Alma Singer II | Leer entrelíneas

Es que los libros no se limitan a existir sólo por lo que ya traen impreso en sus páginas…

Anahí Flores dio en el blanco. Un libro es una historia detrás de una historia que se aferra a nosotros como todo aquello que nos pasa. Podemos recordar con mucho cariño una novela que nos haya gustado y que, a su vez, traiga consigo la anécdota de su compra o de cómo llegó a nuestras manos. Un sentimiento, un momento, un mimo… generalmente nada malo puede asociarse a un libro (a no ser que sea un desastre… pero por lo menos intentamos ver de qué se trataba, ¿no?).

Y quienes leemos siempre tendremos algo bueno que contar acerca de nuestros momentos de lectura, elecciones literarias y cómo nos enriquece cada página que incorporamos. Ponele… hace un mes que estoy con La conjura de los necios de John Kennedy Toole y no lo quiero largar porque no quiero dejar de reírme a carcajadas ni dejar de compartirle a mi hermano y mejor amigo vía mensajes de texto citas del gran Ignatius Reilly. The great escape, right?

Siempre hay lugares para quedarse a leer

Como lectora, y valga la redundancia, me da muchísimo gusto presentarles a La Lectora, Anahí Flores, quien ilustra Alma Singer esta semana con sus libros abiertos y cerrados.

Su blog consta de un personaje llamado La Lectora, que lee en todos los lugares posibles y a toda hora. Una especie de 4x4 literaria. Anahí escribe un texto relacionado con el leer y luego parte con la fotógrafa Lali a buscar el escenario que mejor retrate esa idea textual.

Pero como cada libro se presta a la propia interpretación, con La Lectora pasa lo mismo. Hay gente que espontáneamente le manda mails con sus interpretaciones del blog, quizás desde lo visual (como este post), o desde lo escrito, como este, que espera que Anahí y Lali salgan en la caza de la foto perfecta. Desde el concepto hasta su ejecución y poder de convocatoria, es un blog para seguir de cerca. Habría que ver si tiene olorcito a libro…

Los Top Five de La lectora

No podía desaprovechar la oportunidad de preguntarle a Anahí cuáles son sus cinco libros favoritos. La pregunta del millón tiene una muy buena respuesta…

Elegir mis cinco libros preferidos es algo sumamente cambiante: los cinco que elegiría hoy, no son los mismos cinco de hace un año, y espero que el año que viene, incluso antes, ya haya cambiado de opinión. No es que me dejen de gustar, sino que otros nuevos aparecen (o reaparecen cuando uno creía que se trataba de lectura de otro tiempo) y van tomando protagonismo. Los libros preferidos son aquellos que están dando vueltas por tu cabeza en aquel momento. Ateniéndonos a esta aclaración, y sólo porque Alma me lo pide, aquí van en orden aleatorio (¡encima definir un orden ya sería demasiado para mí!):

1) José Saramago, Todos los nombres: Tengo especial aprecio por este libro porque fue la novela que me llevó a conocer a Saramago. La seguridad con que un personaje que vive en el medio de millares de nombres elige apenas un nombre (de mujer, obvio), y va detrás de ese nombre obstinadamente, es genial.

2) Julio Cortázar, Todos los fuegos el fuego: Aquí aparece el cuento El otro cielo, que me transporta a París cada vez que voy a la Galería Güemes. O La autopista del sur, que hace que me sienta "comprendida" durante los retornos a casa por la Panamericana…

3) Kafka, El proceso y El castillo: Sin palabras. Sublimes.

4) Los escritores rusos en general (Dostoievski, Gogol, Tolstoi, Chejov): Todos ellos describen la atmósfera rusa de forma tal que, mientras leo, siento la nieve cayendo a mi alrededor.

5) Stendhal, Rojo y negro: Ya no recuerdo esta novela. La leí en el 93. Sí sé que me encantó, pero no es ese el punto. Tiene la dedicatoria más linda que recibí en mi vida. Es que los libros no se limitan a existir sólo por lo que ya traen impreso en sus páginas…

Lo dije antes y lo vuelvo a decir ahora, Anahí dio en el blanco. Los dejo con su apertura… Ignatius me espera.

¡Muchas gracias Anahí por la buena onda!

La Lectora

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