio es que se me paren arriba de los zapatos o zapatillas. Ahhhhhhhh!!!!!
Odio llevar a los cumpleaños. Què manera idéonda de arruinarte una siesta de sábado a la tarde saludando a desconocidos, intentando descifrar cuál es la madre entre el barullo ridículo de un inflable que no te deja pensar. Y después te las devuelven con las medias negras, la cara llena de maquillaje que no sale y una bolsa de caramelos berretas. Me siento muy mala madre cuando las tarjetitas de cumpleaños no me ponen feliz. Ni hablar de encima salir a comprar un regalo que siempre es pedorro o caro. Soy muy mala!
ResponderEliminarAY, odio todo lo que mencionaron en los comentarios! Qué culpa me da!
ResponderEliminarY odio además, con toda mi alma: pisar legos, la falta de silencio, la sociabilización obligada con "mamis" que de otro modo jamás hubiera elegido compartir ni un taxi un día de lluvia a las 6 pm!
Amo tantas otras cosas maravillosas pero ESAS, esas las detesto!
jajajajjajajja las leo y me veo proyectada en el futuro! aaja! Lamento lo que las aqueja pero agradezco que se hayan copado y compartido lo que más odian. Reírnos de este tipo de cosas es como sacarle un poco el peso, ¿no? (bueno, eso y lavarse las manos post cada y mocos por todos lados jajaja). Gracias chicas por compartir y ommmmmmmmm que todo pasa, aunque tengamos que aguantarnos más de 14 años :p
ResponderEliminarjajaja! cHICAS, déjense de ODIAR (que palabra fea!) y piensen que uds. les han hecho lo mismo a sus mamás y. peor, a sus abuelas!
ResponderEliminarCON MUCHO AMOR, ABRAZO A TODAS LAS "FALSAS" ODIADORAS!oooooooooooooommmmmmm!
FIRMADO: LA BISNONNIS QUE PASÓ LAS MISMAS Y, CLARO,NO SE OLVIDA PORQUE HASTA HABÍA APRENDIDO A LEER MIENTRAS AMAMANTABA ¡PORQUE ERAN LOS ÚNICOS MOMENTOS EN QUE ESTABA SENTADA!
Los odios han ido mutando según las épocas... Ahora estaría odiando cuando se pelean en el auto o cuando me hablan cuando estoy hablando por teléfono
ResponderEliminarOdio tener la ropa con mocos, odio bañarlos, odio lavar 40 prendas de ropa por día, odio que mi hija quiera escuchar la bicicleta de Shakira, odio que las maestras de mi hijo menor me miren con cara de que soy mala madre (es el segundo hijo, y es varón. Que esperaban?), odio las boludeces que me piden para el jardín, odio los globos que les dan en los cumpleaños, que duran meeeeses, odio no poder leer.
ResponderEliminarPero bueno, amo a mis hijos (Victoria 4 años, Nicolás 1 año)