Finalmente, tuve que
intentar una palabra. Exquisito, riquísimo, re rico, estupendo, magnífico,
espectacular (y su derivado es-pec-ta-cu-lar), y así una larga lista de
adjetivos que nunca son suficientes cuando el festín te vuela la cabeza, y no
hay palabras para expresar el disfrute sensorial de una comida. Entonces
inventé una palabra. A ver si la puedo presentar y transmitir su valor. De
menos a más, la comida…
Estuvo ok.
Me gustó.
Me gustó mucho.
Me encantó.
Riquísima.
Impresionante.
Exquisita.
Magnífica.
Espectacular.
Es-pec-ta-cu-lar.
Apoteótica (heredada del Tío Carlos).
Requisi.
Y sí loco, inventé
una palabra. ¿Qué quiere decir? Que la comida fue mucho más allá del apoteótica
de mi Tío Carlos, que ya no había palabras para expresar lo es-pec-ta-cu-lar
que fue el banquete; y esta palabra nació en El Baqueano. Vengan que les cuento
todo…
Un día como
cualquier otro dejó de serlo el momento en que los chicos de Nespresso me
llamaron para invitarme a cenar a El Baqueano, para disfrutar una noche dentro del
proyecto Cocina Sin Fronteras, fundado en 2013 por Fernando Rivarola (chef) y
Gabriela Lafuente (sommelier), y apadrinado por Alex Atala…
Empezamos
buscando ente los amigos del rubro, fronteras afuera y terminamos deslumbrados
por las maravillas de grandes cocineros, descubrimos que también los motiva la
pasión, el amor por el trabajo, y en muchísimos casos, desean a través de sus
trabajos, trascender y dejar su impronta en la historia de la cocina, ambición,
quizás, pero en muchos lugares también se trabaja con humildad, apuntalando la
ambición con sobredosis de amor, y eso es lo que no motiva. El objetivo fue
fácil, no tuvimos que buscarlo porque venimos desarrollándolo desde el primer
día que abrimos las puertas de nuestro restaurante. Buscamos la pluralización de la cocina, la divulgación de los productos
regionales, endémicos y autóctonos. El
intercambio cultural entre países, cocineros y productos. La utilización de la
tecnología y las tradiciones aplicadas a las preparaciones culinarias. Y
simplemente lanzamos nuestra misiva.
El Baqueano, como anfitrión, invitará una vez por mes en el trascurso del año a
los cocineros de diferentes latitudes. Cada chef realizará una degustación a 4
manos donde prevalecerán sus propuestas y gustos originarios, haciendo especial
hincapié en la utilización de productos endémicos, autóctonos y regionales. Más
difícil aún fue elegir a los participantes, ya que a medida que avanzábamos, la
punta del ovillo nos desentramaba un ovillo gigante de mentes y manos
trabajadoras y pensantes, entre las cuales teníamos que elegir. Poco a poco, el
ovillo fue tomando forma, y hoy ya es una bola gigante de cocina y cocineros
que no se puede parar.
Pero banquen, antes de
avanzar con Cocina Sin Fronteras (CSF), déjenme que les cuente de El Baqueano,
de Fernando Rivarola y Gabriela Lafuente. Nah, voy a dejar que se presenten
ellos :D
El
Baqueano proviene de su raíz etimológica baquía, a veces es un hombre, en
oportunidades que busca, otras que rastrea, acompaña, conoce, entiende, se
mimetiza con la tierra, la desanda
caminando o montado en su caballo, deja huellas, y las reconoce, encuentra
comida y cauces de agua, ve las estrellas y las constelaciones, come, se nutre,
respeta la tierra.
Gabriela
y Fernando son los baqueanos de San Telmo, pequeña casa de comidas donde
ofician de anfitriones, ella en sala, él en cocina, ella con los vinos y las
espirituosas, él con los cuchillos y los fogones. Ambos llevan adelante la
búsqueda y la puesta en valor de los productos de los diferentes biomas de la
argentina, un mapa donde abundan las carnes autóctonas y los productos de
recolección, los huertos orgánicos y los pequeños productores autosustentables.
Desde el mapa y hacia la mesa, reciben, acompañan y comparten con sus clientes,
conocimientos ancestrales y nuevas técnicas de cocina contemporánea.
Este templo del
sabor ofrece habitualmente un menú degustación por pasos, cuya cantidad de
etapas varía de acuerdo a lo que hay en el mercado en el momento de diseñarlo.
Se respeta a rajatabla los productos de estación, y se acompaña a la perfección
por casi la misma cantidad de vinos Trapiche. El festín concluye con un café
Nespresso (ambas marcas main sponsors 2016 de El Baqueano). Los baqueanos
convocan a un productor local, que en esta ocasión fue Trapiche Costa & Pampa,
variedad desarrollada en Chapadmalal a nivel del mar y a 3km de la costa.
Entren a conocerlo a este link porque es un flash, y luego de probarlo, yo
personalmente puedo decir que lo volvería a elegir muchas veces más (hasta mi
límite, obvio, vamos a mantener las formas).
El Chef anfitrión es
Fernando, y para esta ocasión invitó a la chilena Carolina Bazan de Restaurant
Ambrosia (de Santiago) y al argentino Gabriel Oggero de Crizia Restaurant Grill Bar (de Palermo, CABA). Son tres popes gastronómicos, y debo sumar, los
inspiradores de la palabra requisi, que inventé para poder explicar lo que pasó
por mi paladar esa mágica noche de viernes de Cocina Sin Fronteras.
