Cocinar para cambiar al mundo

Hace poquito llegué a Vainilla y Canela… hace tan poquito que, después de leer el “Acerca de mí” me pareció el cierre ideal para la semana temática de los sabores. Miren lo que dice:

Me definiría como una mujer que ama, una emprendedora. Esposa, hija, hermana, amiga y madre, pero ante todo mujer, con todo lo que ello implica.

Amante de los viajes (físicos y mentales), del placer de cocinar para los seres que amo, de las cosas bellas, de los poemas y lo auténtico. No importa cómo ni cuando, me encuentro siempre con mil proyectos para concretar y con otros tantos para gestar.

Amo el sonido que producen las palabras cuando se pronuncian con convicción y el hecho de que las ideas no pueden matarse, me reconforta el corazón. Nadie puede negarnos el derecho de pensar, ni debería arrebatarnos el derecho de sentir.

Creo en la perfectibilidad del ser humano y me entusiasma saber que hoy siempre va a ser mejor que ayer. Amar, soñar, escribir, organizar, escuchar, mirar, sentir, hablar, son algunas de mis actividades favoritas.

¿Ah, tenía que escribir sobre lo que significa este blog? Bueno, este blog es algo que disfruto y lo conservaré el tiempo que eso suceda. Me gusta el olor a las galletas recién horneadas, en especial el aroma de la canela y la vainilla (de allí el nombre de este espacio culinario). Me da placer inventar, experimentar, saborear, mezclar. El olfato y el gusto son sentidos que se relacionan íntimamente con los recuerdos emocionales. Aquí les dejo de regalo un fragmento de Ratatouille, para ilustrar esta teoría.

La calidez de la introducción, los temas y las fotos son un placer que van más allá de los sabores que se sienten con el paladar, son sabores que se disfrutan con el alma. La vida misma vamos.

Disfruté mucho pasear por el blog, por eso enseguida le mandé un mail para contarle que me gustaría mucho presentarlo acá. Cintia me respondió al toque con la mejor onda. “Decime en qué te puedo ayudar…”. Decime en qué te puedo ayudar. Eso fue lo que me dijo la chica detrás de Tu Remanso, Ser Papás Hoy, Vivir con Plenitud y Vainilla y Canela, por supuesto. Una chica que activa todas esas herramientas digitales con luz y dedicación absoluta. Una chica que además (y sobre todo) es madre y esposa. Es una grosa. Pero mal.

Ayer sábado se llevó a cabo el evento Vivir con Plenitud organizado por Cintia (entre otros). Ya comenté ayer de lo pasada de rosca que estoy, lo que produjo que ni registré el publicarlo en Alma Singer para que estuvieran al tanto y pudieran visitarlo (y lo peor es que Anto me había comentado hace mil que estaban con este proyecto, ¡un papelón Mariani!). El punto es que Cintia, A DIAS DEL EVENTO, se tomó el tiempo de escribirme un mail muy dulce y natural para contarme un poco más sobre ella y sus proyectos. Es una grosa. Pero mal. Y yo no puedo estar más agradecida por el tiempo que se tomó en escribir estas lindas palabras, cuya lectura es un placer:

Vero:

Te cuento un poco de mí:

Un poco lo profesional:

Soy lic. en ciencias de la educación, docente, escritora y grafóloga. Directora educativa de Plenitud | Educación emocional en acción, y de CapacitaRSE (1º Centro de Educación Virtual Ejecutiva en Responsabilidad Social Empresaria de América Latina).

En lo personal

Soy una enamorada del amor, creo que aun es posible ser uno mismo. Desde chiquita escribo, porque siento que es mi manera más genuina de comunicar.

Detesto la rutina y se aburro con facilidad, por eso siempre estoy armando proyectos nuevos. Ahora, con la gran capacidad de colaboratividad que otorga Internet, estamos generando sinergias a lo loco.

Admiro a todos los que se juegan por sus ideas, sus sentimientos y sus principios.

Amante secreta de Mozart, Belgrano y Moreno. Amante declarada de mi marido Fernando Legrand y enloquecida de amor por mi beba Aimé.

Pianista y bailarina en el mundo de los sueños.

Investigadora, poeta, astróloga, escritora, autodidacta, educadora, grafóloga, aprendiz. Cultora de lo bello y armonioso, de lo simbólico, lo oculto, lo misterioso, lo claro y distinto. Una mina hiperkinetica, que sabe estar sentada y meditar. Una gran contradicción ambulante.

Algunos sienten compulsión por las compras, yo siento compulsión por bloggear.

Tengo varios proyectos en carpeta: Turemanso, Vainilla & Canela, Ser Papás Hoy, Vivir con Plenitud... todos son parte de mí y yo soy parte de todos.

Vainilla y Canela es mi redescubrimiento del placer de cocinar. Siempre me gustó la cocina, sus aromas, la capacidad de crear sin perder el eje de la realidad: si batis la crema en caliente... difícilmente se monte... eso es matemática pura. Cocinar es como tener los pies en la tierra y la cabeza mirando hacia el cielo.

Ahora que soy mamá redimensioné todo este asunto, me vi a mi misma en medio de sartenes y estofados junto a mi propia madre, cuando era chica y me gustó esa sensación. Quisiera forjar esos recuerdos en mi hija: la celebración del aroma y el sabor, la alquimia de los ingredientes cuando se mezclan, baten, derriten. La felicidad de crear y entregarse. La gloria de amar y nutrir a través de la comida.

Comer debería ser un placer, no un acto de especulación o tortura. Si encarás la cocina desde la caloría vas mal. Se pueden hacer platos exquisitos y sanos, sin estar midiendo y pesando. Lo importante es que disfrutes y te tomes tu tiempo.

El equilibro es fundamental a la hora de comer y cocinar, y eso es lo que quiero transmitir con el blog. La conciencia ecológica, la selección de los ingredientes, la degustación de las ideas de otros... todo es parte de este arte que en mi caso se nutre más del corazón que de la teoría culinaria. Soy una caradura, pero con corazón de peluche jajajajajjaa

Esta “cháchara” (como la presenta ella) me sirvió y mucho. Es una mirada tan simple y enriquecedora de esta vida que es contagiosa.

Por si fuera poco, en su gesto de tomarse el tiempo y escribirme sobre ella, Cintia activó conmigo –sin saberlo- su veta de madraza: me está dando una mano gigante en este post que habla por sí solo así yo puedo descansar un poco. “Niñaaaa, pero que hay que dormir de vez en cuandooo”. Y esta madre de una niña de 9 meses lo dice con conocimiento de causa, mientras hornea galletitas para que Aimé tenga un merienda dulce de verano.

¡Mil gracias Cintia por tu buena onda, pilas y importantísimo aporte para hacer del mundo un lugar mejor!

Todas las fotos son del Flickr de Cintia

Cintia Vanesa Días

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