Una
semana de cumpleaños no puede estar completa sin un festín y un lugar nuevo
para conocer, así que reservé a Aramburu BIS, porque tiene de festín y tiene de
nuevo (para mí). Además tiene alma de bodegón con look aggiornado, tiene un servicio
excelente (doble subrayado si tuviera), tiene almacén con productos de
primera, tiene cocina integrada, tiene sabores caseros y tiene aroma al
resultado de que alguien la está pasando muy bien entre tablas y sartenes.
Tengo el recuerdo de haber sido bienvenida por justamente eso, un olorcito
reconfortante a algo que ya no recuerdo pero que estaba muy bueno. Gracias Romi Goransky por haber sugerido, una vez más, un nuevo lugar excepcional para
explorar.
Mientras
esperaba a Romi, tuve el gusto de saborear los detalles de este restaurante muy
bien puesto. Sus mesas, sillas, muebles y estanterías de madera parecen
albergar las historias de muchas comidas, muy bien compartidas. Los individuales
de papel con sello es el guiño de ojo del equipo que está detrás de un
restaurante con concepto, y el Cinzano + la panera calentita de bienvenida, con
manteca Y aceite de oliva (amamos), es símbolo que te estaban esperando.
Cuando
Romi llegó, nos dieron una sopa en chupito para abrirnos la experiencia
sensorial de Aramburu BIS. Brindamos y nos predispusimos muy bien a una carta
chica pero contundente. Elegimos nuestros platos y nos dedicamos a ponernos al
día, a celebrar el cumple de Romi, a intercambiarnos regalos, a pensar en voz en alta, a reírnos, a confiarnos y a proyectar nuevas
exploraciones. Esta sociedad de curiosas inquietas siempre da ganancias. Y lo
volvimos a comprobar una vez más cuando el camarero nos trajo nuestros platos…
Romi optó por el risotto. Tenía una pinta celestial,
y ella confirmó no fue sólo pinta. Le encantó.
Yo me pedí la pesca del día, que vino con hinojos
y una pasta de palta que no les puedo explicar lo alucinante que es. No tengo
palabras. Riquísimo todo, menos el hinojo, que no sabía que no me gustaba
jajajaa (igual sospecho que estaba muy bien hecho porque comí bastante, no
podía dejar de debatir si me gustaba o no).
La
sobremesa se presentó con café y el redondeo de una charla tan exquisita como
la comida y la experiencia general del restaurante. Nos sentimos tan a gusto
que nos quedamos un poco más, viendo pasar a los oficinistas que tienen la
suerte de comer ahí regularmente. Fue tiempo fuera de tiempo y un hallazgo
encantador que va a perdurar entre mis favoritos en el tiempo. ¡Salud Aramburu,
y gracias por el BIS!
Aramburu BIS
D:
Humberto Primo 1207, Monserrat.
T: 4304-5697
que bueno Vero!! ahí iremos con Bigotes cuando vuelva!!! nos encantan los bodegones y este parece super lindo!!!!!!!!!!!! besooo
ResponderEliminarbien ma! llevenme! jajajja!
ResponderEliminarque lindo lugar!!
ResponderEliminar12.54 veo la foto de la pesca del día y no respondo de mí.
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