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ALMA SINGER TAKE ME OUT

Los pajaritos de Luli Katz

  • 22/12/16 -

PLAY | La Valse d'Amélie – Yann Tiersen


Un gnomo de jardín “abandona” su parcela de pasto, se sube a un avión y recorre el mundo con un solo fin: mandar polaroids de sus aventuras a su dueño, un hombre que vive encerrado en su casa, en algún pueblo encantador de Francia.


Si ese gnomo de jardín fuera un pajarito tierno y rechonchón con una cámara colgada del cuello, la historia sucedería en Argentina y Amélie Poulain se llamaría Luli Katz. ¿Quién sabe? Capaz la versión doméstica de una de las historias más maravillosas contadas por el cine ya está sucediendo en nuestro suelo, con nuestras postales y con el fuerte deseo de alegrar la vida a otros en manos de una artista argentina, una artista de arte en la sangre, una artista de la vida, que la dio vuelta y vuelta para encontrar su voz y su trazo…




Luli Katz soy yo, Lucía Kazanietz. Nací en Buenos Aires pero me crié en La Pampa y me considero porteña a pesar de que cada tanto me como una “h”. De familia de artistas (padre y hermano arquitecto, otro hermano muralista y madre artista plástica) crecí en el ambiente ideal, ¡pero también que difícil sentirse a la par de otros talentos!

Estudié imagen y sonido, y trabajé 10 años bajo el ala de un gran escenógrafo y arquitecto ganador de muchos premios. Participé en miles de obras de teatro, escenografías para TV, locales etc., pero renuncié. Necesitaba un cambio y no me animé a dedicarme a la dirección de arte, y me relajé como productora de TV varios años…

El tiempo pasó y mi pasión por hacer lo que me gusta se depositó en admirar a otros artistas, ¡a tal punto que he organizado viajes en base a los museos que quiero recorrer! Hace poco, después de mucha terapia, algo pasó y mi mano se dejó llevar. Encontré mi estilo, disfruto mucho de lo que hago, pero necesita seguir creciendo. Por ahora es mi tiempo libre, mi segundo ingreso y mi proyecto en crecimiento.


Su tiempo libre se cruzó con el mío hace largos meses en Instagram. Un pajarito por aquí, otro pajarito por allá, otro más con tutú, y de nuevo otro vestido como aviador o tomando café. Los pajaritos me alegraban la vista y mis corazones Instagrameros se disparaban sin titubear. ¿Quién estaba detrás de esta saga de aves adorables, presentadas en fotos para enmarcar? Y ahí fui, a responder la pregunta, a entrar en el mundo de un talento singular…
  

Encontré en las acuarelas mi gran compañía, donde plasmo mi serie de pajaritos y gatitos, entre otras cosas. De tanto en tanto me deleito con algún encargo de amos felices que quieren retratar a sus mascotas. En este crecimiento estoy sacando una línea de cuadritos con mis ilustraciones que ojalá se reproduzcan para llegar a más gente que disfruta lo mismo que yo, ¡que es apreciar y valorar a otros artistas!



¿Y qué inspira a esta artista fan de artistas?

Soy una apasionada por los museos, he modificado rutinas turísticas para visitarlos. Desde los más conocidos como el MoMA y su arte moderno, hasta los no tanto como el Quai Branly, museo etnológico diseñado por el gran Jean Nouvel al costado del Sena en Paris. Aprovecho todo y creo que hasta la muestra más floja tiene algo para aportar.

Ir con mi madre es uno de mis mayores placeres, escucharla me inspira, es la conocedora de arte más grande que conozco y sus relatos frente a cada obra es inspirador, sobre todo porque siempre aporta un dato de color sobre la vida del artista que seguro jamás imaginamos.

¡Quiero sumarme a los tours de Luli y madre! Me recuerda a mi querida profesora Luisa Rosell, y a sus behind the scenes mortales de la historia de la cultura universal. Pero no nos vayamos por las ramas (a no ser que ahí nos encontremos con otro pajarito jejeje). Sigamos con Luli y sus musas de cemento, guardianas del arte mundial…


Mi preferido es el Orsay, me declaro amante de los impresionistas. Me desvivo por la obra de Degas. No me vuelvo de un museo sin pasar por el gift shop para llevarme algún recuerdo del artista que más me gustó.


Y un poquito más acá, en el cotidiano, Luli también encuentra inspiración en el día a día, cafecito de por medio…

Desde chica amo las vidrieras, y la mejor vidriera es la vida que pasa mientras te sentás en un barcito a ver pasar gente caminando. Me inspira observarlos, cada uno en su recorrido, en búsqueda de concretar su deseo momentáneo. De cada uno se rescatan elementos, que no me pregunten como llegan a mis ilustraciones, una flor, una cámara de fotos, una pizza, una pelota… se me ocurren miles de cosas. Para mí conocer y conocerme es un gran aprendizaje.


¿Y qué aprendió de su arte?

Mi mundo ilustrado es un mundo cargado de ingenuidad, en el mejor sentido de la palabra, donde un gato puede comer una sandía o un pajarito puede cargar con una cámara de fotos y recorrer la ciudad.


Creo que mis ilustraciones incluyen una mirada ingenua de la realidad capaz de devolver una alegría al más triste o robar una sonrisa a quien la necesita. Hay un costado mágico, “Ameliesco”, porque creo que hay que vivir la vida con más entusiasmo e ilusión. Incluso cuando aparece alguna lágrima plasmada como en mi serie de “nenas” creo que mi mensaje es que eso se puede transformar.


Lo importante es esa mirada exploradora, ¡que quién sabe hasta dónde me puede llevar! Ojalá sea lejos, y si es cerquita a disfrutar todavía más. Belleza y sensibilidad aportadas a mi visión artística, ¡que no es más que la búsqueda de la felicidad en este mundo fugaz!

¿Y cómo entramos en contacto con este espíritu de búsqueda y arte?

De momento, mis obras se pueden comprar en formato de cuadrito, tanto originales como reproducciones, porque la idea es poder llegar a más gente. Hago encargos especiales para los amantes de sus mascotas y como son pedidos especiales pido que lo hagan a través de mi Facebook. Vivo en Instagram, así que si me escriben por ahí también me van a encontrar…




¡Y atención! Luli también forma parte de la Feria de Navidad de Soy Un Mix, a la que pueden acceder haciendo click acá. Ahí podemos ver sus maravillosas acuarelas enmarcadas en pequeño formato (hay de 17 x 17cm o de 21 x 17cm, entre $250 y $350). ¿Será que su magia también estará enmarcada? Yo sé que sí, me lo contó un adorable pajarito ;)



Luli Katz



Todas las fotos e ilustraciones de este post pertenecen a Luli Katz.


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