Alma Singer I | I still got sand in my shoes

Les voy a contar como es posible que estas dos fotos que ven arriba hayan sido sacadas en el mismo día y ustedes me van a contar cuántos horrores de ortografía y/o conceptuales tiene este post porque estoy despierta desde las 7 de la mañana del jueves y son casi las 3… de la mañana… del viernes, ¿ok? Qué empiece el juego.

Esta mañana arranqué con el desayuno de la hostia que les comenté (ahí va fotito Marianita). No me fue físicamente posible comer todo pero eso sí: los dos chipas han sido saboreados calentitos.

Después me dispuse a sacar fotos del hotel, y sólo pude hacer una parte muy pequeña (Sometimes there's so much beauty in the world I feel like I can't take it, like my heart's going to cave in). Además Beto había llegado.

Beto fue mi guía personal para recorrer el off road de Chaco y Corrientes. Un lujo mis queridos correctores, con picnic preparado por los chicos de La Alondra y todo. Espero que las fotos les resuma un poco lo que fue adentrarse en un barrio de pescadores ribereños, charlar con señores que esperan a que vuelva a bajar el río para regresar a hacer ladrillos artesanalmente, pasear por la costa chaqueña del Paraná y sentir el olor más espantoso del mundo: pececitos y gusanos como carnadas (a todo esto, en este parador, me atacó un pájaro: me picoteó el tobillo y me corrió por la ruta. Imagínense a la porteña a las risas y gritando como loca… dantesco).

Y claro, no podía faltar la visita a Santa Ana de los Guacaras, un pueblo correntino donde las calles son de arena, las construcciones están contando sus días antes de venirse abajo y el tren hace pito catalán desde un pseudo museo a cielo abierto. Eso sí: los chicos se ríen a los gritos (como el fucking pájaro de antes) y el pueblo está vivo.

Después pasamos por un criadero de orquídeas y me compré una, con el sueño de lograr que sobreviva el invierno… bue, que sobreviva un mes en casa… bue, que viva ALGO y punto. Anita (a tu santa correntina de encomiendo) te voy a querer y cuidar mucho.

Tras casi cinco horas, Beto me trajo de vuelta a La Alondra sana y salva, llena de fotos, de nuevos conocimientos (que creo que estoy por perder, gracias blog por existir), una orquídea que tendrá que viajar en Aerolíneas Argentinas y los pies llenos de arena. Valeria me estaba esperando para convidarme tres salidas citadinas y artísticas. Arena de otro tipo, ¿vieron?

La primera parada fue el Teatro Juan de Vera. Un lujo realmente: el lugar IMPECABLE y la visita guiada IMPECABLE de la mano de Eduardo Sívori, el Director de Artes Escénicas y de la Música. Hasta Valeria me sacó una foto EN el escenario (it’s in the computer????) y recorrimos las bambalinas. No paro de agradecer a mis angelitos.

De ahí nos fuimos caminando al Museo de Artesanías. Agendad amantes de los tejidos artesanales, de los gauchitos gil y de los objetos de astas. Acá no hay fotos, así que pasemos a la última parada: Yaguá Rincón.

Yaguá (perro en guaraní) Rincón es mucho más que tres habitaciones de una soñada pensión con aires españoles ocupadas por artistas. Es una oda a la vida bohemia, al arte, a la cofradía y a Lola, una perra que todas las tardes sale a saludar al atardecer a la terraza que queda justo enfrente de la pensión. Una ceremonia que sin dudas vale la pena aplaudir y hacer logo. Y yo estuve ahí… ¿entendés? ESTO ES LOQUÍSIMO.

Valeria me volvió a traer a La Alondra, donde nos despedimos y yo me desplomé en la cama a mirar Friends (de los buenos, de los viejos). Bañito de agua caliente, abrazo de toallones, ropa fresca y cena en El Bistró del hotel (quiero ser nomade toda mi vida), leyendo La conjura de los necios. Error: no se debe reír tanto con la comida a medio tragar. O sí. Ahora hay dos señoras divinas de Salta y Corrientes que mañana se van a comprar el libro de John Kennedy Toole para reírse como yo (gracias Andy, de nuevo).

Y ahora estoy acá, en la Biblioteca del hotel terminando de atar cabos de viaje: subir fotos, responder mails, escribir un post y rogar por 10 horas de sueño en esa cama soñada… cuando en realidad se que sólo me quedan 2 para dormir. Meu Deus, se nota que amo a este blog. Soy una freak. Con sueño. Bona nit people. Y vengan a Corrientes, que vale la pena y toda la arena del mundo.

¡Mil gracias Vale, Juan, Eli, Pablo y demás chicos de La Alondra por tan amable atención (me sentí como en casa posta, sólo que con cama King size), mil gracias Beto por el paseo dedicado, mil gracias Eduardo por el tour privilegiado y mil gracias Corrientes y Chaco por regalarme casi dos días de vacaciones anticipadas!

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