Abrir, unir y sumar

Abrir, unir, sumar. Tres verbos que me encantan y tres acciones que Luciana y Romina de Fabrikken parecen activar muy bien.

Bajo “abrir” las encontrábamos hace tiempo con dos lindas panzas embarazadas, a punto de abrir al mundo dos nuevos niños. En simultáneo, estas dos arquitectas se estaban planteando abandonar los casquitos de obra y retirarse de los planos para abrirse a un nuevo tablero de acción. Luciana coqueteaba con la idea de diseñar muebles y Romina estaba con muchas ganas de moldear en madera, erradicar los frenos a las importaciones y abrir las fronteras del país a un diseño que cada vez cosecha más fans a lo largo y ancho del globo…

Así nació Fabrikken, intentando canalizar nuestro costado creativo y las necesidades y nichos que veíamos que estaban a medio camino acá en Argentina. Obviamente nos encontramos con un montón de problemas, por ejemplo tener diseños en nuestras cabezas de lámparas con cables de colores que acá no existen, piezas y cosas que teníamos que reemplazar por otras.

Si viramos al “unir”, encontramos que las chicas, que no se definen como diseñadoras sino más bien manufactureras, se dedican a desarrollar ideas copadas con recursos nacionales:

Es el típico trabajo del arquitecto argentino. La facultad nos mostraba la arquitectura Holandesa, o Japonesa y acá en Argentina hay que traducir eso a una cosa menos compleja, porque no tenemos las estructura para desarrollar ciertas cosas. Es más maña que otra cosa…

Bajo el lema “Cosas bellas que hacen tu vida mejor”, la influencia nórdica es notable en nuestros diseños. El uso de materiales nobles y cálidos como la madera, las formas limpias y la inspiración en la naturaleza mezclados con una pizca de amor y comicidad crean este mundo acogedor y de pertenencia, el HOGAR.

Y mientras se pusieron a unir materiales con ideas a precios accesibles para el bolsillo argentino, empezaron a unir también a toda la familia alrededor de Fabrikken. Hermanos fleteros y pintores; madres tejedoras al crochet y empaquetadoras; maridos también fleteros y niñeros; amigas diseñadoras de indumentaria que asesoran sobre lo textil y las estampas; y amigas fotógrafas (como Lau, a quien conocimos ayer acá). ¿Quién más se une a dar una mano?

Con todo este esfuerzo y deseo de abrir + unir, Luciana y Romina se encontraron sumando una primera tanda de producción para estudiar el mercado. Sumaron luces de noche para los cuartos de los chicos, cuadros, objetos decorativos y funcionales, como el servilletero conejo para estas Pascuas. También están trabajando para lanzar próximamente luminarias en madera y textiles con estampas propias (acolchados, cambiadores, babitas, baberos, carpas, etc.).

También se sumaron a los negocios de Almacén de Curiosidades y Chapó Loló, los primeros dos puntos de venta al público donde se precia tanto abrir + unir + sumar. Están terminando de cerrar ventas al Chaco, Rio Negro, La Plata, General Belgrano, Bahía Blanca y otros puntos de venta en Palermo; y por supuesto las encuentran directamente en Facebook, donde coordinar la venta y la entrega del producto.

Ya se los anticipé. Parece que Luciana y Romina saben abrir, unir y sumar muy bien…

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