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Feels Like Home (2004) Full Album – Norah Jones
Hace diez años,
quizás un poquito más, encontré en una revista el dato de un nuevo Bed &
Breakfast en Palermo. Nuevo de verdad. No sólo por su reciente lanzamiento,
también por lo novedoso que era leer en Buenos Aires que un hotel se presentara
bajo esa categoría, B&B. Más en Palermo, que ya estaba presentando las vetas
de su onda. Era un hotel con impronta personal, calidez y atención de dueños.
Hace diez años, quizás un poquito más, para mí eso fue muy llamativo y recuerdo
haber sentido las ganas de decirle a mi novio de aquel entonces de ir a pasar
un fin de semana ahí, como si fuéramos turistas en Buenos Aires. Al final eso nunca
sucedió pero las ganas quedaron ahí, latentes. Tuvieron que pasar diez años,
quizás un poquito más, para que las ganas se tomaran vacaciones en su propia cuidad…
Conocí a Mariana Pereira Mason como se conoce a gente nueva en esta era: por Instagram. En
realidad conocí primero a Querido, el Bed & Breakfast que Mariana dirige
junto a su marido Ali. Ella brasilera, él inglés, los dos enamorados de Buenos
Aires, y más especialmente de Villa Crespo, un barrio que se mantiene barrio
más allá de los outlets, de las cocinas de autor y del aluvión de sibaritas y
turistas que la elijen para vestirse y cultivar sus cinco sentidos. Querido fue un flechazo de amor instantáneo, y
de la relación virtual a la real, sólo necesitamos un mail.
En una epístola
relajada y muy buena onda, Mariana me contó un poco su historia y sus ganas de
invitarme a pasar una noche en Querido para que pueda conocerlo y sentir sus
encantos. ¡Mi sueño de hace diez años hecho realidad! ¡Gracias
Diosssssssssssss! Con el entusiasmo teletubbie que me caracteriza, no tardé
nada en agradecerle hasta el cielo y decirle que sí, poniendo como fecha de
visita el lunes 21 de septiembre. Bienvenida Primavera, bienvenido descanso,
bienvenida ruptura de rutina, bienvenidos sueños cumplidos. Bienvenidos a
Querido…
Querido abrió sus puertas en el 2010, después de casi 2 años de gestación del sueño de
sus dueños, Mariana (brasilera de Salvador, Bahía) y Ali (del sur de
Inglaterra). La pareja se conoció acá en Buenos Aires en 2005, en un hostel de
viajeros. Más allá del amor, compartían un encanto especial por Buenos Aires y
de a poco fueron decidiendo quedarse a vivir. Como ambos eran enamorados de la
ciudad, del turismo, los viajes y el mundo de la hospitalidad, vieron en el
barrio de Villa Crespo el potencial para dar forma a su proyecto. Un barrio
tranquilo pero interesante, con muchas influencias culturales auténticas (como
los locales de comida judía, las verdulerías llenas de color, las muchas
milongas, la pasión por Atlanta) que hacen que este barrio tan pequeño sea a la
vez inspirador, pero sin perder su esencia auténtica de barrio.
Eso resume un poco
lo que tal cual se vive el instante que tocás el timbre y entrás a Querido. Primero
y ante todo, el hotel es una casa. Y, si me permiten el uso de la expresión, es
una Casa Chaucha. TODA la onda. Tiene muebles de mercados de pulgas, tiene
obras de arte y afiches a puro color, tiene detalles de diseño de autor, tiene
revistas de viajes, tiene texturas que abrigan, tiene plantas y flores, tiene
música ambiental suave y compañera, y tiene un equipo de trabajo que se pone la
camiseta del hotel, y de su banda de rock favorita también. Sí, el look es
casual, lo que se traduce en atención cercana y relajada sin perder el filo de
lo atento y dedicado. El staff es gente que quiere estar ahí, con vocación de
servicio y con gusto genuino a hacerle pasar un buen momento a los demás. Y eso
lo vas a notar enseguida.
Querido queda en Juan
Ramírez de Velazco 934, Villa Crespo, Buenos Aires, a poquitas cuadras de la
Estación Malabia del Subte B, y también a pocas cuadras de Scalabrini Ortíz. Nuestro
check in fue pasado las siete de tarde. Llegamos con lluvia de primavera y una sensación
de alegría tan grande que se puede comparar con la dicha de un niño el 25 de
diciembre a los pies del árbol de Navidad. Habíamos estado laburando los dos
como perros ese lunes para dejar todo cerrado y pasar una noche (con su mañana)
bien relajados, bien de vacaciones. ¡Y así fue! En la bienvenida, el recepcionista
de la tarde nos contó todas las bondades y servicios del hotel, que podemos
resumir algo así:
El
Bed & Breakfast - como lo definen sus dueños - es un pequeño hotel, tipo
casa, con ocho habitaciones privadas, todas con camas matrimoniales (queen
size) muy cómodas. Cada una de las habitaciones es decorada de una manera
distinta, con muebles y cuadritos que traen un poco del espíritu de Buenos
Aires, pero sin exageraciones, para que el ambiente sea lo más tranquilo,
relajado y cálido posible. Las habitaciones cuentan con aire frio/calor,
televisor con cable y caja de seguridad. Hay WIFI gratis y se pueden alquilar
bicicletas para recorrer la ciudad en dos ruedas.
