Con
mi hashtag #retrocedernuncadietajamas yo dejo muy en claro que le rindo culto y
adoración a la comida, sobre todo a la pastelería / cosas dulces / horneadas
para el ataque goloso. Ahora, que la Pastelería puede salvarte, cosa que
considero cierto, eso ya lo dejo en manos de Flavia Cabo, Chef Patissier y
creadora de Petite Patisserie…
Contar la historia de
Petite Patisserie podría resumirse como un gran cocktail de eventos que se
acontecieron con el transcurso de los años y nos llevaron en un maravilloso
viaje hasta el presente.
En lo personal,
podría decir que este sueño comenzó el día que decidí estudiar pastelería, pero
Petite Patisserie nace del amor por la cocina que persiste desde hace
generaciones en una familia de mujeres por lo que negaría la genética por poco
rigurosa heredada de mi abuela, de mi tía y de mi mamá que cocinaban por el
simple placer de cocinar y de hacerlo para una familia, para ellas. El arte de
cocinar fue desde siempre una terapia, hasta un obsequio y una forma de
mantener unida a la familia; ellas eran mujeres valientes, trabajadoras y… ¡COCINERAS!
Pero, en realidad, la
historia fue un poco más accidentada… Luego de estudiar publicidad y trabajar
en empleos que poco tenían que ver con la pastelería, tuve que utilizar el
ingenio para encarar un mal momento económico. Es entonces cuando comencé a
vender tortas exitosamente. Fue la primera vez que la pastelería me salvaba. Sí,
¡así como lo leen!
¡Santa
Pastelería, Batman! ¿Y qué pasó entonces…?
Pero aquel no fue el
momento en el que entendí cuál era mi sueño sino que seguí otros caminos,
trabajos y, cuando me encontré con una dificultad personal, en 2010, comencé,
como terapia, a cocinar, a enseñar a niños a cocinar y, de nuevo, ¡ella me
salvó!
¡Bien
ahí! Yo quiero ver un altar levantado a la Santa Pastelería. Debe ser un altar
que no dure mucho en pie, ¿no? Ñam ñam ñam ñam.
Casi de forma mágica,
la pastelería me volvió a dar una mano. Ya, con unos cuantos años más, decidí
estudiar y recibirme de chef pastelera y hago de esta profesión, junto con mi
hija mayor que me acompaña, un sueño, nuestro sueño. Ese sueño es mi vida, y
ella hace de mí… la soñadora. Hoy día trabajo en una quinta a seis kilómetros
de la ciudad de Baradero, provincia de Buenos Aires, atiendo los pedidos que
llegan y los envío como delivery de cosas dulces y ricas.
Delivery
de cosas dulces y ricas suena celestial. Pues bien, ¿qué pueden llegar a ser
esas cosas dulces y ricas?
Con el objetivo de
elaborar pastelería para todos los gustos y paladares, siempre con delicadeza
artesanal y materia prima de alta calidad (que incluye frambuesas, zarzamoras y
arándanos de cosecha propia), nuestra propuesta va desde los clásicos como el
Lemon Pie y el Rogel hasta novedosos shots o postres en vaso de Apple crumble,
panacotta con sirope de frambuesa, mousse de chocolate y tiramisú.
La oferta es muy
variada, y se despliega en cuadrados (se destacan los de frambuesa, merengue,
almendra y chocolate y el brownie blondie), tortas (exquisitas la cheescake de
frutos rojos y la noisset, combinación de base crocante y mousse de chocolate),
tartas, madeleins, macarons, cookies y cupcakes. Pero esta variedad no termina
ahí, sino que se amplía año a año, nos gustan los productos nuevos, renovamos
todos los años nuestra lista agregando nuevas recetas como fueron los famosos
canelles, que son unos pequeños budines típicos de la ciudad francesa de
Burdeos elaborados con una pasta de huevos, azúcar, leche, mantequilla y harina
a la que se perfuma con ron y vainilla.
Una mención más que
especial se merece la decoración, que convierte las cookies en bellos objetos
que pueden funcionar también como regalo o souvenir y a las tortas en
verdaderas divas de la mesa.
Las mesas dulces de
Petite Patisserie cubren tés, bautismos, bodas, baby showers, cumpleaños de
adultos e infantiles, desayunos y todo tipo de recepciones. Realizamos mesas
temáticas muy creativas que se disfrutan tanto con la vista como con el
paladar.
Las
mesas dulces de Petite Patisserie llegaron a un par de ojos expertos en
decoración: el par de Ramiro Arzuaga (¿se acuerdan de él en Alma?). El reconocido
ambientador de eventos fue convocado nuevamente para participar del pasado Open
House del Plaza Hotel, y Ramiro se llevó las propuestas dulces temáticas de
Flavia, para acompañar “Un cumple muy Guau”…
Santa
Pastelería, ¡lo has hecho de nuevo! Y con lo buena onda que sos, más el talento
que Flavio tiene para celebrarte en cada propuesta horneada, estoy segura que
veremos muchos más milagros sabrosos, especiales y bien presentados de Petite
Patisserie. Será cuestión de ser parte de este sueño sanador, que Flavia hace
con tanto amor y felicidad. ¡Salud!
¡Bienvenido Petite Patisserie a Alma Singer!
Petite Patisserie
D:
Las Casuarinas intersección Bernabé de San Martín, Baradero.
T: 03329 48-4189
M:
11 5323-0933
Todas
las fotos de este post pertenecen a Petite Patisserie, a excepción de las tres
fotos de “Un cumple muy Guau”, que pertenecen a Ramiro Arzuaga.
♡♥
ResponderEliminarY yo a dieta...
ResponderEliminarjajajjajjajajjajajaajaajaj pero esto re vale la pena para romperla, o no? :p
ResponderEliminarGracias Vero por esta maravillosa nota , te lo repetiré hasta el cansancio . La leo y vuelvo a leer , me parece mágica . Captaste nuestra esencia !!
ResponderEliminargracias a vos flavia!!!! fue un placer presentarte, tu historia está llena de actitud, es ejemplar :) besos y gracias totales por coparte!!!
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