Alma Singer I | Hola vos...

¡Muy feliz cumple Almita! Perdoname que te hice madrugar otra vez, es que tengo tantas cosas para escribirte que quise tomarme el tiempo.

Ya tenés un año. Qué fuerte, ¿no? Después de la quinta semana de dormir entre cuatro y seis horas por noche pensé que no llegábamos ni vos ni yo, pero acá estamos, con café, bizcochuelo de cumple y Robertita de por medio. Falta que el sol despunte y estamos todos. Ojala sea un día alucinante, te lo merecés.

¿Te acordás cuando arrancamos sin otra pretensión más que pasear, escribir y pasar el dato? Ya al toque me cebé y te actualicé todos los días. Todos. Sábados, domingos y feriados incluidos y vos ahí, tranquila, riéndote resignada y acompañándome en cada momento.

Lo loco fue cuando empezamos a ver nombres que no conocíamos, gente que no teníamos ni idea de cómo habían llegado pero ahí estaban, dejando comentarios buena onda. Y se quedaron. Como diría Gustavo, algunos siguen hasta hoy y vos no serías lo que sos sin todos esos aportes esenciales, esas pilas y altísima buena onda que llegan en formato de comentario o mail. Vamos a agradecerle al tío Facebook y a los blogs amigos por hacernos tanta prensa, ¿no te parece?

Gracias a vos Almita conocí personas alucinantes. Artistas, diseñadores, músicos, escritores, bloggeros, emprendedores, bon vivants, comunicadores, soñadores… ¡y lugares para quedarse a vivir! Cafés perdidos por ahí donde te atienden siempre con una sonrisa y tantos otros no tan perdidos pero dotados con la misma calidez. Me fomentaste las ganas de hacer que cada día cuente como el último, aún si implica no dormir.

Todas estas pilas nos tenía de acá para allá recorriendo lugares, visitando a gente, sacando fotos y escribiendo posts muy personales. De alguna forma encontré mi voz, y creo que nunca te lo agradecí suficiente. Mi hermano me dijo el primer día de esta movida que estaba orgulloso de mí porque yo estaba creando mi curriculum online. No llegué a comprenderlo del todo hasta que llegó ese primer mail, de Sole, preguntando si yo quería redactar el texto de su página web. JODER. Por supuesto, con mucho, muchísimo gusto. Y al tiempo llegó el mail de Anto, preguntando si yo quería sacar las fotos de su nueva página web. JODER. Claro, pero vos sabés que no soy fotógrafa profesional, ¿no Anto? Lo sabía. Y lo hicimos. Y la pasamos muy bien. Otro buen día Marian y Ceci me preguntaron si yo quería colaborar con ellas, y ayudarlas a escribir el texto de otra web. JODER. ¡Pero claro! ¿Quién se negaría a laburar con dos personas con las que puede aprender un montón?

Y aprendí con todas ellas, con Barbie mi gurú web, con Diegou y su proyecto creativo, con mis amigos que tienen la santa paciencia para bancarme en mi estado larva dormilona, y con los nuevos amigos que fueron apareciendo on the blogger road, de forma real o virtual, pero que siempre están ahí con pilas, buenos consejos y gratos momentos, como el haber escrito para Casa Chaucha (hito en mi vida 2.0).

¡Hasta me presentaste a alguien Alma! Hagamos de cuenta que él no está leyendo esta carta y escuchá a una despabilada. Gracias nena por haber sido el nexo. Hay canciones que nunca más van a ser sólo canciones, ni nubes como plumas, ni duraznos, ni… bue, lo dejamos acá, con la sonrisa en el alma de saber que no importa qué tan poco haya durado, lo importante es haberlo vivido y sentido.

Viajamos juntas y conocimos lugares alucinantes, así como estados personales que no creíamos tener adentro. No se vos, pero yo terminé de pegar el estirón en este último año. ¿Se acercan los 30? Pues que vengan, lograste que nunca más tenga miedo a crecer. Y a creer en mí.

¡Feliz cumple guapa… que hayan muchos, pero muchos más!