El recepcionista
también nos entregó un mapa de Buenos Aires intervenido por Mariana y Ali, para
mostrarnos no sólo dónde estábamos, sino todas las cosas interesantes que
podemos hacer (y comer) en la zona, y más allá. ¡DATAZOS! Acá es cuando cabe
que les cuente que Mariana, antes de ser hotelera, es bloguera. Y también es
del palo de la publicidad. Eso potencia su “bloguerés”, porque le suma calidad
de contenido y belleza de fotos. Si bien está en portugués, pasen por My Villa Crespo, esa joyita que Marian desarrolló un año antes de abrir la puerta del
hotel por primera vez (y continuó escribiendo por largos años hasta la llegada
de su hija Nina, cambiadora lógica de tiempos y prioridades). Tiene lugares
para comer, tiene arte, tiene paseos, tiene datos de servicio y la belleza de
una mirada tan exquisita como generosa. El que se hospeda en Querido puede
contar con esta generosa fuente inagotable de datos geniales, y en su mapa
puede encontrar marcados lugares como éstos…
Sarkis
(Comida Armenia) - ¡súper clásico, riquísimo!
La Crespo (Café, Rotisería y Pastelería de influencia judía)
La Cabrera Express (hermano más chico de la red La Cabrera - carne espectacular)
Kon Kon (hamburguesas al horno de barro y cervezas artesanales)
Malvón,
Café Crespín y Don Pastelería (cafés, cosas dulces y brunch de los fines de
semana)
Yeite
(el café de Pamela Villar, con una pastelería in-cre-í-ble)
Salgado
(pastas artesanales)
Cantina La Mamma Rosa (¡bodegón de los buenos!)
La Esperanza de los Azcurra (bar de tapas españolas)
La Cava Jufré (bar de vinos)
878
(bar a puertas cerradas)
I-Latina
(comida de autor, ¡espectacular!)
Antes de pasar a
comer, tomando una de sus recomendaciones claro, ¡vayamos al cuarto a dejar
todo!
¡Amé! ¡Amé el
cuarto! Está marcado con carteles de chapa de direcciones porteñas. Es lindo,
es grande, es cómodo, y tiene onda. Y la cama es un abrazo de oso. No te querés
ir más.
El baño está bueno,
la ducha es la gloria, y me encantó el detalle de usar recipientes reusables
para abastecer shampoo, crema de enjuague y jabón. Muy atinado con los tiempos
que corren.
Dejamos nuestras
cosas y aceptamos muy gustosos la recomendación de comer hamburguesas en Kon Kon (Ramírez de Velazco 942), el restaurante que está justo al lado del hotel.
Justo. Y justo ese lunes estaba abierto por un evento (no abre los lunes, sólo
de martes a domingos). ¡Qué suerte la nuestra!
Los chicos nos atendieron igual,
así que nos sentamos en la barra, charlamos un poco con ellos, y esperamos
contentos nuestro sándwich de bondiola con pan de focaccia con romero. En eso me
encuentro con Marianne de Almazen de Lanas y también de Viva la Vida, comida sana. Marianne es una copada de la vida, llena de linda energía y emprendedora
de cosas muy buenas, bien hechas. ¡Su hermano era el que había organizado el
evento! ¿Cuántas son las chances de coincidir en tiempo y espacio? ¿Quién lo
hubiera dicho, un lunes cualquiera, en Villa Crespo? ¡Qué linda sorpresa me dio
la vida! Aguante ser turista en Buenos Aires, y aprender a soltar un poquito
las amarras de la rutina. En fin. Cenemos que llegó la comida…
POR-FAVOR.
Qué espectacular. No pueden dejar de visitar este lugar y comer ESTO.
Recuerden: bondiola en pan de focaccia. Viene con papas. Gol de media cancha.
Después del ñam ñam
y chat chat, volvimos al hotel como quien no tiene que trabajar al día
siguiente. Feliz primavera, feliz cama que me atrapó cual nube de algodón.
Nos levantamos a las
ocho de la mañana, ¡sin necesidad de apurar el despertar! Juanita, mi compu,
había quedado en casa y Alma estaba trabajando sola programada. ESAS SON
VACACIONES :D Mientras Mr. P se duchaba, ¡yo hacía fiaca! ¡FIACAAAAAAAAAA UN
MARTES! Qué hermoso, ¡quiero más! Y quiero desayunar…
Hola comedor de Querido.
