Admito que me costó salir del piso de Anna porque es definitivamente una Casa Chaucha. Y claro que le saqué 87 fotos, pero antes de subirlas se las voy a pasar a María por si aprueba mi criterio chauchesco y la comparte ella. Stay tuned!
En fin, así como perdida perdida no, porque el Born es pequeño, céntrico y siempre está lleno de gente. Cuando digo que me perdí es porque salí sin mapa y sin rumbo, siguiendo sólo mis instintos aventureros que determinaron sin equivocarse las mejores callecitas de una zona cargada de historia, romanticismo y diseño del bueno.
Podría definir al Born como un laberinto de lo más estimulante conformado por edificios demasiado antiguos para revelar su edad pero que se sazonan con muchísimo arte callejero (después de la 18ava foto tuve que empezar a curar mi selección). Los oriundos caminan con seguridad y a toda prisa, menos las señoras que regresan del mercado Santa Caterina con sus changuitos repletos de embutidos y verduras frescas. Ellas pasean también.
Los guiris pululan en toda forma y color y, aunque las inglesas se camuflen con polleras coloridas, no pueden disimular su blancura fofa.
Y si la gente no corre, anda en bici. Para alegría de mi amigo Felix, hay muchas y hasta existe un servicio de bicicletas express llamando Bicing. Con una tarjeta de membresía que pagás por mes podes tomar una bici y usarla para moverte por la ciudad. Cada vez que usas una Bicing tenés 30 minutos para volver a estacionarla en los lugares asignados, sino la empresa te cobra una módica multa (la idea es que sea una alternativa al subte, bondi o auto, no para pasear).
Caminar por el Born tiene una sola contra y es que terminás el paseo con dolor de cuello: gira como loco… yo creo que el mío llegó a dar los 360 grados de la nena del exorcista. Para empezar, están las tiendas de todo tipo que te atrapan por los costados. Primero derecha para ver ropa copada, después izquierda una verdulería demasiado colorida, y de nuevo a la derecha casi sin dejar la izquierda porque encontraste otro bar. ¡Ah! ¡Frenesí total! Después para abajo, cuando sentis que la vereda tiene algún que otro desnivel (por no decir bache) y, cuando te recuperas del mal paso, inmediatamente un millar de ropa colgada en los balcones te hace mirar para arriba. Conteo final de estímulos: infinito. Y lo mejor es que hay para todos y varias farmacias atinadas para comprar antiinflamatorios. En el próximo post les dejo mis recomendados del Born.
es una belleza, cuando estuve la ultima vez no paraba de sacarle fotos a los grafittis, me volvi fan MAL, volvi a la argentina y libro sobre ese tema me los devoraba, son lo MASSSS
ResponderEliminarjajajaj es que son adictivos!!! mucho color y mucho arte for free jajajaja!
ResponderEliminarobvio que les cociné a los chicos una pasta producto de una incursión al mercado santa caterina...como siempre vero...seguis mis pasos...
ResponderEliminarJajajajajajja, es verdad y doy fe de ello Andy nos cocinó....chicos es pique etrno es genial ya que os incentivais el uno al otro!!
ResponderEliminarVero me encanta todo, veo mi barrio incluso más bonito si cabe y me encanta que hasta me hayas descubierto cosas!!el Carpe Diem está hecho para ti.
Molt petons
Pa rallat!
muero por ver esa casa
ResponderEliminarjajajajajaj blancura fofa, y la nena satanica de mane!
ResponderEliminarandy basta de querer ganarme, sabes que todo comenzo con un "me voy a irlanda..." - "si ella se va, yo también!" jajaajaj suckerrrrrrrrrr
ResponderEliminarpa rallat no podremos dejarnos de pelear nunca porque el nunca me podra ganar jajajaajaja evil big sister! en fin, me alegra haberte servido de guia a tu barrio... y a que vos sabes mil cosas que yo no eh? jajajaj te quieroooooooooooo
guadita, la veras, de alguna forma u otra jejeje
carcajadassssssssssss tu toque diabolico no puede faltar! te quierooooooooo
muaaaaaaaaa