PLAY
| Don't - Ed Sheeran
Este
es un post que nació el 28 de noviembre, puntualmente en el evento cierre del
año de La MiniPymer, en Cusic. El Word mental se abrió cuando Lau se presentó y
me comentó que lee Alma desde sus comienzos. Y por comienzos quiero decir dos o
tres meses, cuando el diseño era otro, las fotos chiquitas, y los posteos no se
tomaban el fin de semana (¡entradas de lunes a domingos!). Yo no les puedo
explicar la emoción que me dio conocer a Lau y escuchar lo relevante que fue mi
blog como compañía y como vidriera de voluntades que se animaron a dar “el paso”.
No sé si fue el síndrome de fin de año, el Campari que me había bajado o
simplemente la cantidad de cosas emotivas que Lau dijo con el corazón, pero
terminé casi a los llantos nivel final de película sensiblona. Y me quedé con
su tarjeta. Yo quería conocer el resultado plegado de Lau, aquello que nació
por haberse animado a más. ¿Qué tal si
me acompañan y vemos los pasos que formaron Iku Origami?
Nací en Tres Arroyos
pero durante casi 12 años viví en Buenos Aires. Estudié Comunicación Social y
transité por esa duda existencial… ¿qué hago con mi carrera? Experimenté
diversas búsquedas. Pero caía siempre en la misma convicción: quiero hacer algo
feliz con lo que estudié.
Durante los últimos
años en Buenos Aires trabajé en un colegio. Ahí confirmé que me encantaba
trabajar con chicos y me fasciné con su capacidad de comunicar a través del
cuerpo, especialmente en el marco de actividades creativas.
Pasó el tiempo y decidí
regresar a mi ciudad. Buenos Aires ya había cumplido su ciclo. Pero tamaña
decisión me generaba una ansiedad difícil de manejar. Buscando la forma de
contrarrestarla en los tiempos libres, empecé a plegar barquitos con los restos
de papel que encontraba en el colegio. Hacía un tiempo había escuchado una
historia según la cual en las casas de Japón se obsequiaban grullas a los
visitantes del hogar como símbolo de buen deseo. Me pareció un gesto bonito
para inaugurar el nuevo hogar. Como no sabía hacer grullas, me puse a plegar
barcos, que además podía transportar más fácilmente. Cuando llegue a mi casa
nueva los ubiqué en una taza antigua al lado de la puerta y los entregué a
quienes venían de visita.
¡Me
parece un gesto muy tierno! ¡Muy muy muy muy!
Un día, mientras hacía
un barquito, se acercó un alumno y se ofreció a plegarme una grulla (que aún
guardo). Tan fascinado y concentrado estaba que me asombró. Esa imagen quedó en
la retina. No había dudas de que el origami y los chicos se llevan de
maravillas… ¿pero que hacer con eso? Tuvo que pasar un año más hasta que los
primeros pliegues empezaran a surgir y encontraran un rumbo que conectara esas
dos cosas.
En el camino descubrí
que el amor por el plegado había estado siempre cerca, de la mano de mi abuela
y sus manos… sus flores de papel siempre animaban encuentros con amigas y
divertían a quienes la acompañaban. Recordé, descubrí y logré recuperar esa
herencia en un proyecto que tiene todo el amor por la creatividad y el desafío.
Lo
que se hereda no se roba, y a veces se revela en el momento menos esperado.
Estamos ahí, a instantes de ver nacer una propuesta de origami que implica
mucho más que preciosas figuras creadas con manos amorosas. ¡Mucho más!
Iku nació en mayo de
2014, casi por casualidad. Una amiga que sabía que plegaba me invitó a llevar
algunos móviles a una feria que organizaba en su casa. Con esa excusa le di
nombre a lo que aún no era ni proyecto. Pero resulta que me copé y a los pocos
días ya tenía página y al tiempo se sumaban las fotos y algunos pliegues para
probar que recepción tenía. Empecé plegando al ritmo de videos por internet.
Pero necesitaba más. Así que volví a Buenos Aires a tomar el primer curso
intensivo y en el invierno armé un ciclo de talleres para las vacaciones. Fue
un boom. Ese fue realmente el comienzo de la actividad. Fue el momento en que descubrí que finalmente estaba haciendo realidad
esa certeza inicial: hacía algo feliz con mi carrera. Estaba logrando
disfrutar de comunicar y comunicarme con chicos, haciendo una actividad que los
fascinaba (y a mí también) y les permitía recuperar la magia del juego, fomentando la imaginación a partir del uso
y la manipulación de materiales simples como el papel.
Los talleres
continuaron y se sumaron la producción de objetos a pedido. Más tarde comenzó a
gestarse un servicio de ambientaciones con origami que hoy combina la
producción de complementos para ambientadores con mi propio servicio de ambientación
de espacios con objetos de papel.
Estas dos imágenes son de trabajos hechos por Lau
para vidrieras.
Me
gusta cómo esta historia se desenvolvió con paciencia y pasos calmos (pero
firmes) con el correr del tiempo. Me alegra ver que Lau encontrara aquello que
le pone lo feliz a su carrera, y que
pudiera triunfar en su propósito de llevar la magia del origami a los grandes y
a los chicos, en sus diversas formas e interpretaciones. Y me pone contenta
saber que tiene más camino por recorrer…
Actualmente Iku es un
proyecto que crece con mucha dedicación y cariño y que pretende ir por más. La
propuesta para el año que viene incluye, además de nuevos talleres, una
iniciativa pensada para escuelas, cuyo fin es llevar el origami al aula y
utilizarlo como herramienta pedagógica en la enseñanza de matemática.
No
sé si es el síndrome del #2015heroico, el estimulante café frío que me acabo de
tomar o simplemente los felices y sinceros capítulos de esta historia plegada…
lo que sí sé es que tengo un lunes lleno de esperanza, colmado de belleza. Y
creo que esa es una muy buena manera de comenzar la semana ;)
¡Muchísimas gracias Lau por la magia!
Iku Origami | Objetos
de papel // workshops // ambientaciones
Todas
las fotos de este post pertenecen a Iku Origami.
Linda Lau y su Iku Origami!! Lindas intenciones y deseos!! El papel tiene infinitas posibilidades ...
ResponderEliminarbeso grande para las dos!
Me han entrado unas ganas enoooormes de aprender papiroflexia! Impresionante lo que se puede llegar a hacer cuando uno es un artista como Iku Origami! Bravo!
ResponderEliminarHermosa historia y hermosuras las que hacer Lau!! Felicitaciones!!
ResponderEliminarCon Iku tenemos una amiga en común... Mara de Cumpletísimo a quien no conozco pero adoro a la distancia... Y el día del último encuentro de La Minipymer conocí a Lau quien se presentó con una alegría mágica y me habló con una dulzura sin igual. Tu origami es hermoso!
ResponderEliminarMiles de besos Lu!
Sigo emocionándome al leer cada frase. Sin dudas, el mejor combustible para seguir. Un placer y gran alegría descubrir que a partir de aquí se activan encuentros tan hermosos, en persona y a través de las palabras <3 GRACIAS :) :)
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