Una cebolla con muy buen olor (y sonido)

Una película cebolla es una película con muchas capas. Se piensa, se siente, se recuerda, se espera a determinar el veredicto final (si es que acaso es posible…). 500 Days Of Summer es una película cebolla. Y muy necesaria.

Entré al cine con la expectativa que iba a ver la mejor película de la década. Salí pensando que fue sobreestimada (calculo que un gordo infeliz tosiendo sin taparse la boca en la butaca de atrás puede haber influido en cortarme el mambo). Pero fue una decepción superficial… sólo se quedó en mi piel durante la charla post cine con mis amigos y en el regreso en auto.

Ya en casa, mientras me daba una ducha, llegó la primera: “Us” de Regina Spektor. Con este tema llegó el análisis de los personajes protagonizados por Joseph Gordon-Levitt (Tom Hansen) y Zooey Deschanel (Summer Finn). Sus matices, razones y filosofías de vida. Y me cayó la ficha. Ni pienso decirles cual, vayan a ver la historia y después me cuentan…

Me dormí confundiendo “Bookends” con “The only living boy in New York”… y llegué a la conclusión que Simon & Garkfunkel me gustan.

Me desperté el lunes con “Vagabond” de Wolfmother en mi mente. Esas pilas melódicas me llevaron a las escenografías y locaciones de 500 Days of Summer. Hermosas, sofisticadas y con el claro trazo de producción indie-chic yankee. Es un encanto visual. Suma, suma, suma. Vayan.

Durante la mañana se coló Carla Bruni y su “Quelqu’un m’a dit”. Ahí desfilaron todos los vestidos que usó Summer en sus 500 días. ¿Dónde se consiguen? De verdad, ¿qué tan difícil puede ser encontrarlos? Los quiero a todos. Y al Toile de Jouy de su casa. Oportunamente “Please, please, please, let me get what I want” de She & Him desplazó a la italiana afrancesada.

Los primeros diez segundos de “Sweet Disposition” de The Temper Trap me persiguieron como flashes a lo largo de todo el día (ni idea quienes eran hasta que llegué al sitio web oficial de la película). Esos mismos flashes estaban acompañados por imágenes de una historia que se cuenta de atrás para adelante, o de adelante para atrás, del medio al final, del final al comienzo. Va y viene, muy bien logrado, muy bien diferenciado. Me encantó este recurso.

Después de un largo día musical y de cuelgues emocionales causados por el guión de esta película, abrí el Grooveshark y llegó “There goes de Fear” de Doves. Una especie de chupate esta mandarina sonora. Claro nena, despabilate.

Antes de darme cuenta ya estaba bailando como loca al son de “You make my dreams come true” de Hall & Oates. Qué buena escena… vayan a verla.

Sí, 500 Days of Summer es una película cebolla y necesaria que le habla directamente a la gente que acusa más de 25 años (como se divierten los que tienen menos…). Tomá el cuchillo y cortala. Puede gustarte por la música, el vestuario, los colores, las locaciones, los actores o la historia misma. Pueden ser todas las capas, pueden ser algunas o puede ser ninguna. Pero tenés que verla sino algún día vas a escuchar alguno de estos temas y vas a sentir un nosequé extraño, como si te hubieras perdido algo.

Comé bocaditos de cebolla…

Trailer oficial

Video musical

Parte del soundtrack con sugerencia de orden:

Como todo buen disco, hay un bonus track: "Hero" de Regina Spektor. Puede ser difícil, pero tenemos que ser héroes y jugarnos. ¿Y si duele? Bue, alegrate que viviste. Y eso ya es mucho.