Las pequeñas grandes cosas

A tres, cuatro, cinco días (y hasta tres semanas) de haber vuelto de viaje, la gente me preguntaba cuánto me costó regresar o cuántas ganas tenía de volverme a ir. Y la verdad es que no me costó nada. Sí, claro, las vacaciones son siempre lo más y este viaje que hice fue increíble en mil aspectos, pero mi vida en Buenos Aires tiene poco que envidiarle. Siempre me da gusto volver a casa.

¿Y qué la hace tan fantástica? Fácil: los pequeños momentos. El encuentro con amigos, las charlas despreocupadas y las profundas, los viernes de cena y sillón, los desayunos en plena semana, los almuerzos con mis viejos, los mails con mi nonna, que mi hermano me pase a buscar con el auto para salir, las llamadas por teléfono de línea que duran tiempos de adolescentes, ocho cuadras hasta el subte escuchando el último disco de Keane (o el primero de James Morrison… ¡me gusta mucho Pupeto, gracias!), y la lista puede seguir ad infinitum porque soy condenadamente fácil de complacer. Casi todo me pone bien. Por eso esta semana me gustaría homenajear a esa sensación: la de sentir que podes estar bien con las pequeñas cosas de la vida.

Para ilustrar esa sensación (y al blog), me remonto al primer fin de semana de junio, que me encontró desayunando con Nati y Lau en el Maru Botana de Belgrano R (D: Echeverría 3240). Este muy feliz encuentro me cargó de pilas y color en pleno jet lag, tan sólo miren el tono del licuado de frutos del bosque. El solcito entrando por el ventanal, el muffin de arándanos, el F5 de nuestras vidas, las risas, los proyectos, los amores, los recuerdos… se dan una idea, ¿no?

De ahí seguí con la misma vibra y visité la feria que habían montado Violraviol y KOM, a escasos pasos del café de la gran madre pastelera argentina. Y qué justo se dan las cosas: Violraviol es la marca por excelencia que te invita a disfrutar los detalles cotidianos. Yo disfruté el encuentro con Ceci y su eterna sonrisa, el haber conocido a Pablo de KOM (ampliaremos más adelante en otro post) y el haber estado en un lugar cargado de creatividad, colores, estampas y buena energía.

Al poco tiempo, recibí una sorpresa que termina de cerrar el concepto que les presento. Se trata de un sobre lleno de regalos y cartas que llegan desde Rosario con mucho amor. Euge, ganadora de un sorteo del blog, quiso compartirme su agradecimiento con una carta ¡ESCRITA A MANO!, un broche enorme y genial, un block buenísimo y cuatro imanes muy copados que irradian su buena onda en mi heladera (hechos por Flor de Objetos Irrestistibles). No tengo palabras para agradecer el gesto ni describir lo muy bien que me hizo.

¿Qué decirles? Fue una alegría inmensa recibir el sobre, abrir cada paquete con delicada pulcritud, leer sus líneas, y presentarles lo que vamos a sortear esta semana: más imanes cargados de buena onda que inspiran viajes a Rosario o simplemente a tomar un café con alguien que queremos. Por ahí pasa la cosa, ¿no?

Quien quiera participar, puede anotarse en este post dejando un mail de contacto o enviar un mail a almasingersings@yahoo.com. Sorteamos el domingo 27, entre cafés calientes y budines de limón. ¡Qué tengan una muy buena semana corta!

¡Muchas gracias Euge por TODO y muchas gracias Lau por traer el sobre!

Violraviol

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KOM

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Objetos Irresistibles

D: Córdoba 954, Pasaje PAM, Rosario

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