Alma Singer I | Oye Pana, oye brother

PLAY | You’re my best friend – Queen

Luciana Pan debe haber tenido una infancia muy feliz, llena de juegos y aventuras, y mimos de los abuelos, sus anfitriones domingueros. Luciana también debe haber elegido muy bien su carrera de diseñadora gráfica, porque en sus líneas virtuales salta a la vista una persona creativa con ganas de configurar un mundo bello. Y Luciana también debe haber hecho lo suyo para dejar viva la llama de la niñez, de una esencia artesanal que no se logró apaciguar con el mouse y que hoy se manifiesta como encuadernadora, tejedora, costurera y serigrafista. No sé, digo, de pronto, me parece. Veamos qué nos cuenta su historia, y el nacimiento de su emprendimiento Pana…

Pana nace a mediados de 2012, para darle forma a un proyecto que llevaba mucho más tiempo en mi cabeza. Hasta fines de 2010, y desde hacía muchos años, trabajaba en estudios de diseño, básicamente sentada frente a una compu de 9 a 18 hs, y encuadernaba como hobbie, como cable a tierra. Esto no me hacía feliz, y finalmente tomé coraje, renuncié a todo, di vuelta la página (aunque diría que directamente empecé un nuevo libro) y decidí tomarme seis meses lejos, viajar.

Creo que ese fue el comienzo de Pana en mi cabeza, cuando me conecte conmigo y me di cuenta que más allá del "qué hago" me importa el "cómo lo hago": quería que trabajo y disfrute sean una misma cosa, sinónimos y no antónimos. Así fue que poco a poco fui y sigo armando Pana, primero con cuadernos, luego con tejidos, ahora incorporando la serigrafía y productos textiles como bolsos y almohadones, sumando todo lo que me permita trabajar, jugar, disfrutar, revalorizando el trabajo manual, el diseño y los detalles, y que estos objetos acompañen a sus dueños de la misma manera que Pana me acompaña a mí: haciendo sus vidas más lindas.

Me voy adaptando y aprendiendo técnicas de acuerdo a las ideas que se me van ocurriendo y a las necesidades del proyecto.

¿Por qué el nombre "Pana"? Llegué a este nombre relacionando dos cosas: que mi apellido es Pan, y que además me contaron que la palabra "pana", en Venezuela se utiliza para referirse a un amigo, porque los jóvenes se reunían en las panaderías para formar amistades. La unión de estos dos "conceptos", sumado a que tenía en claro que quería hacer cosas lindas para la vida, cosas "amigables", me pareció perfecta para encarar este nuevo camino laboral y de forma de vida.

Cuando las ideas caen, retumban y siembran un campo de creatividad y coherencia. Me encanta cuando eso pasa, y me encanta saber también qué cosas rockean el mundo de Lu para que Pana sea lo que es, y no otra cosa…

Me inspiran los viajes, las fotos, los libros viejos, las telas, las texturas urbanas, y cuando las ideas no llegan, nada mejor que recorrer un mercado de pulgas o una feria americana. Además tengo mi taller en el departamento donde vivieron mis abuelos, y donde pasé muchos domingos de mi niñez. Es por esto que creo que todas mis “cosas lindas para la vida” tienen un toque vintage, retro y muy artesanal.

(Me hiciste acordar a los domingos en lo de Aña y Sony. Ay, tiempo, ¿podés volver 23 años atrás?).

El tiempo no parece tener ganas de regresar pero tiene la amabilidad de brindarte guiños que te haga recordar aquellos momentos felices, donde el juego era todo y tus manos las herramientas más fértiles para crear universos. El que tenga ganas de tener un trocito de Pana para sentir la pasión emprendedora y estética en sus propias manos,  pueden contactarse con Lu para realizar compras online y/o visitar su taller en Capital Federal. Tengan en cuenta que también pueden encargar trabajos personalizados. No hay nada que no puedan charlar con esta Embajadora de lo Artesanal, alma inquieta, hacendosa y amigable como el pan.

Pana, cosas lindas para la vida

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