No se ustedes pero yo tengo muchos fetiches. Me gustan los ventiladores, las tablas de machimbre, el café (el aroma de los granos es adictivo), sacar fotos de pies (nada kinky tipo freak de “Road Trip”, sólo fotos)… se que alguno más ronda por ahí, pero ahora no lo recuerdo.
La lista es larga, al punto que creo que no podrían llamarse fetiches porque en vez de ser una Uma para un Tarantino, son muchas Diane, Mia y Scarlett para un Allen. Da igual. Ahora voy a centrarme en una sola debilidad y la voy a presentar como más me gusta: con fotos.
Cuando viajan, ¿no aman ir a supermercados? Eso de tomar el changuito, comprobar como se desliza, pasar las puertas automáticas con una sonrisa radiante y dirigirse a un extremo para zigzaguearlo de PE a PA... ¡ah! Las pequeñas delicias de la vida.
Pero más concretamente, ¿no adoran ver y tocar los productos? ¿Leer que Activia se llama igual en todo el mundo y que los panes tienen un envoltorio mucho más tentador que el de Fargo común o Lactal? Vamos, no es que el pan necesite prensa ni me den ganas de tomar Activia en Meina (nunca voy a tomar Activia, ¡odio esos comerciales!), pero cada packaging representa una cotidianeidad totalmente distinta a la propia. Tiene esa magia de convertir a un desayuno, ese mismo bendito ritual de todos los días, en algo NUEVO.
Los packaging ponen en la mesa colores diversos para decorarla y descripciones de producto hasta ahora desconocidas para leer mientras tomás el café con leche y comés una galletita de Mulino Bianco (claro, en vacaciones no hay dietas que valgan). En este mundo consumista, en definitiva, los envoltorios y paquetes hacen más rico a lo que está adentro.
Sin más preludios, les comparto mi experiencia. Si tan sólo pudiera postear las texturas de estos envoltorios… ¡ay mamma mia, sería como traerles un paraíso marketinero!
Estoy a pocas horas de embarcar. Voy a emprender un nuevo viaje a un destino conocido, familiar, a casa. Con una sola persona, mi familia, mi nonna. Estoy seca en palabras, hoy no puedo contarles mucho más que esto. Que estoy feliz, estoy ansiosa, estoy sensible y estoy físicamente exhausta pero emocionalmente lista para volver a presentar mi pasaporte, sonreírle al agente de inmigraciones italiano porque me olvidé de pagar el bendito bolo en el consulado (a ver si no se da cuenta)… estoy lista para entrar una vez más en mis raíces, mis fundamentos.
Europa me sensibiliza, me trae recuerdos, despierta pasiones, me pone sobre la mesa todos aquellos amigos que dejé de ver y, creo que por eso, me incita a dejar todo y volver a ella, como si no tuviera un pasado argentino. Me está pasando todo esto y en lo único que puedo pensar es en una escena exquisitamente triste de Almost Famous de Cameron Crowe. Esa música… esa mística de aeropuerto. Gracias al realmente maravilloso youtube.com, puedo compartirles el momento.
Parto a Meina por una semana. Quizás tenga tiempo de actualizar Alma Singer, les confieso que ganas no me faltan (se habrán dado cuenta, es un bebe que no desatiendo ni un solo día), pero tampoco se que me va a pasar cuando llegue allá. Supongo que voy a hacer lo que siempre hago: me voy a dejar llevar, cámara en mano, por los caminos de mi nonna y por aquellos propios que pueda sumar. Un cappucino del Gigi Bar sobre la mesa, un amanecer sobre el Lago Maggiore y, en mi bolso, la certeza de traerme a casa una versión mejorada de mí misma.
Antes de irme los dejo con la pluma de Forbidden (a.k.a. –gracias Paulin- ¿quién es ese chico?), el proyecto de Artistas en Latinoamérica y los objetos de María Remolacha, para que aprovechen el sábado y vayan de compras.
Muchísimas gracias por estar, opinar, tirar buenas ondas y hacer que todo esto sea mucho, pero mucho más que un blog.
¡Ah! La pregunta del millón. El mail recurrente, el mensaje de texto curioso, la pregunta que cuelga con varios signos de interrogación en el Inbox del Facebook. ¿Quién es Forbidden? Podría empezar por decirles que es Iván Lukman, ex estudiante de ingeniería, ex estudiante de letras y futuro estudiante de asistencia social. Podría compartirles también que un día descubrió que prefería construir puentes con palabras a tenderlos con hormigón armado. Podría contarles que vive en una habitación en la joven Buenos Aires (aunque yo intuyo que realmente vive en Plaza Sésamo). Podría, además, pasarles una hoja por debajo de la puerta donde estén escritos sus tres blogs, dos de los cuales actualiza diariamente gracias a todo aquello que lo entusiasma, grande o chiquito, no importa. Las ideas fluyen.
