Cocinar, pasear, admirar, dibujar… e Instagramear

PLAY | Cool Kids – Echosmith

Cuando era chica me gustaba mucho ver los dibujitos. Frutillitas, He-Man, She-Ra, el Coyote + Correcaminos (¡te odio! ¡quiero que te coma!), y los Thundercats (con el Ojo de Thundera que, para desdicha de mis macanas, también tenía mi vieja…). Bueno, ellos están en el podio y si me los vuelvo a encontrar, largo todo y los miro. Pero se supone que crecí. Y en un punto sí. Ahora de grande me gusta ver los dibujitos de chicas como Josefina Jolly, y ya no tengo que sintonizar la tele para encontrarlos. Basta pasar mi dedo por la pantalla del celular y activar el iconito adictivo de Instagram, donde Jolly cocina, pasea, cuenta y dibuja.

Fue justamente a través de un comentario en Instagram que me entero que Jolly publicó un libro llamado Cocinar y Dibujar. Pero me entero cuando ya terminó la exitosa campaña de Idea.me, cuando el libro ya está impreso, vivito y coleando en librerías con onda y en el mundo virtual, donde lo podés comprar vivas donde vidas. O sea. Soy LO colgada. Me agarró un ataque de “necesito este libro yaaaaaaaaaa” seguido de un “necesito postear a Jolly yaaaaaaaaaaaaaaaaa” y básicamente acá estamos, atendiendo mis necesidades de celebrar a una chica encontró una forma copadísima de registrar las comidas, los lugares, la vida misma. Jolly, ¡contanos todooooooooooo!

Trabajo hace cinco años en una línea aérea como ejecutiva de cuentas corporativas. Después del trabajo empecé un taller de escritura, y donde daban ese taller en verano empezó un taller de dibujo y me anoté. Era el taller de Sofía Wiñazki, y después de un tiempo nos hicimos amigas. Un día me quedé a comer después del taller, y Sofía cocinó una tarta de puerros. Mientras ella cocinaba yo fui haciendo un garabato de la receta en mi Moleskine, para acordarme cómo se hacía. La tarta quedó buenísima, me comí como tres porciones. Cuándo llegue a mi casa retoqué un poco la receta y la subí a Instagram.

  

Dibujar recetas y subirlas a Internet se convirtió en una mini costumbre, hacía una o dos por semana. A medida que iba acumulando dibujos fui perfeccionando la técnica, la tipografía, los pasos, los colores.

Enseguida surgió la idea de hacer un libro, el problema era que hacer un libro de cocina es caro y difícil, y más si no te conoce nadie y trabajas en una línea aérea.

En un principio tenía dos opciones, mandar el proyecto a editoriales y sentarme a esperar que me contesten, o hacer el libro yo. Averigüé los costos de diseño, impresión, distribución, lo puse todo en un Excel, hice un video y subí mi proyecto a Idea.me.

Tienen que ver el video antes de seguir leyendo, así le ponen voz a la Jolly de texto. El ejercicio está genial.

Durante dos meses me dediqué a tratar de convencer a la gente de que compre un libro que todavía no existía a través de una página de Internet. Fue mucho trabajo pero finalmente funcionó y logré juntar el 100% de lo que necesitaba para hacer el libro. Conseguí una editorial, y par de meses después nació Cocinar y Dibujar, je.

Con lo recaudado en Ideame alcanzó para entregarle los libros y las recompensas a todos los backers y para hacer más libros que ahora se pueden conseguir en algunas librerías. En la página de la editorial se puede comprar online y está el listado de librerías que tienen Cocinar y Dibujar. 

¡Fuerte ese aplauso! Jolly lo hace ver tan sencillo, es admirable. Y Jolly sigue. Tiene un nuevo fetiche…

Después del libro me tomé un break de las recetas y ahora mi nueva obsesión son los edificios, así que cuando viajo salgo con mi Moleskine a dibujar a la calle, y cuando no viajo salgo en mi hora de almuerzo a dibujar Buenos Aires. De hecho ahora dentro de poco va a salir una edición especial de cuadernos de Almacén de Lou con un dibujo que hice de la ciudad.

¡Muero por ver la edición cápsula de Jolly por Lou! (Paréntesis a mis colegas amantes de los cuadernos: el lunes 7 de septiembre hay una nueva horneada del Almacén de Lou #yoteavise). Y muero por seguir viendo qué ve y dibuja Jolly, y también qué epígrafes le dedica a sus ilustraciones (son el condimento perfecto). 

Si vos también estás con esas ganas locas de seguir estos dibujitos, asegurate ser fan de su Facebook, de su Twitter, y claro, su Instagram, fuente de toda belleza cotidiana y urbana. También podés escribirle a su mail y pedirle ilustraciones. Jolly es una copada, seguro su respuesta te dibuja una sonrisa en la cara. Eeeeen fin. Hechas las presentaciones correspondientes, los dejo en contacto con Jolly y me voy ya a desayunar con Mai y Joss, para coronar la mañana del jueves en Libros del Pasaje. Finalmente voy tener mi Cocinar y Dibujar. ¡Chin chin!

 

Jolly – Cocinar y Dibujar

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Galería Editorial

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Todas las fotos de este post pertenecen a Jolly.