Alma Singer I | Talento palpable

Desde que aprendí a hacer el crumble de frutos rojos (con el stock que tenía en casa, sólo arándanos) soy otra persona. Ahora creo que cocinar puede ser REALMENTE FÁCIL, ahora se que tengo un caballito de batalla cuando me piden que lleve el postre a alguna cena (al menos en temporada), y se que los lujos no tardan más de cinco minutos en prepararse. Y todo esto que se, se lo debo a Ine, una chica de 27 28 años que comparte sus Impalpables recetas y sueña con tomar el té en todos los países del mundo.

Ine vive en Capital Federal con su novio y su gata, y en su cocina hay montón de moldes, moldecitos y cucharas de colores (sic). 

Lo que también hay es una cámara que captura fotos tan deliciosas como lo que prometen las recetas probadas por esta pastelera de vocación. Cada captura es una oda al ingrediente estrella, que no tuvo más mérito que caerse de un árbol y llegar a la mesada de Ine. Si algún día reúne a sus fotos y recetas en un libro que anticipo hermoso, yo se lo compro.

Pero no todo es harina, medidas y preparaciones (o casi todo). Ine llega a ser impalpable luego de un largo camino recorrido…

Igual que mi amor por los libros, mi amor por la fotografía y mi amor por la cocina viene de chica y de familia. Mi mamá, mi papá, y mis abuelos todos siempre fueron grandes lectores. Mi papá me enseñó a usar la cámara cuando era chiquita y de grande la volví a agarrar y ahora somos inseparables. Y los almuerzos familiares con comida de la abuela eran muy frecuentes (y lo siguen siendo).

Estudié Edición en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) y casi se puede decir que soy editora oficialmente, ya que sólo me falta entregar un trabajo para recibirme... pero son esas cosas de la vida que uno pospone y pospone... Sea como sea, mi trabajo está relacionado a la edición, pero web. Trabajo como editora web, escribiendo y corrigiendo contenidos para internet. También estudié Letras en la misma facultad, pero pronto me dí cuenta que me gustaba más disfrutar de la lectura a mi manera que estudiarla, así que ahí quedó.

Los libros se quedaron en el living. Ahora pasemos a la cocina y veamos qué nos encontramos acá…

De chiquita me dejaban jugar con la comida. Mezclar ingredientes, hacer enchastres y combinar cosas que terminaban en engrudos asquerosos e incomibles: yerba, harina, azúcar, leche, agua, huevos, orégano... Pero también me dejaban ayudar. Los dos primeros recuerdos que tengo con la comida (además de los engrudos) son los panqueques y los ñoquis de sémola a la romana. Si te puedo contar un secreto (pero en realidad se lo podés contar a todos) cuando era chiquita, con mi hermana y mi papá cocinábamos pilas de panqueques y hacíamos de cuenta que teníamos un local que se llamaba Panquernic (¡el nombre delata mi edad!). Podías elegir con dulce de leche, con azúcar, etc. Sí. Así como leés. Mi viejo nos mimaba con esas cosas chiquitas y nos divertíamos mucho :)

Durante muchos años la cocina estuvo latente como carrera para mí, muy en el fondo sabía que quería estudiarla pero no lograba tomar la decisión de hacerlo. Ya de grande (hace 2 años) decidí que ya era suficiente, que tenía que hacerlo. Y estudié Pastelería en el IAG. No me arrepiento para nada. Como no tengo ganas de ejercer, al menos por ahora, prefiero dedicarme al blog, a mi ritmo.

Es en este ritmo amable y generoso que Ine nos llena de posibilidades, como la de descubrir que cocinar es REALMENTE FÁCIL y que las recetas compartidas tienen el plus del encuentro. Y si nos quedamos con ganas de otra exquisita porción, Ine nos la sirve respondiendo un ping pong culinario…

¿Mi ingrediente favorito?

Hmmm. ¿Las especias valen? ¡Las uso en todo!

¿Mi receta más querida?

Querida por mí, no sé, tengo muchas y me es difícil elegir. Pero queridas por los comensales tengo una clarísima: mi budín de banana. Nunca me expresaron tanto amor por algo que cociné como por ese budín. Qué vergüenza, todavía no subí esa receta al blog. Prometo hacerlo pronto.

¿Dulce o salado?

Lo dulce es mi fuerte, pero no puedo resistirme a la comida salada tampoco.

¿Qué me inspira?

Trato de encontrar inspiración en todo, pero en la cocina trato de que las ideas surjan de los ingredientes. Ver qué hay, qué está rico, qué tengo en casa... Pero también la inspiración viene de la gente para quien vaya a cocinar. Saber que podés hacer algo que los va a alegrar es una gran fuente de inspiración para mí. Y cuando todo eso falla, hay blogs y libros hermosos que siempre ayudan :)

Exactamente. Como el feliz Impalpables.  

Impalpables

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Todas las fotos de este post fueron tomadas del blog Impalpables y pertenecen a Ine.