Alma Singer I | La Buena Vida

PLAY | Strawberry Swing - Coldplay

No sé si les pasa a todos, pero cuando atravesamos tiempos de cambio, algunos necesitamos juntar fuerzas en el pasado. No hablo de abrir álbumes de fotos ni llorarle a cartas, hablo de revivir momentos que solíamos disfrutar con locura cuando había tiempo y calma. Un poco de tiempo y calma fui a buscar al bar La Buena Vida con mi querida nonna. Como hacíamos antes. Como quise hacer siempre aunque los tiempos me los marquen otros.

La Buena Vida, hermoso nombre para un bar, un sueño y un perfecto emprendimiento de amigas, es el resultado de mucho esfuerzo, sabor y amor de Patricia Eccel y Claudia Capparelli. Tuve el enorme placer de conocerlas en una charla de Panal, donde compartieron las decisiones que estaban tomando en aquel entonces: la de apostar fuerte y llevar sus manos reposteras de catering para eventos al plano 3D, al de vení, sentate, comé algo rico y disfrutá La Buena Vida.

La Buena Vida, situada en La Calabria de San Isidro (me lo enseñó mi nonna), ya se disfruta antes de entrar. No sólo porque queda en una esquina bien linda y remozada, con piso de cemento alisado que se luce en sectores por sus ladrillos antiguos enmarcados (¡como un patchwork!); también porque queda justo frente al cementerio de San Isidro de la calle Don Bosco. Y me parece que no hay mayor justicia que recordarle a que se fueron (y a los que los visitan) que la vida es buena. Poesía urbana 100%.  

Adentro es una fiesta romántica. Es un bar cálido, de tonos suaves, luz natural y muy buenas ideas de decoración y presentación que te demuestran que acá hay mucho amor, cabeza y ganas de hacerte vivir una experiencia realmente especial.

 

Galletitas de la fortuna caseras, con mensajes para todos.

¡Muchas flores naturales para todas las mesas!

Servilletas agrupadas con broches de madera. ¡Qué monada!

Bandejas hechas con cajones de frutas. Ah no no, ¡me mató esto!

Con la nonna nos sentamos junto a una ventana, que abrimos figuradamente para dejar entrar confidencias, proyectos y sueños. Muchos sueños. La energía se está moviendo y vibra bien, tan bien como la atención muy atenta y amable de Patricia y Claudia. Te atienden como si fueras familia, y estoy segura que no necesitás compartir una charla previa de dos horas para sentirte así de bien. Hagan la prueba ustedes.

El bienestar llegó a su máxima expresión cuando arribó la bandeja con nuestros cafés y caprichos harinosos. El budín de limón es el más rico que comí en muchísimo tiempo, ¡no sé si en mi vida! El puesto número uno se lo dio su humedad justa, más allá de ser súper sabroso. El scon con mermelada de naranjas le siguió el paso, bien rico y  de textura arenosa a punto.

Todos los flashes al pasado tienen que esfumarse eventualmente. Mi nonna y yo saludamos eternamente agradecidas a las chicas por todo, juntamos nuestras cosas y nos llevamos nuestras panzas contentas hacia el presente lleno de futuro, que se revela auspicioso y colmado de nuevas visitas a La Buena Vida…    

La Buena Vida

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D: Don Bosco 501, San Isidro.

T: 4732-3282

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Festejar y Disfrutar

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