Alma Singer I | Sonríe

PLAY | Stay - Lisa Loeb

Ilustración Victoria Assanelli

Viki abre la ventana para dejar pasar la brisa brasilera. Tiene 32 años y hace cuatro dejó su Buenos Aires querido para afincarse en el país panzón de Sudamérica. Sonríe mientras prepara la mesa y su gato ya se sienta sobre ella, buscando algún trazo de cinta para intentar coser también. Sonríe. Se sienta. Sonríe otra vez. Busca telas, las elige, le cuesta pero se decide, y sonríe una vez más. Toma hilo, enhebra la aguja, lo asegura y empieza. Una, dos y tres puntadas. ¿Sonríe? ¿Si sonríe? ¡La cara se le llena de felicidad! Y al terminar el primer borde de un almohadón, recuerda el motivo que dio origen a tanta felicidad artesanal: Olivia.

Soy camarógrafa de TV, una enamorada de la fotografía  y de la decoración. Desde que tengo memoria, viví observando a mi abuela cosiendo en su máquina, y haciendo ropas, vestidos de novia, tejiendo sweaters o haciendo fantásticamente cada cosita que sus nietas le pedían. Creo que esas cosas quedaron en mi corazón y en mi retina para siempre.

Soy autodidacta y el placer de ver las cosas acontecer, es lo que me lleva adelante. Amo las flores, los colores, los hilos, pero lo que más me quita el aire, son las telas… entrar en esos lugares repletos de ellas, que me miran y me dicen “comprame”, ¡me da taquicardia! ¡Las quiero a todas todas todas ellas!

Siempre ame a “mis sobrinos” (los hijos de mi amigas, los hijos de mi primo), siempre fui (y seguiré siendo) la tía Viki para ellos. Pero a finales del año pasado, me desestabilizó la llegada anticipada de Olivia, la hija de MI hermana, MI sobrina, MI ahijada, no tengo como negarlo, ella, con su pequeño tamaño, llego para marcarme, para hacerme saber que el amor en pequeño tamaño pesa más de lo que yo me imaginaba, así que sin pedírmelo, y viviendo cada una en un país, me hizo saber que yo tenía que decorar su cuarto (junto con su mamá) y fue ahí, que realmente empezó Pipoca, sin darme cuenta, teniendo un objetivo claro: alegrar cada día la vida de esa pequeña persona.

La sonrisa tiene un nombre, Pipoca. Decilo. Probalo vos en casa. ¿No se te contagia?

Después de varias charlas en casa y con amigos, en Brasil, en Buenos Aires, por internet y frente a frente, Pipoca fue tomando forma, juntando esas cosas con toque “Viki”, que a mis amigos le gustaban y que a mí me hacían (y me hacen) feliz hacerlas. Pipico son Coisas belas que fazem teu dia melhor (Cosas bellas que hacen tu día mejor).

¿Y qué genera tantas sonrisas? Produce frascos reciclados con tapas animal en diferentes tamaños y diferentes colores; banderines con telas estampadas; almohadones personalizados; almohadones de 25 x 45cm o 50 x 50cm; objetos para decorar puertas de cuartos con animalitos de crochet; lonitas para jugar; y cuadros.

¿Y qué origina las sonrisas responsables de tantas hermosas creaciones?

La inspiración que motiva mis diseños es lo que hace mi pequeño mundo mejor día tras día. Me inspira la sutileza de mi gato gris, sus pequeñas patitas acolchonadas, y su rum rum rum que llega siempre, sin esperarlo. Me inspira el amor que recibo cada día con la dulzura, la locura y los silencios de mi compañero de vida.

Ahí la vemos a Viki, en ese querido taller hogareño, rodeada de sus materiales favoritos, de calma y de ideas, todas para Olivia y todas para todos: “La marca no sólo quiere llegar a las tías y las madres que quieran decorar los espacios de sus personitas preferidas, Pipoca principalmente pretende llegar a toda persona que se sienta pronta para aceptar que un poco de color, de diversión, y de pequeños objetos lúdicos no son sólo para los más chicos, sino para los chicos que todos tenemos dentro (y que solo algunos sabemos encontrar)”, afirma Viki, mientras concluye la confección del almohadón.  

El que quiera entrar por esta ventana cual brisa brasilera, y llevarse a casa alguna creación Pipoca, tiene que contactar a Viki vía Facebook o mail. Acepta pagos por vía bancaría y efectivo en el momento de la entrega (eso vale para Brasil y para los argentinos que se reúnan con ella cuando visita su tierra o con amigos suyos que vuelven de Brasil con encargos de adorables Pipocas). A mediados de septiembre también tendrán la posibilidad de comprar online gracias a una nueva página web que aceptará tarjetas de crédito, transferencias y administrará los envíos a todo el mundo con correo a cargo del comprador. ¿Quién más está sonriendo ahora?

Pipoca

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pipocacontato@gmail.com