Alma Singer I | El Círculo Virtuoso

Sin entrar en detalles urbanos, ayer estuve pensando qué fácil es que te sacudan el tablero y te tiren todas las fichas a la mi¨¨, así de simple, de un segundo a otro. Todo puede estar bien, todo puede estar centrado y óptimo y feliz hasta que ¡ZAZ! factores externos te complican la existencia. Qué frágil es el tema, ¿no? En fin, en vez de darle vela a este entierro desde la queja, hoy me levanté con la misión de volver al Círculo Virtuoso (¡gracias Sensei Romi!). Básicamente es redoblar las acciones buenas, buscar hacer el bien sin mirar a quien, volver a mirar sin anteojos empañados por mala onda a todos los detalles cotidianos que me hacen feliz y esperar a la justicia del cosmos, que actúa de forma rápida y concisa. Va la confirmación con ISO 9001: todo lo bueno vuelve siempre.

Voy a ir a buscar a la calle a una señora mayor para ayudarla a cruzar (“No querida, no tengo que cruzar”, “Pero vamos señora, la ayudo…”, “Qué no hija, ¡no!”, “Pero si la otra vereda está copada, menos rota señora”… “¡Que no!” y bastonazo. Jajajaja a mí me pasaría eso); pero antes les dejo el video que me está haciendo doler la panza de la risa desde hace días (¡gracias Sensei Barbie!).

¡Qué comiencen muy bien el martes y que los próximos posts sumen a su Círculo Virtuoso!