Alma Singer II | Fin del viaje

Me llevó tres semanas para vivirlo y tres semanas para bajarlo. Creo que con seis semanas de viaje hacemos un buen número, ¿no? No hace falta que les explique lo mucho que significó para mí, los posts se expresaron bastante bien solitos. Lo único que me queda por compartirles son algunas sugerencias para que hagan más placenteras sus próximas vacaciones…

Siempre tengan un inspirador cuaderno a mano para escribir datos importantes, frases sueltas o la historia con lujo de detalles (amé mi cuaderno de Lou). No se olviden la voligoma para pegar papeles y recuerdos.

Prueben toda la comida local que puedan. Créanme, en ningún otro lado será más rica.

Cuando les toque lavar la ropa, llévense un libro o jueguen con la cámara para pasar el rato.

(Mujeres, ¿nos tenemos que sentir ofendidas por este dibujo?)

Activen sus neuronas encontrando la mejor forma de colgar la ropa cuasi mojada.

Y si tienen que dejar secar medias, que marche un Capri-Capri, Alcoyana-Alcoyana, Yelmo-Yelmo. Tonterías que valen la pena.

Enróllense siempre la cámara en el brazo, no vaya a ser cosa que un amigo de lo ajeno quiera enrollársela él.

Duerman siestas, oh sí.

Y tengan algo igual de fiaca para hacer (y comer) cuando se despierten.

Sentarse a ver pasar la gente con un café y pensar en NADA nunca viene mal.

Póngale huevos a las subidas: no pain no gain.

Cómprense todo lo que puedan. No es necesario gastar una fortuna para traer a casa objetos y colores que les recuerden el gran viaje que tuvieron.

Y la última sugerencia. Cuando les cae la ficha que un buen viaje terminó, no desesperéis: mil más se encuentran dormidos. Sólo basta un mail en cadena con amigos que despierte un fin de semana en Rosario, o que una borrachera de madrugada sugiera una escapada a la costa, o que un nuevo destino un poco más lejano se empiece a inquietar en el alma: tarde o temprano se convierte en pasaje y voilá… están back on the road. Por las dudas, tengan lista la mochila.

¡Muy buenos viajes y fin de semana!