Alma Singer I | Es rosa si yo quiero

La vida no es color de rosas, ninguno de sus tipos. Eso es cierto. A mí la vida me gusta a todo color, así que aplaudo que no sea así; pero vamos a limitarnos al enfoque de la vida rosa sólo por poesía/filosofía.

La vida no es color de rosas porque suceden accidentes y de un segundo a otro tu diciembre cambia para siempre. También te pasa que, por más ganas que le pongas, no encontrás respuestas que estabas buscando. Un día tu computadora se llena de virus y parte agonizante al técnico (lo que te hace improvisar hasta un post, como el de hoy). Y para rematarla te llega un soplo de viento lleno de basuritas que se te incrustan en el ojo derecho y te lo dejan en compota. De peor a menor, te pasan un par de cosas seguidas que no te estabas esperando. Marche un millón de puteadas, y que los teros se vayan buscando tangas.

Pero también te pasa que, a raíz de todas aquellas cosas fuleras que te tocan vivir, descubrís lados B que te llenan el alma. Por ejemplo, encontrás una nueva familia con la que te sentís orgullosamente parte, descubrís que hay lazos que se refuerzan cuando los tiempos apremian y que la esperanza no es un lujo sino una realidad que se afianza día a día.

También llega la paz cuando te das cuenta que hay respuestas que no valen la pena y hay cosas que no podes cambiar porque pasan por algo (y siempre es para mejor).

Al mismo tiempo te das cuenta que la tecnología te juega una mala pasada sólo para que a) salte tu súper amiga a tranquilizarte y ayudarte con sus mágicos contactos; y b) puedas salir del plano virtual, y puedas sentarte a desayunar con tus viejos antes de arrancar un día de laburo en computadora prestada. Todas aquellas ceremonias matutinas del café recién hecho, las tostadas perezosas y el gato jugando con el precinto de plástico de una mermelada nueva abierta, le ponen color a una mañana que pintaba negra. Y de yapa, Reiki de mamá para el ojo en compota. Lados B que te llenan el alma.

Claramente la vida no es color de rosas pero siempre hay personas que llegan con su brocha a tono para ayudarte a pintarla, al menos un ratito. Esta Navidad, espero que Papá Noel les traiga muchas brochas frescas para que amigos, familiares y perfectos desconocidos los ayuden a pintar sus historias y para que ustedes también se pongan la camisa de pintor y dejen trazos en la vida de otros. ¡¡¡Muy feliz Navidad!!!