Podría enumerar un par de cosas más, pero elijo tomar el camino a una respuesta más simple. Forbidden es la persona más inspirada que conocí en estas últimas semanas bloggeras. Forbidden, Iván, es un verdadero Other Singer, que siempre se suma al canto con voz propia. Y me remito a los hechos: sólo dense una vuelta por los comentarios de todos los posts de Alma Singer y verán que este chico respira aire y exhala poesías.
Cuando le consulté si le gustaría hacer un post para Alma Singer, vamos, una presentación oficial del otro lado del blog, me respondió con una emoción tan grande que logró emocionarme a mí (oh, traspaso de sensibilidades).
Les copio entonces lo que nos comparte, un texto escrito en sus inicios y, por como sostiene el ritmo, este texto vaticina un largo camino lleno de palabras, duendes de jardín y calesitas.
MI BUENOS AIRES QUERIDO
Históricamente, el español Pedro de Mendoza un 3 de Febrero del 1536, por primera vez llamó a esta ciudad Nuestra Señora del Buen Ayre, pero los indios arrasaron abandonándola en su totalidad en 1541, así fue que un 11 de Junio de 1580 fue fundada por Juan de Garay con el nombre de Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre.
Etimológicamente, el nombre Nuestra Señora Santa María del Buen Aire fue dado para cumplir la promesa que hiciera a la Patrona de los Navegantes que se hallaba en la Cofradía de los Mareantes de Triana, de la que él era miembro. En efecto, “Buen Aire” es la españolización del nombre de la Virgen de Bonaria, es decir, de la Virgen de la Candelaria a quien los padres mercedarios habían levantado un santuario para los navegantes en Cagliari, Cerdeña, y que era venerada también por los navegantes de Cádiz, España. Y Ciudad de la Santísima Trinidad, por ser la festividad más importante cercana a la fecha de la Trinidad.
Yéndonos de la historia, hablemos sentimentalmente de nuestra querida Buenos Aires; esa que se define por calles transitadas, tumultos de autos, paros, estudiante yendo y viniendo, oficinas atestadas, turistas y sus cámaras digitales y/o filmadoras.
Que al caer la noche, se viste de glamour y elegancia, donde los habitantes viven y se regalan sumergiéndose en todo lo que ella les ofrece, como para enumerar algunas cosas: teatros, pubs, lugares de moda, etc.
Pero si yo tuviera que buscar una palabra para definir a nuestra ciudad, no seria otra que CULTURA.
BUENOS AIRES es música, es cine, es teatro, es librerías que nunca cierran, es pintura: el arte florece en cada una de sus calles, brota en cada árbol, el arte se respira. El arte vive en ella y de él se adueña.
Desde lo más profundo de mi esencia digo que Buenos Aires es la Atenas de Latino América. Algunos me dirán exagerado o otros no, pero así la considero, la considero como mi casa, en la que puedo caminar y saborear cada una de las cosas anteriormente nombradas.
En fin, todo los días llego y transito la ciudad porteña como si fuera un turista, viendo y re-descubriendo cada uno de sus detalles y, como siempre digo, nuestra ciudad no tiene que envidiarle nada a ninguna mega-ciudad del siglo XXI.
Así que me levanto, abro la puerta y salgo a la calle. La calle me lleva a la estación, la estación me lleva al tren, el tren a la capital cultural y desde ahí a New York.
Las fotos usadas para ilustrar el post me las pasó Iván de este link:
Tomar conciencia de la riqueza de cada cultura. Darle importancia a construir lazos entre los países latinoamericanos. Generar una propuesta, un proyecto de diálogo y construcción cultura, desde y para Latinoamérica. Favorecer la comunicación. Y los circuitos de legitimación del arte regional.
Suena bien.
Y mejor que suene, que sea.
Artistas en Latinoamérica es, existe, se potencia. Es una muestra de arte itinerante que reúne a los artistas Javier Abreu (Uruguay), Narda Alvarado (Bolivia), Guga Ferraz (Brasil), Lucila Gradín (Argentina), Nicolás Grum (Chile), Fernanda Vilella (Argentina) y Seth Wulsin (USA), a quienes se les suma dos invitados del país donde la muestra se lleve a cabo.
Javier Abreu, Uruguay, 1979.
Romantic Fucked Up
Narda Alvarado, Bolivia, 1975.
Omnibus incendiado
Guga Ferraz, Brasil, 1974.
Lucila Gradin, Argentina, 1981.
Deseo de juventud
Nicolás Grum, Chile, 1977.
Proyecto Baches, 14 de Julio
Fernanda Vilella, Argentina, 1981.
16 Tons
Seth Wulsin, USA, 1981.