Adriana Huck de Trapiche Costa & Pampa, Carolina Bazan
de Restaurant Ambrosia y la Sommelier Gabriela Lafuente
Y como no había
fronteras para nada, tuvimos el placer de compartir la velada con El Gran y Querido Gordo Cocina.
Ay lo que sabe este pibe, ¡y lo
divertido que es! Qué maridaje de lujo, ¡señores!
Voy a compartir cada
paso que disfrutamos, ¡nueve! ¡Nueve, entendés! ¡Una locura! ¿Cómo no inventar
una expresión después de eso? Y voy a anticiparme a las etapas de este banquete
de otro mundo, contando que la atención es de primerísima. Gaby, la anfitriona
en el salón + su equipo de jóvenes camareros de oficio (pensaba que estaban por
extinguirse pero no, ¡están todos en El Baqueano!), son de lo más atentos y
preparados para explicarte cada paso y el porqué de cada espumante y vino
servido. Se supone que tengo que contarles pero tomé. Tomé todo. Y bueno. Medio
como que si les cuento les miento, porque poco me acuerdo. Ji. ¿Saben qué?
Mejor así. USTEDES tienen que vivir esta experiencia, no hay palabras que
valgan. Sólo requisi. Vamos al menú…
Trío de
ostras, uno por cada chef.
Ostras
Fumet, Ostra apanada y Ostra chimichurri.
Al
terminar la tercera, le vi la cara a Dios.
Juego de
vegetales y texturas, de Gabriel (Crizia Restaurant Grill Bar).
Cómo me
gustó, y cómo me encantó la presentación. Me hace acordar a mi época de
encuadres de fotos al borde. La comida también se come con la vista :)
Tártaro
de Res con hierbas, de Carolina (Restaurant Ambrosia).
Hasta la
tostada fue un 10. Madre mía. ¡Con qué alta vara jugamos!
Roca de
mar mimética, de Fernando (El Baqueano - Cocina Autóctona Contemporánea).
Maten a la
inculta: no sé / no recuerdo qué comí pero ESTO no lo probé nunca y fui feliz.
Pil Pil de
langostinos al revés, de Fernando (El Baqueano - Cocina Autóctona
Contemporánea).
Al revés,
al derecho, dámelos como quieras, dámelos toda la vida. Requisi.
Pasta con
locos, de Gabriel (Restaurant Ambrosia)
¡Todavía
quedan texturas por descubrir! ¡Es fascinante!
Bife de chorizo
con tubérculos, de Gabriel (Crizia Restaurant Grill Bar).
Tengo el
mejor recuerdo de esta porción celestial. Ese arenado que lo cubre es
impresionante y la pastita que se ve casi escondida es la gloria. ¡Ah! Y un
fuerte aplauso a los tubérculos.
Camino
rojo, de Grabriel (Crizia Restaurant Grill Bar).
Si les
gustan los frutos rojos, ESTO es lo que tiene que comer al menos una vez en la
vida.
Chocolate
rubio, de Carolina (Restaurant Ambrosia).
Noveno
paso chicos: a esta altura no me queda otra palabra más que requisi.
Los vinos servidos en tiempo y
forma fueron:
Trapiche
Costa & Pampa Brut Rosé (mi favorito).
Trapiche
Costa & Pampa Sauvignon Blac.
Trapiche
Gran Medalla Chardonnay.
Terroir
Series Ambrosía 2011.
Como
cierre, un cortadito Nespresso…
Qué bien te sienta
el (mejor) café después de un banquete como éste. Fue el broche de oro, fue la
conclusión contundente de una noche requisi y tan divertida que estoy segura
puedo adjudicárselo a la compañía y no a los vinos ;)
Y por si fuera poco,
los tres chefs salieron a charlar con las mesas, como tres chicos que acaban de
pasarse tres horas jugando a la pelota o haciendo su actividad favorita. La
alegría por lo que hacen y lo bien que la deben haber pasado en esa cocina sin
fronteras se sintió en cada plato y en su saludo de despedida. Esta fue una
experiencia de otro mundo, y de la cual estoy muy muy muy muy muy agradecida. Muy
hasta el infinito. Sigan las novedades de El Baqueano para conocer las próximas fechas de Cocina Sin Fronteras (en septiembre, octubre y noviembre pueden llegar a comer muy muy muy bien...).
Gracias
totales e infinitas Gabriela, Fernando, Carolina, Gabriel, Adriana, y más gracias
totales e infinitas a los chicos de Nespresso por habernos abierto la puerta
para entrar a jugar, requisi y sin fronteras. ¡Salud!
El
Baqueano - Cocina Autóctona Contemporánea
D: Chile 499,
esquina Bolivar, San Telmo, Argentina.
T: 4342-0802
H: Martes a sábado
de 19 a 23hs.
Cocina
Sin Fronteras
Mains Sponsors 2016 de El Baqueano
Nespresso
Trapiche
Invitados CSF Edición Julio 2016
Carolina
Bazan de Restaurant Ambrosia
D: Pamplona 78,
Santiago, Chile.
Gabriel
Oggero de Crizia Restaurant Grill Bar
D: Gorriti 5143,
Palermo, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Los retratos son
fotos de Pablo Baracat.
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