Alma Singer I | Lo esencial juega en la arena

En cuatro días usé la computadora sólo media hora para chequear tres cosas, nada más. Ahora mis dedos no responden, no se entienden con las letras del teclado, sólo con el BORRAR que va y viene como loco, ordenando palabras mal escritas y expresiones poco inspiradas. El resultado salta a la vista: cuatro días sin Robertita me hizo bárbaro y, si pudiera expresarles lo fantástico que fue este fin de semana largo con la simpleza de una imagen, usaría la apertura que subí, con fotos de Cipriano y Emma, hijos de Sol Ahumada. Playa, risas, complicidad, aire puro, intimidad, alegría, paz.

Antes que Sol partiera para Bogotá con su adorable familia a vivir, me escribió un mail:

Ordenando y buscando fotos (ante el insomnio) encontré esta de hace tiempo y se me ocurrió enviarla como foto de apertura. Es una foto absolutamente espontánea y eso es lo q mas me gusta de la foto. Son Cipriano, mi hijo q tenia 6 o 7 meses aprox. y Mina, mi perra de toda la vida, ¡esperando los 2 la comida de Cipriano!

La flipé con la foto y con el momento (y con el hecho que Sol la haya pensado para Alma). Como una tía con babero le pedí que me envíe más para la barra derecha, y Sol cumplió con destellos de sus hijos e infancias felices. ¿Se acuerdan de esos tiempos, cuando todo era mucho, pero mucho más fácil y simple? ¿Cuándo una pérdida de agua en el baño era una catarata privada y no el despelote de limpiar cada vez que abrís la canilla de paso para, ponele, lavarte los dientes? En fin, con ojos de niño ese desastre doméstico se convierte en carnaval, y ese es el espíritu que me gustaría ponerle a esta semana (es eso o reviento). Gracias Sol por hacerlo posible con tus impecables fotos de dos enanos hermosos y felices.

Sol pasó de ser abogada a madre, luego a coser, pintar y dedicarse a crear. No pude ver qué produjo en este tiempo pero sí puedo tener una idea de su talento cuando veo las fotos que me envió…

Hasta hace muy poco podría haberme pasado el link de su emprendimiento que nació, creció y explotó en el 2010, como todo buen tercero hijo. Hoy la vida vuelve a ponerla en movimiento, armó las valijas y se fue con su familia a Bogotá, a pintar nuevos momentos y coser su historia. Por más temporario que sea el prospecto de esta nueva vida, no tengo dudas que le resultará muy fácil con Cipriano y Emma al lado, sus grandes fuentes de inspiración y las mías hoy…

¡Muchas gracias Sol por compartir tu historia e imágenes perfectas de tus pitufines hermosos!

Sol Ahumada

solahumada@gmail.com