¿El objetivo? Ser, existir, potenciarse en diferentes ciudades de América Latina, llegar a reunir los escudos de Buenos Aires, Montevideo, Santiago, La Paz, Río de Janeiro y otras ciudades que se irán sumando para ir bordando a la mochila creativa.
La primera muestra fue I LOVE LATINOAMERICA, efectuada en el espacio This is not a Gallery de Buenos Aires, el pasado mes de marzo. La segunda -e inminente- exhibición será el MARACANAZO, a desarrollarse este octubre en el espacio SUBTE (Centro Municipal de exposiciones, Montevideo). Hay tiempo para organizarse un viaje relámpago. Pienso… estaría bueno empezar a bordar escudos de esta forma, ¿no?
Flor Russo siente pasión por todo aquello que le permita expresarse artísticamente. Le divierte actuar, bailar, cantar y, su más reciente hallazgo creativo, pintar. Comenta que hace muy poco descubrió que puede comunicarse a través del color y las formas, por eso toma sus pinceles y los hace bailar sobre todo tipo de superficie que se preste al juego (estantes, lapiceros, portarretratos…). ¿Y cómo se llama este juego? María Remolacha. ¡Me encanta! María Remolacha es intensa sin dejar de ser lúdica. Aplausos para Flor y su contagiosa alegría.
Este sábado 22 de agosto nos invita a compartir sus pedacitos de arte en la feria del Bar Duke, ubicado en Gorriti 4918 de 16 a 20hs.
Un pajarito me contó que Julieta y Marcos se casan.
No, posta, un pajarito me lo contó.
Bueno, eran dos pajaritos. Lindos y tiernos.
Y después vino una abeja para contarme que Juan había nacido y a los cinco minutos llegó un angelito para chusmearme que Sofía se había bautizado (¡qué susto me pegué con ese, no lo escuché entrar!).
Yo no sufro de alucinaciones (hace mucho que volví de Ámsterdam), lo que les cuento va en serio. El reino animal y muchos seres de mundos fantásticos están a pleno con el traspaso de novedades gracias a Lu y Ximena, las dos ilustradoras y diseñadoras gráficas detrás de Nut.
Este estudio creativo genera ideas y piezas visuales pensadas para cada ocasión y para cada persona o pareja interesada en anunciar sus felicidades de forma original. Su portfolio online enseña laburos hechos para baby showers, nacimientos, bautismos y comuniones, cumpleaños, fiestas de quince, bar y bat mitzvás, casamientos, comunicaciones empresariales y souvenirs. Pueden chequearlo online… hay mil variedades y una opción mejor que la otra.
¡Qué tanto sms, citación a eventos en facebook, mails grupales y ocho cuartos! Volvamos a las esencias y a las palomitas mensajeras para hacer llegar nuestro feliz mensaje.
El martes visité la muestra Tango de Carlos Furman en la fotogalería del Teatro San Martín. Quizás haya sido la temática, quizás una cierta nostalgia que podía palpar en el aire, o quizás sólo haya sido el hecho de que ya me olvidé las pocas canciones de tango que solía escuchar al mango en la radio de mi abuela Aña, pero durante toda la muestra me acompañó El Mareo, de Bajofondo con Cerati.
Las 35 fotos de 75 x 95cm en blanco y negro (¿acaso existe otro color para retratar al tango?) son verdaderos instantes de un ritual visceral. No recuerdo quien dijo –ni me fío de Wikipedia- que el tango es un sentimiento triste que se baila, pero seguro lo vociferó mirando los rostros intensos de los bailarines y sus evasivos firuletes corporales, como quien quiere escapar del dolor. Carlos Furman captó cada mirada, movimiento, y yo creo que hasta la melodía misma, sin dejar que la comunión de dos personas se convierta en algo demasiado solemne. Por eso se cuela un perro en el medio de la pista de baile, una escena de señores sentados en mesas redondas chiquitas mirando a un más allá indescifrable para los espectadores, y se infiltran espaldas y tobillos tatuados con flores o poses del baile.
Los amantes del tango podrán llevarse la exhibición a casa en su versión editada. Son 184 páginas de fotos tomadas entre 2003 y 2008 en salones de baile, milongas y campeonatos, que cuentan con el respaldo testimonial de milongueros, bailarines amateurs y profesionales, músicos y personajes del tango entrevistados por el periodista Pablo Lettieri. Además el libro se acompaña con un CD que incluye 14 clásicos como La Yumba, Mala junta, Canaro en París, El Choclo, Malena y Caminito… bueno, mi abuela diría clásicos porque la verdad es que no conozco a ninguno. Por eso Cerati me canta con los ojos sí te veo… ¿o era no te veo? Esto de sentir el tango a través de las fotos de Furman me confunde…