me recanto de frío en casa andre.... woody: nunca es demasiado pronto (pero un poco de bufanda no viene mal... igual este invierno quiero usar hombres! jajajaaj) ariette... mola, el frío en dosis adecuadas mola ;)
Caminaba por su barrio, cuando al llegar al local donde había estado durante más de 40 años la librería escolar de don Tito, noto que esta estaba vacía, puso la mano en el picaporte y al hacerlo se dio cuenta que estaba abierta, muy curiosa como siempre había sido, entro y al hacerlo.
La realidad cambio y se encontró en un delicioso café, adornado con guirnaldas de tela, personas hablando y riéndose.
Grullas de papel volando entre los comensales y una mujer haciendo compras en el delantal de quien parecía ser la dueña del lugar.
Cansada de tanto ir y venir, se sentó y sin decir, solo con pensarlo, la mesera interpreto el pedido y rápidamente se lo trajo.
Una exquisita, humeante taza de café con leche, donde a sentir la textura en su paladar, con los ojos cerrados, se imagino nadando en una taza gigante.
Degusto su taza de café, viendo a su alrededor, pago y siguió camino hasta su dulce morada.
Desde una habitacion en la joven Buenos Aires te dejo un calido beso
Brrrrr!!! Parece que sí!!!
ResponderEliminarSiiii (y mientras contesto, llorooo!!!)
ResponderEliminarSerá demasiado pronto para pedir que llegue la primavera???
terrible, pero me copa mal ;)
ResponderEliminarme recanto de frío en casa andre.... woody: nunca es demasiado pronto (pero un poco de bufanda no viene mal... igual este invierno quiero usar hombres! jajajaaj)
ResponderEliminarariette... mola, el frío en dosis adecuadas mola ;)
Caminaba por su barrio, cuando al llegar al local donde había estado durante más de 40 años la librería escolar de don Tito, noto que esta estaba vacía, puso la mano en el picaporte y al hacerlo se dio cuenta que estaba abierta, muy curiosa como siempre había sido, entro y al hacerlo.
ResponderEliminarLa realidad cambio y se encontró en un delicioso café, adornado con guirnaldas de tela, personas hablando y riéndose.
Grullas de papel volando entre los comensales y una mujer haciendo compras en el delantal de quien parecía ser la dueña del lugar.
Cansada de tanto ir y venir, se sentó y sin decir, solo con pensarlo, la mesera interpreto el pedido y rápidamente se lo trajo.
Una exquisita, humeante taza de café con leche, donde a sentir la textura en su paladar, con los ojos cerrados, se imagino nadando en una taza gigante.
Degusto su taza de café, viendo a su alrededor, pago y siguió camino hasta su dulce morada.
Desde una habitacion en la joven Buenos Aires te dejo un calido beso
síiiiiii, llegó, y me encanta el invierno!!!
ResponderEliminarque gran cancion.
ResponderEliminarsoplen para aca que me estoy azando ... gracias.
ResponderEliminar