La
cura para los días quemados es habilitarte un sanador día después. Y creo que
estoy aprendiendo muy bien a hacerlo. Ejemplo. A fines de enero no sé qué
movida andaba pasando, y andaba pasando a mi cabeza, a mi cuerpo y a mis manos
frenéticas sobre el teclado, batallando responsabilidades (miren lo que me dura
el “estresaso” que ya ni me acuerdo el tema en cuestión). El punto es que el día después de la jornada
más turbulenta, respiré profundo y armé plan
para pasarla bien.
Ese
día fui a conocer el genial estudio de las chicas Enamorada del Muro (posteado acá), y también fui a zambullirme en el maravilloso mundo STU Smilng to Unlock (posteado acá).
Pero en el medio, me di cita en Bonjour Paris, un dato que tenía agendado
desde una agenda de Living (si mal no recuerdo). Y fui con el casi final de The
Hobbit, el único libro de Tolkien que me quedaba por leer. Plan diurno
perfecto.
Llegué
a Bonjour Paris a una hora indecisa, esa que está entre la ensalada puleta o la
milanesa con papas fritas, y las tostadas y/o cualquier cosa horneada. Opté
entonces por un croque-monsieur que vino divinamente preparado para que yo coma
a un punto de total satisfacción y con las manos sin mancharlas casi nada.
Grande, sabroso e ideal para leer el final de un buen libro.
De
todas formas, mientras esperaba mi pedido, observé lo bien que lograron
recortar y pegar en Buenos Aires un pedacito de Paris. Sólo fui a la ciudad luz
en el 2005, pero este escenario recoleto bastó para volverme a ver caminando
entre adoquines bajo un paraguas chino comprado al pasar. Es fantástico el
espacio exterior con mesas, sillas y un cómodo sillón, y la calidez de la
ambientación interior, con preponderancia del blanco y muebles recuperados. Y
el servicio es visceralmente contrario al extendido en los cafés de Paris, ¡así
que imagínense lo bien que me atendieron!
La
hora de la verdad llegó cuando la camarera me acercó mi almuerzo y el pequeño
hobbit estaba saqueando a viejo dragón con su anillo de poder puesto. Parece
verso, pero en algún momento de mi lectura y ñam ñam ñam, en Bonjour Paris sonó
un tema de la banda sonora del Señor de los Anillos. ¡BINGO! Fue como si de
alguna forma cósmica alguien allá arriba acababa de avalar mi decisión de
tomarme un día de placer, una recompensa después de tanto laburo y taca taca
taca agitado sobre el teclado. Bonjour en Paris, bien sûr…
Bonjour Paris
D: Uruguay 1145, Recoleta.
T: 4815-0692
es un lugar precioso!!!
ResponderEliminarhubiese querido probar todo, lo dulce Y lo salado pero solo pude ir una vez, y me quedaba como mucho a 10 cuadras de donde yo estaba parando. mal ahi vix.
pero volveré, oh si!
Oh!Vero...no sé cómo hacer para tener tantos lugares lindos,ya lo pase a mi agenda de lugares de "AlmaSinger"...no estoy tan lejos!
ResponderEliminarBeso!♥
*Me encantó "Enamorada deL Muro"no lo había visto!
que lindo un pedacito de mi amada París en Buenos Aires!
ResponderEliminarjajaajaj vix, siempre se puede volver al parís porteño ;) jajaja!
ResponderEliminargabiiiii me mueroooo, tenés una agenda que se llama así??? posta???? ñaaaaaaaaaaaaaa :D
verito, hermoso pedacito! jaajja!
beso enromeee chicas!
Estuviste a la vuelta de casa y no te ví!...nos habremos cruzado???
ResponderEliminarjajaajaj imaginate que sí marce!!!! jajaj!
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