Hola precioso…
El martes también
amaneció nublado pero no parecía en el comedor del hotel. Sus grandes
ventanales con vista a un hermoso patio con su pared blanca rebotada luz y
buena onda. La calidez estuvo puesto en los utensilios e individuales que usan
para armar el desayuno del hotel, y también en los detalles decorativos del
espacio.
La barra de la
cocina se llenó de alimentos y tentaciones para servirse con gusto y empezar
bien pilas el día. El desayuno continental de Querido tiene un sólido 10.
Amé el detalle del
jugo de naranja exprimido en botellas individuales, el café me pareció
delicioso, la propuesta de comida muy variada y rica (hay panes, medialunas,
facturas y sandwichitos, yogurt, cereales, granola), y las ensaladas de frutas
bien fresca, bien hecha en el día. Comimos con ganas y relajados, disfrutando
un momento que rara vez compartimos en la semana (con Mr. P tenemos tiempos distintos). Qué placer.
Cuando terminamos el
desayuno nos preparamos para partir. ¡Qué duro volver a la vida real! Pero por
suerte pude retrasar un poco la vuelta. Nos despedimos con Mr. P (¡aguante el
subte a pocas cuadras que lo llevó al centro!), y yo me quedé, teniendo el placer
de conocer a Mariana y a Ali, los dos en servicio sonriente y activo. Pude
disfrutar el “lobby” (el living con muuuucha onda), sacarle fotos y sentirme un
poco de viaje…
Muy buena
onda la cartelera con los imprescindibles porteños de la semana.
Revistas
de viaje para seguir trazando rutas.
Folletos recomendados
del barrio y pasión por El Bohemio.
Como cierre de una
estadía perfecta, tuve el placer de sentarme a conversar con Mariana. Es pura
energía linda. Es alguien que ama lo que hace, que le pone cabeza y corazón, ¡y
también el cuerpo!, y que se desvive por el bienestar de sus huéspedes. Fue
genial conocer la historia de un Bed & Breakfast con tanta onda, y saber
que el fuego principal que alimenta este lugar es la pasión que Mariana y Ali
sienten por Buenos Aires, por Villa Crespo, por la gente que los visita y a
quienes tratan como familia.
Como dato de color
les puedo contar que Mariana y Ali vivían en un monoambiente cuando abrieron
Querido (que al principio tenía sólo cuatro habitaciones). A ella le vino como
anillo al dedo abrir este espacio: en Querido pudo volcar su pasión por los
mercados de pulgas y sus grandes hallazgos. Los muebles que ven acá son joyitas
que encontró explorando rincones del pasado. También me contó que el hotel es
nuevo: se tiró abajo la casa que había antes pero se guardaron sus ventanas, la
reja y otros detalles para poder volver a usarlos. Fueron fieles a su ideal
rectora: querían crear una nueva edificación con onda a casa de barrio. ¡Y claro
que lo lograron! Desde que abrieron lo eligen muchos brasileros, europeos
también, y ahora también argentinos de todas las provincias. ¡Los porteños
pueden dar el paso! Salir de la rutina, ser turistas en Buenos Aires, dejar la
compu en casa y dormir hasta una hora más amable, desayunar en ese salón tan
luminoso y colorido, tan buena onda, comer tan rico, sentirse tan bien
atendido. No quiero sonar exagerada pero posta fue una bocanada de aire fresco
pasar una noche en un hotel tan bonito de Villa Crespo. No importa que esté “cerca”
de casa, la experiencia es tan válida como si estuviéramos en la otra punta del
mundo. Sólo hay que colgar a la rutina en casa, reservar dos noches (estadía mínima) por mail (¡o más!), y
escuchar a esas ganas locas que piden una feliz estadía de turista en Buenos
Aires…
¡Muchísimas
gracias Mariana, Ali y equipo completo por habernos invitado y habernos tratado
tan bien, tan queridos!
Querido
B&B
¡RESERVAS! info@queridobuenosaires.com
D: Juan Ramírez de
Velazco 934, Villa Crespo, Buenos Aires.
T: 4854-6297
My
Villa Crespo
Fotos por Vero
Mariani.
Todas las fotos de Querido Buenos Aires que saqué están acá.
qué lindo lugar!!! y qué bueno que hayan podido darse este permiso!
ResponderEliminarQué divertido!
ResponderEliminarQue lindo todo Vero!
ResponderEliminarNoooo! Qué belleza de lugar y cositas ricas para comeeer! anotado ya en mi próximo vieja!! Gracias por el dato!
ResponderEliminarAndy
http://the-citygirl.blogspot.cl/
Gracias Vero <3 !! Este finde voy !! Después te cuento, besos desde Rosario !!
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