Un encuentro de nivel

Extraño hacer semanas temáticas. De hecho, tengo varias en mente pero, volviendo a lo mismo de siempre, lo que no tengo es tiempo y bla bla bla. Es por eso que me da alegría observar que esta semana se está convirtiendo en una. Hay un factor común y es el encuentro de los amigos en pos de algo común y el encuentro de héroes al rescate (claro que hablo de Bimba y Joselito y el sorteo de esta semana…). Para no desentonar con esta linda vibra, hoy presentamos la historia de Nivel y por qué siguen los felices encuentros…

¡Hola! Soy Troy McClure y posiblemente recuerden a Nivel de estos generosos posts: un viejo sorteo de un almohadón y juego de tazas con bandeja; otro viejo sorteo de un servilletero con alta onda; y un fotográfico viaje por Marruecos. Hoy vamos a conocer quién está detrás de su alta onda para la casa y cómo llega hoy al blog.

¡Gracias Troy por la intro! Achauchau, ahora sigo yo…

Dale, no te calientes, sabemos que no podes decir más que esas primeras líneas de cada documental que protagonizas.

Eso, buena onda Troy, ¡muchas gracias! En fin, seguimos con el post. Nivel no es una gran corporación con 1839282 sucursales en todo el país y 190820203 empleados. Nivel es un negocio único, atendido por sus dueños desde hace casi 30 años. Nació especializándose en muebles de jardín, rubro que ya domina, y poco a poco fue incorporando estanterías para acomodar objetos de decoración, regalos y bazar. Si hoy lo visitan, van a vivir un gran “Elige tu propia aventura”, incentivado por texturas (alfombras, almohadones, canastos para la ropa sucia con onda, etc.), aromas (velas de mil tamaños, esencias y difusores), y colores (acá entra todo: nada es soso, cada objeto llama la atención por su combinación cromática). Tienen de todo y ese todo está en constante cambio, por eso la aventura se renueva en cada visita.

Sus dueños son Tato y Susi. Como verdaderos dueños de un negocio de barrio con tantos años, conocen a sus clientes habituales, sus gustos y sus historias, y le dan la bienvenida a todos los nuevos con igual calidez. Susi es de voz dulce y suave, y es de esas personas que recibe a sus visitas y las acompaña proponiendo ideas si eso es lo que buscan, o los deja mirar tranquilos, si ese fue el pedido. Envuelve cada paquete con maestría y lo cierra con un moño especial hecho por ella que ya no veo en ningún lado. Me pregunto por qué, si es tan lindo…

Tato tiene ese relajo de buen tipo, porque además de ser atento, también hace chistes y corta el hielo en un segundo. Es la cara que hace las entregas por la zona y el Master del Depósito… ahí Indiana Jones se hace un festín.

¿Cómo se yo todo esto? Porque Tato y Susi son mis tíos. ¿Y qué tiene este post de encuentro? Que en octubre se cumplirá un año del día que me pidieron que los ayude con el blog del negocio. La ayuda empezó con una clase didáctica con café rico en su casa, apertura de blog y Flickr, y datos básicos para poder usarlos y llevar sus propuestas a la web. Una cosa llevó a la otra, el mismo factor tiempo escaso jugó para ellos y ¡zaz! me convertí en su bloggera.

Lejos de considerarlo un laburo (aunque postee con regularidad espartana), lo vivo como la excusa perfecta para verlos mucho más seguido. Los adoro y es siempre divertido ir allá a sacar fotos al negocio, o a traerme bolsas llenas de cosas a casa para inventar una patética excusa de producción de fotos ambientada.

Mi gen familiero agradece este contacto casi cotidiano, mi gen esteta da aplausos cuando me presentan cosas lindas nuevas y mi gen blogger aprecia hasta el cielo que hoy se sumen a la barra derecha. Una vez más, mis tíos están ahí para mí, como estuvieron en cada recital de coro del cole, en Ezeiza para despedirme en grandes viajes y en tantas otras situaciones que van más allá del clásico almuerzo familiar o cena de cumpleaños. ¡Muchas gracias por la magia, los quiero mucho!

Eso fue todo por hoy. Soy Troy McClure, y los despido hasta el próximo programa de “Vero es una ñoña”.

Nivel

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D: Av. Santa Fe 408, Acassuso

T: 4747-1056

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