Esta
semana, cortita como va, está empecinada en ser un campo de alambres de púa
cada cinco centímetros de explanada. No es nada, pero pasa todo. Y es cósmico,
realmente. Yo no tengo motivos reales para ponerme de púa; es esta semana, que
aparenta tener los planetas alineados por una fuerza pícara y malvada tipo
Skeletor.
Pero
por suerte siempre hay fuerzas del bien. Siempre. Y esas fuerzas se manifiestan
en el momento justo, para tirarte una soga y sacarte de las púas del humor del
destino. Hoy, sin ir más lejos, tengo la sensación que la vibra de la semana va
a cambiar, y se lo debo a Laura y a Martina de punto y aparte. Madre e hija, creativas
y habilidosas, amables y atentas, tejedoras y maestras. Y dos copadas que
armaron su historia hermosa de forma tal que yo sólo copio y pego, para no
dejarle ni un milímetro de margen de error al destino, que tan empecinado está
conmigo. Hasta las fotos a 700 pixeles de ancho, ¿entendés? Las quiero
chicas, las quiero mucho. Fluyamos con ellas y que nos colme la inspiración,
las ganas de emprender y los deseos cumplidos de aprender…
(Yo sólo aporto la música… PLAY | Michael Bublé -
Everything)
Lau es una profe de
Educación Física amante de los deportes, las manualidades y las plantas. Es la
mamá de Martina, que estudió Relaciones Públicas y heredó en el ADN el amor por
lo hecho a mano. Siempre compartieron el gusto por hacer todo tipo de trabajos
en diferentes técnicas, pero encontraron en el crochet la actividad que más
disfrutan hacer juntas.
“Nuestra casa siempre
fue una especie de hogar-taller donde se tejía, cosía, se cortaban papelitos y
se pegaba con plasticola o engrudo para adornar y regalar. Eran momentos de
disfrute, aprendizaje y de compartir juntas sobre la mesa de trabajo”. Mesa que
hoy lleva muy orgullosa las marcas de cortes y pegadas impregnadas del amor de
cada trabajo compartido durante años entre mamá e hija.
Hace algunos años
atrás (no recordamos el momento exacto) comenzamos a tejer cada vez más para
adornar nuestra casa y hacer regalos a amigos y familiares. Hasta que en 2010
quisimos hacerlo como una segunda actividad y organizamos una feria en casa
junto a varias amigas (con la buena onda que la caracteriza, Alma Singer nos
dio una mano en la difusión –acá hay un corazón pero el blog
me salta error cuando dejo a < y a 3 uno al lado del otro-). Entonces pensamos un nombre para este
proyecto que comenzaba a asomarse tímidamente, y así fue que nació punto y aparte. En 2013 decidimos dedicarnos de lleno a lo que tanto nos estaba
gustando y dejamos las actividades laborales que teníamos.
Como somos bastante
inquietas, el eje del emprendimiento fue mutando desde sus comienzos. Nació con
la idea de realizar objetos deco y utilitarios pero cuando comenzó este año le
dimos forma a lo queríamos hacer desde hacía un tiempo: enseñarle a quienes no
saben tejer, se olvidaron de cómo era o quieren perfeccionar la técnica y
aprender a leer patrones.
Y no sólo resultó muy
bien (desde marzo ya realizaron el Taller de Crochet Deco para Principiantes
más de 60 alumnas y agregamos los niveles 2 y 3), sino que nos dimos cuenta que
definitivamente nos encanta enseñar a tejer y contagiar nuestro amor por el
crochet. Por eso invitamos a los cuatro vientos “#EnamorateDelCrochet”, que es
en definitiva, nuestro leit motiv.
Es una satisfacción
hermosa ver cuando los tejidos cobran vida y la alegría que siente el otro
cuando hace algo con sus propias manos. Al vivir en un mundo híper tecnológico
donde usamos las manos principalmente para tocar botones o pantallas,
conectarse con materiales nobles como la lana, el hilo de algodón o la totora
te conecta con vos mismo, con tu interior. Y eso es lo que queremos: que cada
uno se conecte con su propia creatividad y capacidad que a veces están un poco
adormecidas.
Nos encanta conocer a
las alumnas, compartir mates y charlas, risas e historias. Cada vez más chicas
(¡y esperamos que chicos!) se animan a cruzar las barreras del “no puedo” y del
“no me sale”. Al principio cuesta, por eso siempre les decimos que la primera
clase es la más complicada porque manos y cabeza tienen que encontrarse y
coordinar movimientos que quizás nunca hicieron. Y eso nos cuesta a todos. Pero
es paciencia y perseverancia, nada es imposible cuando se ponen ganas y el corazón.
La segunda clase
llegan con una gran sonrisa trayendo orgullosas sus tejidos que demuestran el
tiempo y amor dedicados en cada vuelta. El comentario constante es “no pensé en
otra cosa” y “me pasaron las horas y ni me di cuenta”. Y esa es la idea:
desconectarse por un rato haciendo algo que da placer y que además ves un
resultado concreto: algo para una, para regalar o vender.
Trabajos
terminados de alumnas del 1º nivel en la 4º clase, Taller de Crochet Deco para Principiantes.
También tejemos
alfombras en totora, mantas en lana o hilo y sumamos hace poco la venta de
hilados e insumos en nuestro taller de la calle Rincón, que queda muy cerquita
del Congreso.
Otra pasión que
encontramos en este camino fue la intervención de árboles, más conocido como “Yarnbombing”.
Fue amor a primera vista: es que colgarse a un árbol para vestirlo de crochet y
color nos da una sensación de libertad única. Nos encanta la belleza y alegría
que las texturas tejidas y el color le aportan a la naturaleza, sin dañarla ni
interferir en su crecimiento.
Son
puro amor, puro y completo. Ya siento que su paso por el blog cambió las cosas
y puedo, a ciencia cierta, decir que ya #MeAmiguéConElDestino, no importa los
planes que Skeletor tenga en la guantera. #AguanteElCrochetPosta, #VivaLaTerapiaManual. Y acá pongo yo otro corazón.
¡Muy bienvenidas Lau y Mar a Alma Singer! Punto y
aparte, la historia continúa, y lo hace muy bien…
punto y aparte
T: 4941-1075
M: 15 6866-2114
Taller:
Rincón y Av. Independencia, Congreso, C.A.B.A.
Créditos fotos:
Analía Bogado, Adana Amaya (trueque por clases de crochet a través de la genial
Comunidad del Trueque) y punto y aparte.
Precioso todo! me amigué con el martes!!!! Tejer es terapéutico. Coincido a pleno con lo que dicen del uso de las manos!!! precioso lo que tejen, la combinación de colores, todo buenísimo
ResponderEliminarEspero que cambiel la racha Vero
Pero qué hermosa capacidad tenés de hacer emocionar con palabras Vero.. Es un placer formar parte de este mundo y compartir lo que hacemos y sentimos en este espacio mágico.
ResponderEliminarY tranqui con el destino que todo pasa y en el peor de los casos deja enseñanzas.. ;)
¡Muchos corazones y abrazos para vos! Gracias por tu buena onda y energía que transmitís en cada línea..
muchas gracias flor! te aseguro que cambió y es cierto, hacer cosas con las manos es súper terapéutico jejeje!
ResponderEliminarñaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa gracias mau y lau a ustedes por tanta buena onda! estoy contenta que estén acá, es un placer rodearse de gente con tanta pasión y buena onda :)