La otra mano

Como todo en la vida, la primera vez es única e irrepetible. ¿Habrá más? No lo se, y la verdad hoy no me importa. Con la primera me basta para una vida entera. ¿Es eso de ver colgadas tus fotos en un panel blanco, con cartelito de título y autor? Capaz, pero no es todo. Sin dudas no lo es todo. ¿Por dónde pasa entonces eso de “exponer tus obras”? Por tu familia y tus amigos que te hacen el aguante. Entonces, gracias a Lau por haberme sumado a este proyecto (y por haber convertido un sueño en realidad), gracias a mis viejos por el aguante más groso y el mecenazgo, gracias a mi hermano por aportar para que siempre de lo mejor de mí, gracias a Diegou por ser el más generoso (y talentoso) profesional, gracias a mi familia entera por estar siempre, gracias a mis amigos/hermanos por sentarse ahí y ser esa presencia incondicional que tanto me llena, gracias a todos esos amigos nuevos que llegaron con la mejor onda, gracias a todos los que quisieron venir pero no pudieron, gracias a todos los que llamaron o mandaron un sms, un mail, un comentario. Gracias a todos y a cada uno de ellos. Gracias totales.

¡Qué tengan una muy buena semana, bien arriba!