Alma Singer I | Cuando los sueños se vuelven papel

Muchas cartas de lectores empiezan así: “Encontré Gata Flora de casualidad, me llamó la atención su tapa en el kiosco, así que la compré y la devoré en pocos días”. Bueno, así también podría haber empezado mi carta de lectores para Gata Flora. Pero yo le sumaría que la leo de punta a punta (desde los agradecimientos y créditos hasta las letras chicas del Blog en la última página, ¡leo hasta los avisos!), que no la doblo porque es tan linda que no quiero arrugarla, que la abro un poquito más cuando la estoy leyendo en el subte para que las dos personas a mi lado la puedan pispear sin comprometer su indiscreción, que su diagramación y diseño es tan perfecto que empapelaría mi living con cada página, y que sólo la guardo en su estante especial cuando se que absorbí todo lo que esa edición tenía para brindarme. Estuve esperando muchos años para que Argentina produjera una revista como Gata Flora, y mi espera fue por demás recompensada.

Después de la clásica historia “girl meets magazine”, sucedió la secuencia “redactora piensa en un sumario”. Desde el momento en que la tuve en mis manos supe que quería escribir para Gata Flora, tener el atrevimiento de proponer algo. Sumarme a un proyecto que se nota a la legua que está hecho con el corazón, a pulmón y un extenso catálogo de muy buenas ideas.

Y nada. Tuve la mente en blanco por semanas hasta que un día cualquiera, mientras iba al baño por la decimanovena vez (tomo mucha agua), tuve una revelación divina: Annie Leibovitz. ¡Esa era mi nota! Corrí a la computadora y le escribí a Agus Fernández, directora, editora, alma máter y motor incansable detrás de la publicación. Y Agus me dijo “Me encanta, hacela”.

9.000 caracteres después y una lucha titánica por conseguir las fotos tomadas por/de Annie, salió la Gata Flora número 7. Con mi nota. Y mi mail en la sección de correo de lectores. Y mi mini bio –con foto y seudónimo- en la página de colaboradores. La primera vez que alguien publica una nota que nació de mis pasiones (fotografía y cultura Rolling Stone pre capitalismo salvaje). 9.000 caracteres que nacieron de mí. Me quedé sin palabras. Alegria não tem fim I.

Unos meses después regresé de un viaje por Tailandia y volví a tener el atrevimiento de proponerle una nota, esta vez una crónica de viaje con mis fotos. Y Agus no sólo me dio el ok sino que además incorporó el blog de mi hermano, The First Man, en el listado del blog de la revista. Al poco rato salió la Gata Flora número 10. Llegué justo a la edición aniversario. Con mis fotos. Me quedé sin palabras. Alegria não tem fim II.

Ahora tengo la alegría de comentarles que este lunes sale a la calle el número 11, con la icónica Marta Minujín en la portada. Agus me pasó varias imágenes para que puedan ir saboreando la nueva edición que, como sus antecesoras, materializará seguro el deseo colectivo de disfrutar una revista fresca, única, estimulante y tan familiar como una amiga que te sorprende en la calle con una sonrisa y un puñado de buenas historias.

¡Muchas gracias Agus por el preview de Gata Flora # 11!

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