Alma Singer I | Trepar talentos

Algo nos llama a entrar en la Galería Patio del Liceo, una especie de Fulgor que nos encandila desde el primer piso. Subimos con firmeza la larga escalera, casi apresurados, queremos llegar. Y ahí está. Un árbol más grande que la vida misma, con tronco robusto y corteza llena de vetas abiertas. Entre los pliegos del noble ser vivo, una historia tallada en cursiva…

Lucila Domínguez estudió Bellas Artes en la secundaria y cursó la Licenciatura en Artes Visuales en el IUNA. Fue asistente de grandes directores de arte de cine y publicidad. Su interés por la música, la fotografía, la moda, la naturaleza y el universo femenino la llevaron a plasmar su creatividad en diversas ramas del arte y los medios gráficos. Sus ilustraciones fueron publicadas en varias revistas argentinas como Ohlalá, El Gourmet, Entrecasa y otras ediciones. Sus murales decoran boutiques y locales de indumentaria y calzado, hoteles y residencias privadas en Argentina, Uruguay y Brasil. Participó de “The Morran Book Project” un libro-álbum que recopila el trabajo de 236 ilustradores de todo el mundo, sobre una idea de la ilustradora sueca Camilla Engman. Realizó varias muestras colectivas e individuales, y varios conciertos en festivales y salas de la ciudad. Actualmente se encuentra trabajando en Lucilismo, su proyecto artístico personal que incluye dibujos, pinturas, acuarelas, collages, murales, ilustraciones y música. También forma parte de la banda del cantautor Pablo Dacal haciendo coros y percusión, con quien viene presentando el disco "El corazón es el lugar", su último disco. Este año abrió FULGOR, su propio estudio en la Galería Patio del Liceo junto a Carla Sanguineti, creadora de SONIDO AMBIENTE.

El resumen de la vida de Lucila llegó tan alto que, cuando terminamos, nos encontramos con la primera rama del árbol. La vimos firme. Nos animamos. Y llegamos a la rama de las pasiones de la artista:

Me gustan los gatos, las plantas, los libros, las fotos, dibujar, cantar, pintar, cocinar y viajar. Lucilismo soy yo y todo lo que hago.

Pegamos un salto y aterrizamos en una rama vecina, que habla como si fuera una tía que la conociera…

Nació en Buenos Aires en 1984, donde vive y trabaja. De profesión y vocación: artista. Como es hija única, aprendió a divertirse sola dibujando. Se pasaba horas creando mundos, dibujando muñecas a las que le encantaba vestir y pintar... también se disfrazaba y cantaba frente al espejo. ¡Se aprendió de memoria millones de canciones!

Un grupo de hojas verdes nos pide que nos sujetemos y nos lleva hacia el próximo punto lógico de Lu. Ahí está ella, y nos cuenta…

Ahora de grande, sigo haciendo lo mismo. Como soy capricorniana, convertí mi pasión en trabajo, que es lo que una cabra mejor sabe hacer. Soy un ser camaleónico que divide su tiempo entre dibujar, hacer ilustraciones con diversos fines, pintar murales por encargo, cocinar, cuidar plantas, componer canciones y cantar.

Todo el árbol se sacudió de felicidad. Está contento. Lu está contenta. Y nos lleva a pasear por el otro lado de la copa.

Adoro la imagen, lo visual, la luz, los colores... soy muy observadora y detallista. Nunca olvido una cara y reconozco siempre a quien haya visto alguna vez. Con ese mismo detalle construyo mis imágenes. Me encanta representar la luz y la sombra de los objetos, y ver cómo se relacionan unos colores con otros. Todo es relativo, y único.

Único es este árbol, que sigue relevando su misterio entre ramas, ramitas y hojas. ¡Epa! Acá hay un fruto…

Me encanta trabajar en papel, creo que es un material muy noble. Mis materiales preferidos son el lápiz, las acuarelas y el acrílico. Cuando dibujo hago cosas pequeñas generalmente. Y muchas veces utilizo la computadora para transformarlo todo. ¡Ahí las posibilidades son infinitas!

Lu nos saca del encanto y nos guía hacia un nuevo espacio, un claro en el árbol. Tuvimos que mover músculos que ni conocíamos para llegar acá:

En mis murales llevo los dibujos pequeños a grandes tamaños y entonces pintar se vuelve una acción de todo el cuerpo: me subo a escaleras y andamios para crear una obra que me excede, y que una vez terminada siempre me sorprende.

Sorprendidos estamos nosotros: llegamos a la cima del árbol. Vemos las fronteras de la ciudad y las personas parecen hormigas activas y contentas. Ellas no paran y tampoco saben que acá, en la cima del árbol, Lu atesora su fuente de inspiración…

Me inspiran la naturaleza y el universo femenino. El misterio, lo mágico. Busco la belleza en todo lo que hago, ya sea un dibujo o un sonido. Creo que es ahí donde me expando y me elevo.

No sé ustedes, pero yo no me quiero bajar.

Lucila Domínguez

http://www.lucilismo.com

https://www.facebook.com/mundo.lucilismo

http://www.soundcloud.com/lucila-dominguez

Bonus track

Este fin de semana termina Flora, la pequeña feria de arte plantístico que Lu armó en Fulgor:

Vengan a trepar este árbol ;)