Pudo ver la fuerza del viento aun antes de bajarse del colectivo. Movía con violencia las copas de los árboles, los extremos de los pilotos mojados y el pelo de todas las personas que tuvieran pelo. Valor, pensó. Y se miró los pies apenas cubiertos por unas chatitas de verano.
Se bajó en Cerrito y Viamonte, y caminó hacia el Obelisco. Cuando alzó su mirada para verlo, en su lugar encontró a la Catedral de San Basilio, rodeada por la Plaza Roja. ¿Cuándo llegué a Moscú? Sin tiempo para resolver enigmas, se reunió con sus amigas y entró al teatro que debería ser el Gran Rex, pero era otra cosa. Ahí dentro se hablaba en ruso.
La butaca crujió al sentarse y el bullicio de mujeres rusas hablando al unísono le confortó saber que el cotorreo es mundial. Media hora y el recinto se hizo de noche. El piano de cola fue lo primero en iluminarse y en cobrar vida cuando una morena con rulos se sentó con una sonrisa tímida, casi pidiendo permiso. Comenzó la función. Regina Spektor was in the house.
Pasaron los temas, los aplausos, gotas de té desparramadas sobre el escenario, el juego de luces y una centena de pieles de gallina, alteradas por la melodía de un violín esmerado. Ya nadie habla con Dios, pero ella le dedica música y letra. Ya nadie se ríe del desamor, pero ella lo mira de frente y se ríe a carcajadas. Ya nadie cree en el amor, pero ella se pregunta qué sería de nosotros sin él y le levanta estatuas. Estatuas.
Una noche roja que descongeló todo el frío. Una noche roja de talento musical y una voz impresionante. Una noche roja que terminó demasiado rápido. Qué ganas de pasarse la vida escuchando a Regina, en el Colón por qué no… reflexiona inspirada.
La noche es más noche que nunca. Sigue corriendo el mismo viento violento pero el Obelisco volvió a ser lo que era y la Plaza Roja se desvaneció, llevándose la última nota de un piano de cola.
[Disculpen la desprolijidad. El sorteo lo hago el domingo… no encontré papel, birome ni mi lata en Moscú]
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ResponderEliminarLo borre sin querer, decía:
ResponderEliminarPiel de gallina este post. Gracias por hacérmelo vivir de esta manera, me lo perdí :0(
Sabés que mi celu suena con Us, je.
Feliz viernes Verooooooooo
yo estaba ahí! Cómo fue que no nos cruzamos!??
ResponderEliminarse que tu celu suena con us, me encanta luliesky! ajajaj! aaay... qué lindo que te haya gustado el post :)
ResponderEliminarceci no nos cruzamos porque no me sabía todas las letras... sino me hubieras escuchado jajajajajajaj!
Yo tambien estuve! Me encantó! Pena tanto griterio fan! Beso
ResponderEliminarNo me canso de decir que vivir las cosas por medio de tus palabras es maravilloso.
ResponderEliminarLograste que hoy escuche a Regina sin siquiera tenerla presente...
Besos y buen vierness
Ayyy que suertuda! yo me quedé con las ganas! cuando salieron las entradas a la venta estaba medio corta de plata y me dejé ganar por la tacaña inmunda que vive en un rincón de mi cuerpo (un rincón chiquito chiquito por suerte!)
ResponderEliminarQue lindo que lo hayas podido disfrutar!
Viernes Vero! #VV
besos
J
q magia.... muy lindo !!!!
ResponderEliminarAHHH que lindooooo!!! No vendrá al gimnasio municipal de el bolson, no?? jaja, que lindo debe haber estadooooo. Envidia TOTAL!!!!!! ME ENCANTO EL POST!!!!!!
ResponderEliminarSos grosa Vero
ResponderEliminarGuaaaauuug qué hermoso! Y qué lindo lo que escribiste! Pena que se agotaron tan rápido las entradas! Hubiera amado estar ahí.
ResponderEliminarvero, yo también estuve ahí anoche. La amé, de verdad una divina. La piel de gallina y los ojos al borde del llanto en varios temas. La voz que tiene, por Dios!!!
ResponderEliminarbesos!
Nil
te perdonamos porque es muy lindo lo que escribiste! buen finde
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