Cómo me
gustaba esta canción…
Nesquick con vainillas.
Té de vainilla que se ofrece con un hilito de vapor. Vainilla como base para un
muffin de choco chips. El aroma intenso al extracto de vainilla. El color
vainilla para un vestido de bodas. La vainilla para teñir una blonda. La
palabra vainilla. Amo la vainilla. María me acompaña en el sentimiento y en el refugio
de una palabra con mucha calidez, que tan sólo mencionarla toma cuerpo, esencia
y fundamento. Y se convierte en marca. Vainilla.
Vainilla
nace hace muchos años, diría, de la observación de mis grandes maestros: mis
abuelos. No tuve que hacer una investigación de mercado, o ver que nombre pegaba más o cual era más
comercial... sólo tuve que recordar los momentos de felicidad… allí, estaba la
respuesta.
Recuerdo
a mi abuela horas y horas sentada con su máquina de coser antigua Singer a pedal
que luego de muchos años, la modernizó por una eléctrica. Todavía recuerdo esas
largas noches... No me cansaba de mirarla con la dedicación, el amor, la
paciencia que realizaba mis vestiditos, los uniformes, ufff un montón de
prendas. Todavía conservo uno como un tesoro.
Ella,
me explicaba cómo cortar, cómo trabajar con los moldes, cómo hacer los nuditos
de las terminaciones de los hilos con prolijidad absoluta, y algo más que ella
adoraba compartir: su libro de diseños dibujados y diseñados por ella,
conservados en papel manteca para que el lápiz no se borre, y encuadernado como
los de antes. Una reliquia. Trasmitió su arte, sin buscarlo.
Mientras
en el otro lado de la casa, en el cuarto de los cachivaches (así es como lo llamábamos,
no por el desorden sino por la cantidad de cosas que tenía allí), se encontraba
él, Juan, mi abuelo, separando los tornillos para incorporarlos en un frasco de
vidrio con su propia etiqueta, ¡cosa que heredé jajaj! A mi abuelo se la pasaba
horas y horas desarmando y armando cosas, limpiando sus herramientas con mucha
paciencia y dedicación…
Igual
no recuerdo mucho su oficio pero siempre tenía buena predisposición para
solucionarlo, eso sí lo recuerdo. Él me trasmitió el arte del oficio, el arte de
reciclar y restaurar… ¡Ahhh, me olvidaba! Y cantar también. Él me cantaba
siempre una canción bellísima antes de dormir. Esta tatuado en mi alma.
Vainilla tiene una combinación de estos maestros que sin buscarlo lograron
trasmitir arte, música y UN OFICIO.
Vainilla,
ese aroma de las inolvidables bizcochuelos caseros de vainilla con manzana que
tanto la caracterizaba a mi abuela, nunca se fue. En algún lugar de mis
sentidos estuvo guardado siempre. Ahí nace Vainilla.
Vainilla es tan
poderosa que me siento en el taller de María, al que imagino repleto de
carreteles de hilo, de retazos de telas, de bastidores vírgenes y de macetas al
crudo, esperando transformarse. Si bajo mis manos estoy segura que voy a tocar una
silla de madera recuperada y pintada de blanco, con vetas al descubierto, pero
prefiero dejar mis manos calentitas abrazando una taza antigua de té de
vainilla. Y entre sorbos le pregunto a María
cuál es su destino…
Mi
objetivo es decorar y embellecer los espacios dándole un estilo alegre, fresco
y lleno de armonía. Por eso la paleta de colores que usamos para nuestros productos
es visualmente calma, relajada…
Con esa serenidad
tan evidente, María se dedica a bordar, reciclar, restaurar muebles antiguos y
objetos, y a vender esos muebles que quieren seguir viviendo una vida más.
María comulga con lo hecho a mano, hecho por uno mismo con alegría y esmero. ¿Y en qué materia se traduce todo esto?
Tenemos
nuestra propia línea de productos. La línea Antonia Romantic está conformada
por macetas, cuadros bordados, bancos, espejos, y otros productos que estamos
diseñado. También reciclamos muebles antiguos para clientes, y además compramos
muebles antiguos para reciclarlos bajo los estilos vintage y shabby chic.
Y si observan, verán
que en las propuestas de Vainilla hay naturaleza, animales y flores, musas
inspiradoras de esta hábil hacedora, que piensa y produce diseños funcionales,
hermosos y que sí, como la buena vainilla, te predispongan a ser feliz. Qué
lindo encuentro María, muchas gracias por la calidez…
¡¡¡Bienvenida
Vainilla a Alma Singer!!!
Vainilla
Todas las fotos de
este post pertenecen a Vainilla.
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For the love you bring won't mean a thing, unless you sing, sing, sing.