El PARE quiere decir PARAR

PLAY | Every Breaking Wave – U2

Este año tiene que ser heroico.

El instructor de la clase teórica de manejo que se dictó en un aula de la escuela fue muy tajante con la señal de tránsito PARE. El PARE quiere decir PARAR. No quiere decir no me importa nada, sigo como vengo y paso. No quiere decir bajo la velocidad y paso igual, sin mirar. Tampoco quiere decir que se pueda hacer el stop californiano, ese de frenar en el PARE y con el envión de la frenada volver a andar. El PARE quiere decir PARAR.

Una vuelta a casa en bondi a la medianoche de un semestre colapsado de laburo, cargando la computadora, la cámara y dos bolsas llenas de cosas, que termina en caída brutal de los escalones del bondi, con un tremendo esguince de tobillo, quiere decir PARE. No quiere decir reposo dos días y al tercero me calzo la bota y vuelvo a salir. No quiere decir no cancelo el viaje a Chile y me voy igual, con la bota y cinco pares de media puestas para no congelar mi pie en el invierno chileno. Un esguince quiere decir PARE.

Un año después, una erupción de culebrilla a los 33 años quiere decir PARE. Y atención, Verónica, que estas cosas no son muy comunes a esta edad. No quiere decir atiendo curandera y médicamente el asunto y sigo mi vida como si nada hubiera pasado. Ni tampoco quiere decir que puedo llenarme de promesas de cambio que no puedo cumplir si realmente no me comprometo con ellas, ni conmigo misma. Una erupción de culebrilla a los 33 años quiere decir PARE.

Un año después, con dos meses de tos que culminan en una neumonía grave quiere decir PARE. No quiere decir salgo igual abrigada a resolver problemas de trabajo, a sacar fotos, a tener una reunión. Una neumonía grave quiere decir PARE y acá estoy, atendiendo esta última llamada de atención, finalmente PARANDO. Porque PARE quiere decir PARAR.

Yo no puedo pretender cambiar radicalmente quién soy, ni cómo vivo, de un día para el otro, con o sin neumonía. No puedo dejar de ser una control freak, y una autoexigente de remate que no deja cabo sin atar, en un abrir y cerrar de ojos. Pero sí pretendo aprender de esto, sacar lo mejor, limpiar vicios y volver a construirme en una mejor versión de mi misma. Volver a conectarme con esa Vero chispa que se reía de todo y se la pasaba muy bien, realmente disfrutando la vida en toda su extensión. Es hora de PARAR el juego, mirar qué está pasando, qué cosas estoy haciendo mal y qué extremos he llegado a tocar para derrapar. Es hora de parar, barajar y dar de nuevo.  

¿Por qué les cuento todo esto? Tengo varios motivos. El primero es que Alma Singer es un blog personal, y esto es lo que me está pasando en este momento. La realidad me supera, y no me parece justo no contarles, no compartirles lo que tiñe cada post que escribo. Son el mejor público que un bloguero puede desear, ¡son el mejor y más! Son amables, cariñosos, ultra buena onda y son compinches. Y, como fiel abanderada de la honestidad, me parece justo compartirles el contexto que me pasa. Acá andamos chicos, shit happens!

El segundo motivo es que quiero seguir sosteniendo la bandera de la buena onda. Aún en momentos duros, creo que la buena voluntad y la conciencia en lo que hacemos y vivimos nos fortalecen y nos sacan adelante. Le estoy poniendo todos los huevos que tengo, y en la mayoría del tiempo sonrío y agradezco la oportunidad de cambiar para bien que me dio la vida. Así soy yo, y así quiero mantenerme. En síntesis: Alma Singer es un lugar de buena onda, y así la encontrarán cada día que entren :D

El tercer motivo es llevar ese mensaje de PARAR a quien le calce el traje. No llegues al tercer PARE sin atender la señal, porque te aseguro que la tercera es la más tremenda de todas (¡y eso que llegué a pensar que me iba a morir de dolor con la culebrilla!). Escuchá las señales, atendelas, pensá, hacé memoria, fijate qué cosas te llevan a ese extremo para nada productivo, rodéate de gente que te quiera y que te cuide, animate a cambiar aquello que quieras y necesites cambiar. Si te equivocás no te castigues, al menos lo estás intentando. Tomá las decisiones que tengas que tomar. La vida es una. Tu cuerpo es este, no hay otro. Y el PARE quiere decir PARAR.

Para cerrar este post con toda la gratitud que me colma y me sana, les quiero compartir lo que escribí el viernes pasado en Instagram:

Aprendí que tengo que fluir con lo que me está pasando, dejar que me transite y yo lo procese. Así que ayer fluí a lo de mis queridos viejos a tener una curación de alma y reiki (y una muy buena charla con ma), la noche anterior había recibido mucho amor de la familia de P, hoy fluí a dejar una muestra para analizar, fluí a lo de mis amorosos cuñados Oso y Pipi a trabajar vías alternativas sumamente sanadoras, fluí a tener la 2da opinión con mi clínico, fluí a hacerme más placas e invité a lo que me pasa a almorzar / merendar en un lindo lugar con buenas tostadas y un rico café. Me volví a encontrar con esa Vero que conocía, no vencida, a través del amor incondicional e infinito de P (y su tremenda paciencia), de mi nonna, mi madrina, mi familia, mi familia panda, mis amigos de la vida real, la virtual y un montonazo de gente linda más que aparece por mail, wassap por acá para enviar la mejor onda, la que sana y reconstruye.

 No tengo palabras de agradecimiento que alcancen. Me colma el amor y sentí que sin dudas este 2015 tiene que ser un año heroico. Lo es. GRACIAS INFINITAS

Y nos vemos mañana, con el Especial del Día del Padre genial que estamos armando con los amigos de Alma Singer ;) ¡Muy feliz y heroico comienzo de semana a todos!